Lucas 12
La Biblia de las Américas
Advertencia contra la hipocresía
12 En estas circunstancias, cuando una multitud de miles y miles[a] se había reunido, tanto que se atropellaban[b] unos a otros, Jesús comenzó a decir primeramente a sus discípulos: Guardaos de la levadura de los fariseos(A), que es la hipocresía. 2 (B)Y nada hay encubierto que no haya de ser revelado, ni oculto que no haya de saberse. 3 Por lo cual, todo lo que habéis dicho en la oscuridad se oirá a la luz, y lo que habéis susurrado[c] en las habitaciones interiores, será proclamado desde las azoteas(C). 4 Y yo os digo, amigos míos(D): no temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no tienen nada más que puedan hacer. 5 Pero yo os mostraré a quién debéis temer: temed(E) al que, después de matar, tiene poder para arrojar al infierno[d](F); sí, os digo: a este, ¡temed! 6 ¿No se venden cinco pajarillos[e] por dos cuartos[f](G)? Y sin embargo, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. 7 Es más, aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados(H). No temáis; vosotros valéis más que muchos pajarillos. 8 Y os digo, que a todo el que me[g] confiese delante de los hombres, el Hijo del Hombre le[h] confesará también ante los ángeles de Dios(I); 9 pero el que me niegue delante[i] de los hombres, será negado(J) delante[j] de los ángeles de Dios(K). 10 Y a todo el que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará(L). 11 Y cuando os lleven a las sinagogas(M) y ante los gobernantes y las autoridades, no os preocupéis(N) de cómo o de qué hablaréis en defensa propia, o qué vais a decir; 12 porque el Espíritu Santo en esa misma hora os enseñará lo que debéis decir(O).
Advertencia contra la avaricia
13 Uno de la multitud le dijo: Maestro, dile a mi hermano que divida la herencia conmigo. 14 Pero Él le dijo: ¡Hombre(P)! ¿Quién me ha puesto por juez o árbitro sobre vosotros? 15 Y les dijo: Estad atentos y guardaos de toda forma de avaricia; porque aun cuando alguien tenga abundancia, su vida no consiste en sus bienes(Q). 16 También les refirió una parábola, diciendo: La tierra de cierto hombre rico había producido mucho. 17 Y pensaba dentro de sí, diciendo: «¿Qué haré, ya que no tengo dónde almacenar mis cosechas?». 18 Entonces dijo: «Esto haré: derribaré mis graneros y edificaré otros más grandes, y allí almacenaré todo mi grano y mis bienes. 19 Y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes depositados para muchos años; descansa, come, bebe, diviértete(R)». 20 Pero Dios le dijo: «¡Necio(S)! Esta misma noche te reclaman el alma(T); y ahora, ¿para quién será lo que has provisto(U)?». 21 Así es el que acumula tesoro para sí, y no es rico para con Dios(V).
Advertencia contra la ansiedad
22 Y dijo a sus discípulos: (W)Por eso os digo: No os preocupéis por vuestra vida[k], qué comeréis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. 23 Porque la vida es más que el alimento, y el cuerpo más que la ropa. 24 Considerad los cuervos, que ni siembran ni siegan; no tienen bodega ni granero(X), y sin embargo, Dios los alimenta(Y); ¡cuánto más valéis vosotros que las aves! 25 ¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una hora[l] al curso de su vida[m](Z)? 26 Si vosotros, pues, no podéis hacer algo tan pequeño, ¿por qué os preocupáis por lo demás? 27 Considerad los lirios, cómo crecen[n]; no trabajan ni hilan; pero os digo que ni Salomón en toda su gloria(AA) se vistió como uno de estos. 28 Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¡cuánto más hará por vosotros, hombres de poca fe(AB)! 29 Vosotros, pues, no busquéis qué habéis de comer, ni qué habéis de beber, y no estéis preocupados(AC). 30 Porque los pueblos del mundo buscan ansiosamente todas estas cosas; pero vuestro Padre sabe que necesitáis estas cosas. 31 Mas buscad su reino, y estas cosas os serán añadidas(AD). 32 No temas(AE), rebaño pequeño(AF), porque vuestro Padre ha decidido[o](AG) daros el reino. 33 Vended vuestras posesiones y dad limosnas; haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro en los cielos(AH) que no se agota, donde no se acerca ningún ladrón ni la polilla destruye(AI). 34 Porque donde esté vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón(AJ).
Parábola de los siervos vigilantes
35 Estad siempre preparados[p](AK) y mantened las lámparas encendidas(AL), 36 y sed semejantes a hombres que esperan a su señor que regresa de las bodas, para abrirle tan pronto como llegue y llame. 37 Dichosos aquellos siervos a quienes el señor, al venir, halle velando(AM); en verdad os digo que se ceñirá para servir(AN), y los sentará[q] a la mesa, y acercándose, les servirá. 38 Y ya sea que venga en la segunda vigilia[r], o aun en la tercera[s](AO), y los halla así, dichosos son aquellos siervos. 39 (AP)Podéis estar seguros de[t] que si el dueño de la casa hubiera sabido a qué hora iba a venir el ladrón, no hubiera permitido que entrara en[u] su casa(AQ). 40 Vosotros también estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no esperéis[v](AR).
Parábola del siervo fiel y del infiel
41 Entonces Pedro dijo: Señor, ¿nos dices esta parábola a nosotros, o también a todos los demás(AS)? 42 Y el Señor(AT) dijo: ¿(AU)Quién es, pues, el mayordomo fiel y prudente a quien su señor pondrá sobre sus siervos[w](AV) para que a su tiempo les dé sus raciones? 43 Dichoso aquel siervo(AW) a quien, cuando su señor venga, lo encuentre haciendo así. 44 De verdad os digo que lo pondrá sobre todos sus bienes. 45 Pero si aquel siervo dice en su corazón: «Mi señor tardará[x] en venir»; y empieza a golpear a los criados y a las criadas, y a comer, a beber y a embriagarse; 46 el señor de aquel siervo llegará un día, cuando él no lo espera y a una hora que no sabe, y lo azotará severamente[y], y le asignará un lugar[z] con los incrédulos. 47 Y aquel siervo que sabía la voluntad de su señor, y que no se preparó ni obró conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes(AX); 48 pero el que no la sabía(AY), e hizo cosas que merecían castigo[aa], será azotado poco. A todo el que se le haya dado mucho, mucho se demandará de él; y al que mucho le han confiado, más le exigirán(AZ).
Jesús, causa de división
49 Yo he venido[ab] para echar fuego sobre la tierra; y ¡cómo quisiera que ya estuviera[ac] encendido! 50 Pero de un bautismo(BA) tengo que ser bautizado, y ¡cómo me angustio hasta que se cumpla! 51 ¿(BB)Pensáis que vine a dar paz en la tierra? No, os digo, sino más bien división. 52 Porque desde ahora en adelante, cinco en una casa estarán divididos; tres contra dos y dos contra tres. 53 Estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera y la nuera contra su suegra(BC).
Cómo discernir el tiempo
54 Decía también a las multitudes: Cuando veis una nube que se levanta en el poniente, al instante decís: «Viene un aguacero», y así sucede(BD). 55 Y cuando sopla el viento del sur, decís: «Va a hacer calor(BE)», y así pasa. 56 ¡Hipócritas! Sabéis examinar el aspecto de la tierra y del cielo; entonces, ¿por qué[ad] no examináis este tiempo presente(BF)? 57 ¿Y por qué no juzgáis por vosotros mismos(BG) lo que es justo? 58 (BH)Porque mientras vas con tu adversario para comparecer ante el magistrado, procura en el camino arreglarte con él[ae], no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al alguacil, y el alguacil te eche en la cárcel. 59 Te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado aun el último centavo[af](BI).
Footnotes
- Lucas 12:1 Gr., miríadas
- Lucas 12:1 Lit., pisoteaban
- Lucas 12:3 Lit., hablado al oído
- Lucas 12:5 Gr., guéenna
- Lucas 12:6 O, gorriones
- Lucas 12:6 Gr., assaria; un cuarto equivale aprox. a 1/16 denario
- Lucas 12:8 Lit., por mí
- Lucas 12:8 Lit., por él
- Lucas 12:9 O, en presencia
- Lucas 12:9 O, en presencia
- Lucas 12:22 O, alma
- Lucas 12:25 Lit., un codo
- Lucas 12:25 Lit., a su estatura
- Lucas 12:27 Algunos mss. no incluyen: crecen
- Lucas 12:32 Lit., se ha complacido
- Lucas 12:35 Lit., Estén ceñidos vuestros lomos
- Lucas 12:37 Lit., recostará
- Lucas 12:38 I.e., desde las nueve de la noche hasta la medianoche
- Lucas 12:38 I.e., desde la medianoche hasta las tres de la mañana
- Lucas 12:39 Lit., Y sabed esto
- Lucas 12:39 Lit., que horadara
- Lucas 12:40 Lit., penséis
- Lucas 12:42 Lit., su servicio
- Lucas 12:45 Lit., tarda
- Lucas 12:46 Lit., lo cortará en dos
- Lucas 12:46 Lit., su parte
- Lucas 12:48 Lit., golpes
- Lucas 12:49 O, Vine
- Lucas 12:49 Lit., ¿qué quiero si ya está
- Lucas 12:56 Lit., cómo
- Lucas 12:58 Lit., ser absuelto por él
- Lucas 12:59 O, la última blanca; gr., lepton, la moneda de menos valor (1/128 de un denario)
Lucas 12
Dios Habla Hoy
Jesús enseña contra la hipocresía(A)
12 Entre tanto se juntaron miles y miles de personas, tantas que unas a otras se atropellaban. Jesús comenzó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos: «Cuídense de la levadura de los fariseos, es decir, de su hipocresía. 2 Porque no hay ningún secreto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse. 3 Por tanto, todo lo que ustedes han dicho en la oscuridad, se oirá a la luz del día; y lo que han dicho en secreto y a puerta cerrada, será gritado desde las azoteas de las casas.
A quién se debe tener miedo(B)
4 »A ustedes, amigos míos, les digo que no deben tener miedo de los que matan el cuerpo, pero después no pueden hacer más. 5 Yo les voy a decir a quién deben tenerle miedo: ténganle miedo al que, después de quitar la vida, tiene autoridad para echar en el infierno. Sí, ténganle miedo a él.
6 »¿No se venden cinco pajarillos por dos moneditas? Sin embargo, Dios no se olvida de ninguno de ellos. 7 En cuanto a ustedes mismos, hasta los cabellos de la cabeza él los tiene contados uno por uno. Así que no tengan miedo: ustedes valen más que muchos pajarillos.
Reconocer a Jesucristo delante de los hombres(C)
8 »Les digo que si alguien se declara a mi favor delante de los hombres, también el Hijo del hombre se declarará a favor de él delante de los ángeles de Dios; 9 pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.
10 »Dios perdonará incluso a aquel que diga algo contra el Hijo del hombre; pero no perdonará a aquel que con sus palabras ofenda al Espíritu Santo.
11 »Cuando los lleven a ustedes a las sinagogas, o ante los jueces y las autoridades, no se preocupen por cómo van a defenderse o qué van a decir, 12 porque cuando les llegue el momento de hablar, el Espíritu Santo les enseñará lo que deben decir.»
El peligro de las riquezas
13 Uno de entre la gente le dijo a Jesús:
—Maestro, dile a mi hermano que me dé mi parte de la herencia.
14 Y Jesús le contestó:
—Amigo, ¿quién me ha puesto sobre ustedes como juez o partidor?
15 También dijo:
—Cuídense ustedes de toda avaricia; porque la vida no depende del poseer muchas cosas.
16 Entonces les contó esta parábola: «Había un hombre rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha. 17 El rico se puso a pensar: “¿Qué haré? No tengo dónde guardar mi cosecha.” 18 Y se dijo: “Ya sé lo que voy a hacer. Derribaré mis graneros y levantaré otros más grandes, para guardar en ellos toda mi cosecha y todo lo que tengo. 19 Luego me diré: Amigo, tienes muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, goza de la vida.” 20 Pero Dios le dijo: “Necio, esta misma noche perderás la vida, y lo que tienes guardado, ¿para quién será?” 21 Así le pasa al hombre que amontona riquezas para sí mismo, pero es pobre delante de Dios.»
Dios cuida de sus hijos(D)
22 Después dijo Jesús a sus discípulos: «Esto les digo: No se preocupen por lo que han de comer para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. 23 La vida vale más que la comida, y el cuerpo más que la ropa. 24 Fíjense en los cuervos: no siembran ni cosechan, ni tienen granero ni troje; sin embargo, Dios les da de comer. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves! 25 Y en todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora? 26 Pues si no pueden hacer ni aun lo más pequeño, ¿por qué se preocupan por las demás cosas?
27 »Fíjense cómo crecen los lirios: no trabajan ni hilan. Sin embargo, les digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo, se vestía como uno de ellos. 28 Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¡cuánto más habrá de vestirlos a ustedes, gente falta de fe! 29 Por tanto, no anden afligidos, buscando qué comer y qué beber. 30 Porque todas estas cosas son las que preocupan a la gente del mundo, pero ustedes tienen un Padre que ya sabe que las necesitan. 31 Ustedes pongan su atención en el reino de Dios, y recibirán también estas cosas.
Riqueza en el cielo(E)
32 »No tengan miedo, ovejas mías; ustedes son pocos, pero el Padre, en su bondad, ha decidido darles el reino. 33 Vendan lo que tienen, y den a los necesitados; procúrense bolsas que no se hagan viejas, riqueza sin fin en el cielo, donde el ladrón no puede entrar ni la polilla destruir. 34 Pues donde esté la riqueza de ustedes, allí estará también su corazón.
Hay que estar preparados
35-36 »Sean como criados que están esperando a que su amo regrese de un banquete de bodas, preparados y con las lámparas encendidas, listos a abrirle la puerta tan pronto como llegue y toque. 37 Dichosos los criados a quienes su amo, al llegar, encuentre despiertos. Les aseguro que el amo mismo los hará sentarse a la mesa y se dispondrá a servirles la comida. 38 Dichosos ellos, si los encuentra despiertos aunque llegue a la medianoche o de madrugada. 39 Y sepan ustedes esto: que si el dueño de una casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría que nadie se metiera en su casa a robar. 40 Ustedes también estén preparados; porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.»
El criado fiel y el criado infiel(F)
41 Pedro le preguntó:
—Señor, ¿dijiste esta parábola solamente para nosotros, o para todos?
42 Dijo el Señor: «¿Quién es el mayordomo fiel y atento, a quien su amo deja encargado de los de su casa, para darles de comer a su debido tiempo? 43 Dichoso el criado a quien su amo, cuando llega, lo encuentra cumpliendo con su deber. 44 De veras les digo que el amo lo pondrá como encargado de todos sus bienes. 45 Pero si ese criado, pensando que su amo va a tardar en llegar, comienza a maltratar a los otros criados y a las criadas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse, 46 el día que menos lo espere y a una hora que no sabe, llegará su amo y lo castigará, condenándolo a correr la misma suerte que los infieles.
47 »El criado que sabe lo que quiere su amo, pero no está preparado ni lo obedece, será castigado con muchos golpes. 48 Pero el criado que sin saberlo hace cosas que merecen castigo, será castigado con menos golpes. A quien mucho se le da, también se le pedirá mucho; a quien mucho se le confía, se le exigirá mucho más.
Jesús, causa de división(G)
49 »Yo he venido a prender fuego en el mundo; y ¡cómo quisiera que ya estuviera ardiendo! 50 Tengo que pasar por una terrible prueba, y ¡cómo sufro hasta que se lleve a cabo! 51 ¿Creen ustedes que he venido a traer paz a la tierra? Les digo que no, sino división. 52 Porque de hoy en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres. 53 El padre estará contra su hijo y el hijo contra su padre; la madre contra su hija y la hija contra su madre; la suegra contra su nuera y la nuera contra su suegra.»
Las señales de los tiempos(H)
54 Jesús también dijo a la gente: «Cuando ustedes ven que las nubes se levantan por occidente, dicen que va a llover, y así sucede. 55 Y cuando el viento sopla del sur, dicen que va a hacer calor, y lo hace. 56 ¡Hipócritas! Si saben interpretar tan bien el aspecto del cielo y de la tierra, ¿cómo es que no saben interpretar el tiempo en que viven?
Ponerse en paz con el enemigo(I)
57 »¿Por qué no juzgas por ti mismo lo que es justo? 58 Si alguien te demanda y vas con él a presentarte a la autoridad, procura llegar a un acuerdo mientras aún estés a tiempo, para que no te lleve ante el juez; porque si no, el juez te entregará a los guardias, y los guardias te meterán en la cárcel. 59 Te digo que no saldrás de allí hasta que pagues el último centavo.»
Lucas 12
Nueva Versión Internacional
Advertencias y estímulos(A)
12 Mientras tanto, se habían reunido millares de personas, tantas que se atropellaban unas a otras. Jesús comenzó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos: «Cuídense de la levadura de los fariseos, o sea, de la hipocresía. 2 No hay nada encubierto que no llegue a revelarse ni nada escondido que no llegue a conocerse. 3 Así que todo lo que ustedes han dicho en la oscuridad se dará a conocer a plena luz y lo que han susurrado a puerta cerrada se proclamará desde las azoteas.
4 »A ustedes, mis amigos, les digo que no teman a los que matan el cuerpo, pero después no pueden hacer más. 5 Les voy a enseñar más bien a quién deben temer: teman al que, después de dar muerte, tiene poder para echarlos al infierno. Sí, les aseguro que a él deben temer. 6 ¿No se venden cinco gorriones por dos moneditas?[a] Sin embargo, Dios no se olvida de ninguno de ellos. 7 De hecho, él les tiene contados aun los cabellos de su cabeza. No tengan miedo, ustedes valen más que muchos gorriones.
8 »Les aseguro que a cualquiera que me confiese delante de los demás, también el Hijo del hombre lo confesará delante de los ángeles de Dios. 9 Pero al que me niega delante de los demás, se le negará delante de los ángeles de Dios. 10 Y todo el que pronuncie alguna palabra contra el Hijo del hombre será perdonado, pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón.
11 »Cuando los lleven a comparecer ante las sinagogas, los gobernantes y las autoridades, no se preocupen de cómo van a defenderse o qué van a decir, 12 porque en ese momento el Espíritu Santo les enseñará lo que deben responder».
Parábola del rico insensato
13 Uno de entre la multitud le pidió:
—Maestro, dile a mi hermano que comparta la herencia conmigo.
14 —Hombre —respondió Jesús—, ¿quién me nombró a mí juez o árbitro entre ustedes?
15 »¡Tengan cuidado! —advirtió a la gente—. Absténganse de toda avaricia; la vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes».
16 Entonces les contó esta parábola:
—El terreno de un hombre rico produjo una buena cosecha. 17 Así que se puso a pensar: “¿Qué voy a hacer? No tengo dónde almacenar mi cosecha”. 18 Por fin dijo: “Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes, donde pueda almacenar todo mi grano y mis bienes. 19 Y diré: Alma mía, ya tienes bastantes cosas buenas guardadas para muchos años. Descansa, come, bebe y goza de la vida”. 20 Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta misma noche te van a reclamar la vida. ¿Y quién se quedará con lo que has acumulado?”.
21 »Así sucede al que acumula riquezas para sí mismo, en vez de ser rico delante de Dios».
No se preocupen(B)
22 Luego dijo Jesús a sus discípulos:
—Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. 23 La vida tiene más valor que la comida y el cuerpo más que la ropa. 24 Fíjense en los cuervos: no siembran ni cosechan, ni tienen almacén ni granero; sin embargo, Dios los alimenta. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves! 25 ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?[b] 26 Ya que no pueden hacer algo tan insignificante, ¿por qué se preocupan por lo demás?
27 »Fíjense cómo crecen los lirios. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. 28 Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¡cuánto más hará por ustedes, gente de poca fe! 29 Así que no se afanen por lo que han de comer o beber; dejen de atormentarse. 30 El mundo pagano anda tras todas estas cosas, pero su Padre sabe que ustedes las necesitan. 31 Por el contrario, busquen el reino de Dios y estas cosas les serán añadidas.
32 »No tengan miedo, mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre darles el reino. 33 Vendan sus bienes y den a los pobres. Provéanse de bolsas que no se desgasten; acumulen un tesoro inagotable en el cielo, donde no hay ladrón que aceche ni polilla que destruya. 34 Porque donde esté su tesoro, allí estará también su corazón.
La vigilancia(C)(D)
35 »Manténganse listos, con la ropa bien ajustada[c] y las lámparas encendidas. 36 Pórtense como siervos que esperan a que regrese su señor de un banquete de bodas, para abrirle la puerta tan pronto como él llegue y toque. 37 Dichosos los siervos a quienes su señor encuentre pendientes de su llegada. Les aseguro que se ajustará la ropa, hará que los siervos se sienten a la mesa y él mismo se pondrá a servirles. 38 Sí, dichosos aquellos siervos a quienes su señor encuentre preparados, aunque llegue a la medianoche o de madrugada.[d] 39 Pero entiendan esto: si un dueño de casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no lo dejaría forzar la entrada. 40 Así mismo deben ustedes estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.
41 —Señor —le preguntó Pedro—, ¿cuentas esta parábola para nosotros o para todos?
42 Respondió el Señor:
—¿Quién es el mayordomo fiel y prudente a quien su señor deja encargado de los siervos para repartirles la comida a su debido tiempo? 43 Dichoso el siervo cuando su señor, al regresar, lo encuentra cumpliendo con su deber. 44 Les aseguro que lo pondrá a cargo de todos sus bienes. 45 Pero ¿qué tal si ese siervo se pone a pensar: “Mi señor tarda en volver” y luego comienza a golpear a los criados y a las criadas, a comer, a beber y emborracharse? 46 El señor de ese siervo volverá el día en que el siervo menos lo espere y a la hora menos pensada. Lo castigará severamente y le impondrá la condena que reciben los incrédulos.[e]
47 »El siervo que conoce la voluntad de su señor y no se prepara para cumplirla recibirá muchos golpes. 48 En cambio, el que no la conoce y hace algo que merezca castigo recibirá pocos golpes. A todo el que se le ha dado mucho se le exigirá mucho; y al que se le ha confiado mucho se le pedirá aún más.
División en vez de paz(E)
49 »He venido a traer fuego a la tierra y ¡cómo quisiera que ya estuviera ardiendo! 50 Pero tengo que pasar por la prueba de un bautismo y ¡cuánta angustia siento hasta que se cumpla! 51 ¿Creen ustedes que vine a traer paz a la tierra? ¡Les digo que no, sino división! 52 De ahora en adelante estarán divididos cinco en una familia, tres contra dos y dos contra tres. 53 Se enfrentarán el padre contra su hijo y el hijo contra su padre, la madre contra su hija y la hija contra su madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra su suegra.
Señales de los tiempos
54 Luego añadió Jesús, dirigiéndose a la multitud:
—Cuando ustedes ven que se levanta una nube en el occidente, enseguida dicen: “Va a llover” y así sucede. 55 Y cuando sopla el viento del sur, dicen: “Va a hacer calor” y así sucede. 56 ¡Hipócritas! Ustedes saben interpretar la apariencia de la tierra y del cielo. ¿Cómo es que no saben interpretar el tiempo actual?
57 »¿Por qué no juzgan por ustedes mismos lo que es justo? 58 Si tienes que ir con un adversario al magistrado, procura reconciliarte con él en el camino, no sea que te lleve por la fuerza ante el juez, el juez te entregue al alguacil y el alguacil te meta en la cárcel. 59 Te digo que no saldrás de allí hasta que pagues el último centavo.[f]
Footnotes
- 12:6 moneditas. Lit. asaria.
- 12:25 puede añadir … su vida. Alt. puede aumentar su estatura siquiera medio metro (lit. un codo).
- 12:35 Manténganse … ajustada. Lit. Tengan sus lomos ceñidos.
- 12:38 a la medianoche o de madrugada. Lit. en la segunda o tercera vigilia.
- 12:46 lo castigará … incrédulos. Lit. lo cortará en dos y fijará su porción con los incrédulos.
- 12:59 centavo. Lit. lepton.
Luke 12
King James Version
12 In the mean time, when there were gathered together an innumerable multitude of people, insomuch that they trode one upon another, he began to say unto his disciples first of all, Beware ye of the leaven of the Pharisees, which is hypocrisy.
2 For there is nothing covered, that shall not be revealed; neither hid, that shall not be known.
3 Therefore whatsoever ye have spoken in darkness shall be heard in the light; and that which ye have spoken in the ear in closets shall be proclaimed upon the housetops.
4 And I say unto you my friends, Be not afraid of them that kill the body, and after that have no more that they can do.
5 But I will forewarn you whom ye shall fear: Fear him, which after he hath killed hath power to cast into hell; yea, I say unto you, Fear him.
6 Are not five sparrows sold for two farthings, and not one of them is forgotten before God?
7 But even the very hairs of your head are all numbered. Fear not therefore: ye are of more value than many sparrows.
8 Also I say unto you, Whosoever shall confess me before men, him shall the Son of man also confess before the angels of God:
9 But he that denieth me before men shall be denied before the angels of God.
10 And whosoever shall speak a word against the Son of man, it shall be forgiven him: but unto him that blasphemeth against the Holy Ghost it shall not be forgiven.
11 And when they bring you unto the synagogues, and unto magistrates, and powers, take ye no thought how or what thing ye shall answer, or what ye shall say:
12 For the Holy Ghost shall teach you in the same hour what ye ought to say.
13 And one of the company said unto him, Master, speak to my brother, that he divide the inheritance with me.
14 And he said unto him, Man, who made me a judge or a divider over you?
15 And he said unto them, Take heed, and beware of covetousness: for a man's life consisteth not in the abundance of the things which he possesseth.
16 And he spake a parable unto them, saying, The ground of a certain rich man brought forth plentifully:
17 And he thought within himself, saying, What shall I do, because I have no room where to bestow my fruits?
18 And he said, This will I do: I will pull down my barns, and build greater; and there will I bestow all my fruits and my goods.
19 And I will say to my soul, Soul, thou hast much goods laid up for many years; take thine ease, eat, drink, and be merry.
20 But God said unto him, Thou fool, this night thy soul shall be required of thee: then whose shall those things be, which thou hast provided?
21 So is he that layeth up treasure for himself, and is not rich toward God.
22 And he said unto his disciples, Therefore I say unto you, Take no thought for your life, what ye shall eat; neither for the body, what ye shall put on.
23 The life is more than meat, and the body is more than raiment.
24 Consider the ravens: for they neither sow nor reap; which neither have storehouse nor barn; and God feedeth them: how much more are ye better than the fowls?
25 And which of you with taking thought can add to his stature one cubit?
26 If ye then be not able to do that thing which is least, why take ye thought for the rest?
27 Consider the lilies how they grow: they toil not, they spin not; and yet I say unto you, that Solomon in all his glory was not arrayed like one of these.
28 If then God so clothe the grass, which is to day in the field, and to morrow is cast into the oven; how much more will he clothe you, O ye of little faith?
29 And seek not ye what ye shall eat, or what ye shall drink, neither be ye of doubtful mind.
30 For all these things do the nations of the world seek after: and your Father knoweth that ye have need of these things.
31 But rather seek ye the kingdom of God; and all these things shall be added unto you.
32 Fear not, little flock; for it is your Father's good pleasure to give you the kingdom.
33 Sell that ye have, and give alms; provide yourselves bags which wax not old, a treasure in the heavens that faileth not, where no thief approacheth, neither moth corrupteth.
34 For where your treasure is, there will your heart be also.
35 Let your loins be girded about, and your lights burning;
36 And ye yourselves like unto men that wait for their lord, when he will return from the wedding; that when he cometh and knocketh, they may open unto him immediately.
37 Blessed are those servants, whom the lord when he cometh shall find watching: verily I say unto you, that he shall gird himself, and make them to sit down to meat, and will come forth and serve them.
38 And if he shall come in the second watch, or come in the third watch, and find them so, blessed are those servants.
39 And this know, that if the goodman of the house had known what hour the thief would come, he would have watched, and not have suffered his house to be broken through.
40 Be ye therefore ready also: for the Son of man cometh at an hour when ye think not.
41 Then Peter said unto him, Lord, speakest thou this parable unto us, or even to all?
42 And the Lord said, Who then is that faithful and wise steward, whom his lord shall make ruler over his household, to give them their portion of meat in due season?
43 Blessed is that servant, whom his lord when he cometh shall find so doing.
44 Of a truth I say unto you, that he will make him ruler over all that he hath.
45 But and if that servant say in his heart, My lord delayeth his coming; and shall begin to beat the menservants and maidens, and to eat and drink, and to be drunken;
46 The lord of that servant will come in a day when he looketh not for him, and at an hour when he is not aware, and will cut him in sunder, and will appoint him his portion with the unbelievers.
47 And that servant, which knew his lord's will, and prepared not himself, neither did according to his will, shall be beaten with many stripes.
48 But he that knew not, and did commit things worthy of stripes, shall be beaten with few stripes. For unto whomsoever much is given, of him shall be much required: and to whom men have committed much, of him they will ask the more.
49 I am come to send fire on the earth; and what will I, if it be already kindled?
50 But I have a baptism to be baptized with; and how am I straitened till it be accomplished!
51 Suppose ye that I am come to give peace on earth? I tell you, Nay; but rather division:
52 For from henceforth there shall be five in one house divided, three against two, and two against three.
53 The father shall be divided against the son, and the son against the father; the mother against the daughter, and the daughter against the mother; the mother in law against her daughter in law, and the daughter in law against her mother in law.
54 And he said also to the people, When ye see a cloud rise out of the west, straightway ye say, There cometh a shower; and so it is.
55 And when ye see the south wind blow, ye say, There will be heat; and it cometh to pass.
56 Ye hypocrites, ye can discern the face of the sky and of the earth; but how is it that ye do not discern this time?
57 Yea, and why even of yourselves judge ye not what is right?
58 When thou goest with thine adversary to the magistrate, as thou art in the way, give diligence that thou mayest be delivered from him; lest he hale thee to the judge, and the judge deliver thee to the officer, and the officer cast thee into prison.
59 I tell thee, thou shalt not depart thence, till thou hast paid the very last mite.
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