Lucas 1
La Palabra (Hispanoamérica)
Introducción (1,1-4)
1 Muchos son los que han intentado escribir una historia coherente de los hechos que acaecieron entre nosotros, 2 tal y como nos los transmitieron quienes desde el principio fueron testigos presenciales y encargados de anunciar el mensaje. 3 Pues bien, muy ilustre Teófilo, después de investigar a fondo y desde sus orígenes todo lo sucedido, también a mí me ha parecido conveniente ponértelo por escrito ordenadamente, 4 para que puedas reconocer la autenticidad de la enseñanza que has recibido.
I.— RELATOS DE LA INFANCIA (1,5—2,52)
Anuncio del nacimiento de Juan el Bautista
5 Durante el reinado de Herodes en Judea, hubo un sacerdote llamado Zacarías, que pertenecía al grupo sacerdotal de Abías. La esposa de Zacarías, llamada Elisabet, pertenecía también a la descendencia de Aarón. 6 Ambos esposos eran rectos delante de Dios, intachables en el cumplimiento de todos los mandatos y disposiciones del Señor. 7 Eran los dos de edad muy avanzada y no tenían hijos, porque Elisabet era estéril.
8 Estando un día Zacarías ejerciendo el servicio sagrado conforme al orden establecido, 9 le tocó en suerte, según costumbre sacerdotal, entrar en el Templo a ofrecer el incienso. 10 Mientras ofrecía el incienso, una gran multitud de fieles permanecía fuera en oración. 11 En esto, un ángel del Señor se le apareció a la derecha del altar del incienso. 12 Zacarías, al verlo, se echó a temblar, lleno de miedo. 13 Pero el ángel le dijo:
— No tengas miedo, Zacarías. Dios ha escuchado tu oración, y tu mujer Elisabet te dará un hijo, al que llamarás Juan. 14 Tendrás una gran alegría y serán muchos los que también se alegrarán de su nacimiento, 15 porque será grande delante del Señor. No beberá vino ni otra bebida alcohólica cualquiera; estará lleno del Espíritu Santo aun antes de nacer 16 y hará que muchos israelitas vuelvan de nuevo al Señor su Dios. 17 Precederá al Señor con el espíritu y el poder de Elías, hará que los padres se reconcilien con los hijos y que los rebeldes recuperen la sensatez de los rectos, preparando así al Señor un pueblo bien dispuesto.
18 Zacarías dijo al ángel:
— Pero ¿cómo podré estar seguro de eso? Yo ya soy viejo y mi mujer tiene también muchos años.
19 El ángel le contestó:
— Yo soy Gabriel, el que está en la presencia de Dios. Él me envió a hablar contigo y comunicarte esta buena noticia. 20 Cuanto te he dicho se cumplirá en su momento oportuno; pero como no has dado crédito a mis palabras, vas a quedarte mudo y no volverás a hablar hasta el día en que tenga lugar todo esto.
21 Mientras tanto, la gente que esperaba a Zacarías estaba extrañada de que permaneciera tanto tiempo en el Templo. 22 Cuando por fin salió, al ver que no podía hablar, comprendieron que había tenido una visión en el Templo. Había quedado mudo y sólo podía expresarse por señas. 23 Una vez cumplido el tiempo de su servicio sacerdotal, Zacarías volvió a su casa. 24 Pasados unos días, Elisabet, su esposa, quedó embarazada y permaneció cinco meses sin salir de casa, pues decía: 25 “Al hacer esto conmigo, el Señor ha querido librarme de la vergüenza ante los demás”.
Anuncio del nacimiento de Jesús
26 Al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a Nazaret, un pueblo de Galilea, 27 a visitar a una joven virgen llamada María, que estaba prometida en matrimonio a José, un varón descendiente del rey David. 28 El ángel entró en el lugar donde estaba María y le dijo:
— Alégrate, favorecida de Dios. El Señor está contigo.
29 María se quedó perpleja al oír estas palabras, preguntándose qué significaba aquel saludo. 30 Pero el ángel le dijo:
— No tengas miedo, María, pues Dios te ha concedido su gracia. 31 Vas a quedar embarazada, y darás a luz un hijo, al cual pondrás por nombre Jesús. 32 Un hijo que será grande, será Hijo del Altísimo. Dios, el Señor, le entregará el trono de su antepasado David, 33 reinará eternamente sobre la casa de Jacob y su reinado no tendrá fin.
34 María replicó al ángel:
— Yo no tengo relaciones conyugales con nadie; ¿cómo, pues, podrá sucederme esto?
35 El ángel le contestó:
— El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Dios Altísimo te envolverá. Por eso, el niño que ha de nacer será santo, será Hijo de Dios. 36 Mira, si no, a Elisabet, tu parienta: también ella va a tener un hijo en su ancianidad; la que consideraban estéril, está ya de seis meses, 37 porque para Dios no hay nada imposible. 38 María dijo:
— Yo soy la esclava del Señor. Que él haga conmigo como dices.
Entonces el ángel la dejó y se fue.
María visita a Elisabet
39 Por aquellos mismos días María se puso en camino y, a toda prisa, se dirigió a un pueblo de la región montañosa de Judá. 40 Entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet. 41 Y sucedió que, al oír Elisabet el saludo de María, el niño que llevaba en su vientre saltó de alegría. Elisabet quedó llena del Espíritu Santo, 42 y exclamó con gritos alborozados:
— ¡Dios te ha bendecido más que a ninguna otra mujer, y ha bendecido también al hijo que está en tu vientre! 43 Pero ¿cómo se me concede que la madre de mi Señor venga a visitarme? 44 Porque, apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre. 45 ¡Feliz tú, porque has creído que el Señor cumplirá las promesas que te ha hecho!
María alaba al Señor
46 Entonces dijo María:
— Todo mi ser ensalza al Señor.
47 Mi corazón está lleno de alegría
a causa de Dios, mi Salvador,
48 porque ha puesto sus ojos en mí
que soy su humilde esclava.
De ahora en adelante
todos me llamarán feliz,
49 pues ha hecho maravillas conmigo
aquel que es todopoderoso,
aquel cuyo nombre es santo
50 y que siempre tiene misericordia
de aquellos que le honran.
51 Con la fuerza de su brazo
destruyó los planes de los soberbios.
52 Derribó a los poderosos de sus tronos
y encumbró a los humildes.
53 Llenó de bienes a los hambrientos
y despidió a los ricos con las manos vacías.
54 Se desveló por el pueblo de Israel, su siervo,
acordándose de mostrar misericordia,
55 conforme a la promesa de valor eterno
que hizo a nuestros antepasados,
a Abrahán y a todos sus descendientes.
56 María se quedó unos tres meses con Elisabet, y luego regresó a su casa.
Nacimiento de Juan
57 Cuando se cumplió el tiempo de dar a luz, Elisabet tuvo un hijo. 58 Sus vecinos y parientes se enteraron de este gran don que el Señor, en su misericordia, le había concedido, y acudieron a felicitarla. 59 A los ocho días del nacimiento llevaron a circuncidar al niño. Todos querían que se llamase Zacarías como su padre; 60 pero la madre dijo:
— No, su nombre ha de ser Juan.
61 Ellos, entonces, le hicieron notar:
— Nadie se llama así en tu familia.
62 Así que se dirigieron al padre y le preguntaron por señas qué nombre quería poner al niño. 63 Zacarías pidió una tablilla de escribir y puso en ella: “Su nombre es Juan”, con lo que todos se quedaron asombrados. 64 En aquel mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios, 65 de modo que los vecinos que estaban viendo lo que pasaba se llenaron de temor. Todos estos acontecimientos se divulgaron por toda la región montañosa de Judea. 66 Y cuantos oían hablar de lo sucedido, se quedaban muy pensativos y se preguntaban: “¿Qué va a ser este niño?”. Porque era evidente que el Señor estaba con él.
La profecía de Zacarías
67 Zacarías, el padre de Juan, quedó lleno del Espíritu Santo y habló proféticamente diciendo:
68 ¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel,
que ha venido a auxiliar
y a dar la libertad a su pueblo!
69 Nos ha suscitado un poderoso salvador
de entre los descendientes de su siervo David.
70 Esto es lo que había prometido desde antiguo
por medio de sus santos profetas:
71 que nos salvaría de nuestros enemigos
y del poder de los que nos odian,
72 mostrando así su compasión
con nuestros antepasados
y acordándose de cumplir su santa alianza.
73 Y este es el firme juramento
que hizo a nuestro padre Abrahán:
74 que nos libraría de nuestros enemigos,
para que, sin temor alguno, le sirvamos
75 santa y rectamente en su presencia
a lo largo de toda nuestra vida.
76 En cuanto a ti, hijo mío,
serás profeta del Dios Altísimo,
porque irás delante del Señor
para preparar su venida
77 y anunciar a su pueblo la salvación
mediante el perdón de los pecados.
78 Y es que la misericordia entrañable de nuestro Dios,
nos trae de lo alto un nuevo amanecer
79 para llenar de luz a los que viven
en oscuridad y sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos por caminos de paz.
80 El niño creció y su espíritu se fortaleció. Y estuvo viviendo en lugares desiertos hasta el día en que se presentó ante el pueblo de Israel.
Lucas 1
Traducción en lenguaje actual
1 1-4 Muy distinguido amigo Teófilo:
Usted bien sabe que muchos se han puesto a escribir informes acerca de las cosas que han pasado entre nosotros. Las escribieron tal como nos las contaron quienes estuvieron con Jesús desde el principio. A ellos, Jesús los mandó a anunciar su mensaje.
Yo también he estudiado con mucho cuidado todo lo sucedido, y creo conveniente ponerlo por escrito, tal y como sucedió. Así, usted podrá saber si le han contado la verdad.
El ángel Gabriel y Zacarías
5 Zacarías fue un sacerdote que vivió cuando Herodes el Grande era rey de los judíos. Prestaba servicio en el templo con el grupo del sacerdote Abías. Su esposa se llamaba Isabel y era descendiente del sacerdote Aarón. 6 Isabel y Zacarías eran muy buenos y obedecían todos los mandamientos de Dios. 7 No tenían hijos, pues Isabel no había podido quedar embarazada y, además, los dos eran muy viejos.
8 Cierto día, le tocó al grupo de sacerdotes de Zacarías el turno de servir a Dios en el templo. 9 Los sacerdotes acostumbraban nombrar a uno del grupo, para que entrara en el templo de Dios y quemara incienso en el altar. Esta vez le tocó a Zacarías entrar a quemar el incienso, 10 mientras el pueblo se quedaba afuera orando.
11 De pronto, un ángel de Dios se le apareció a Zacarías al lado derecho del altar. 12 Cuando Zacarías vio al ángel, tuvo mucho miedo y no supo qué hacer. 13 Pero el ángel le dijo:
—¡No tengas miedo, Zacarías! Dios ha escuchado tus oraciones. Tu esposa Isabel tendrá un hijo, y lo llamarás Juan. 14 Su nacimiento te va a hacer muy feliz, y muchos también se alegrarán. 15 Tu hijo va a ser muy importante ante Dios. No tomará vino ni cerveza, y el Espíritu Santo estará con él desde antes de que nazca.
16 »Este niño hará que muchos en Israel dejen de hacer lo malo y obedezcan a Dios. 17 Llegará antes que el Mesías, y tendrá el mismo poder y el mismo espíritu que antes tuvo el profeta Elías. Su mensaje hará que los padres se reconcilien con sus hijos, y que los desobedientes comprendan su error y sigan el ejemplo de los que sí obedecen. Además, preparará al pueblo de Israel para recibir al Mesías.
18 Zacarías le dijo al ángel:
—Mi esposa y yo somos ya muy viejos. ¿Cómo sabré que todo pasará tal como dices?
19 El ángel le respondió:
—Yo soy Gabriel, ayudante especial de Dios. Él me envió a darte esta buena noticia. 20 Pero como no me creíste, no vas a poder hablar hasta que suceda lo que te dije.
21 Toda la gente estaba afuera, esperando a Zacarías, y se preguntaba por qué no salía del templo.
22 Cuando Zacarías salió, no podía hablar y sólo hacía señas con las manos. Entonces la gente comprendió que Zacarías había tenido una visión.
23 Al terminar su turno en el templo, Zacarías regresó a su casa. 24 Poco tiempo después, su esposa quedó embarazada; y durante cinco meses no salió de la casa, pues pensaba: 25 «¡Dios ha hecho esto conmigo para que la gente ya no me desprecie!»
El ángel Gabriel y María
26 Cuando Isabel ya tenía seis meses de embarazo, Dios mandó al ángel Gabriel a Nazaret, un pueblo de la región de Galilea. 27 El ángel llevaba un mensaje para una joven llamada María. Ella estaba comprometida para casarse con José, quien era descendiente del rey David.
28 El ángel entró a donde estaba María, la saludó y le dijo:
—¡Dios te ha bendecido de manera especial! El Señor está contigo.
29 María se sorprendió mucho al oír un saludo tan extraño, y se preguntaba qué significaba eso.
30 Entonces el ángel le dijo:
—No tengas miedo, María, porque Dios te ha dado un gran privilegio. 31 Vas a quedar embarazada; y tendrás un hijo, a quien le pondrás por nombre Jesús. 32 Este niño llegará a ser muy importante, y lo llamarán “Hijo del Dios altísimo”. Dios lo hará rey, como hizo con su antepasado David; 33 gobernará a la nación de Israel para siempre, y su reinado no terminará nunca.
34 María le preguntó al ángel:
—¿Cómo pasará esto, si aún no me he casado?
35 El ángel le contestó:
—El Espíritu Santo se acercará a ti; el Dios altísimo te cubrirá con su poder. Por eso el niño vivirá completamente dedicado a Dios, y será llamado “Hijo de Dios”. 36 Tu prima Isabel, aunque ya es muy vieja, también va a tener un hijo. La gente pensaba que ella nunca podría tener hijos, pero hace ya seis meses que está embarazada. 37 Eso demuestra que para Dios todo es posible.
38 María respondió:
—Yo soy la esclava del Señor. Que suceda todo tal como me lo has dicho.
Y el ángel se fue.
María visita a Isabel
39 A los pocos días, María fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea. 40 Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. 41 Cuando Isabel oyó el saludo, el niño saltó de alegría dentro de ella.
Isabel, llena del Espíritu Santo, 42 dijo en voz alta a María:
—¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres! Y también ha bendecido al hijo que tendrás. 43 ¿Por qué has venido a visitarme, tú que eres la madre de mi Señor? 44 Tan pronto como oí tu saludo, el bebé saltó de alegría dentro de mí. 45 ¡Dios te ha bendecido porque confiaste en sus promesas!
María alaba a Dios
46 María respondió:
«¡Le doy gracias a Dios
con todo mi corazón,
47 y estoy alegre
porque él es mi Salvador!
48 »Dios tiene especial cuidado de mí,
que soy su humilde esclava.
»Desde ahora todos me dirán:
“¡María, Dios te ha bendecido!”
49 »El Dios todopoderoso ha hecho
grandes cosas conmigo.
¡Su nombre es santo!
50 ȃl nunca deja de amar
a todos los que lo adoran.
51 »Dios actúa con poder
y hace huir a los orgullosos.
52 »Quita a los poderosos de sus tronos,
y da poder a los pobres.
53 »Da cosas buenas
a los hambrientos,
pero despide a los ricos
con las manos vacías.
54 »Ayuda a los israelitas,
sus servidores,
y nunca deja de ser
bondadoso con ellos.
55 »Así lo prometió
a nuestros antepasados,
a Abraham y a sus descendientes,
para siempre.»
56 Y María se quedó tres meses con Isabel. Después, regresó a su casa.
El nacimiento de Juan el Bautista
57 Cuando nació el hijo de Isabel, 58 todos sus vecinos y familiares se alegraron mucho, pues vieron que Dios había sido muy bondadoso.
59 A los ocho días, vinieron a circuncidar al niño. Los que estaban allí querían ponerle Zacarías, que era el nombre de su padre. 60 Pero Isabel dijo:
—¡No! Va a llamarse Juan.
61 Ellos le dijeron:
—Ningún familiar tuyo se llama así.
62 Y por señas le preguntaron a Zacarías cómo quería llamar al niño. 63 Zacarías pidió una tabla y escribió: «Juan». Todos quedaron sorprendidos. 64 En ese mismo momento, Zacarías empezó a hablar de nuevo, y alabó a Dios.
65 Todos los vecinos se quedaron impresionados, y en toda la región montañosa de Judea no se hablaba de otra cosa. 66 Los que oían hablar del asunto se preguntaban: «¿Qué será de este niño cuando crezca?» Porque todos sabían que Dios estaba con él.
Zacarías alaba a Dios
67 Zacarías, lleno del Espíritu Santo, dio este mensaje:
68 «¡Alabemos al Dios de Israel,
porque ha venido a salvarnos!
69 »Nos ha dado un Salvador muy poderoso,
descendiente del rey David, su servidor.
70 »Esto lo había prometido
hace mucho tiempo,
por medio de sus
santos profetas:
71 que él iba a salvarnos
de nuestros enemigos
y de todos aquellos
que nos odian.
72 »Él dijo que sería bondadoso con su pueblo,
y que cumpliría su santa promesa.
73 »Él prometió a nuestro
antepasado Abraham,
74 que iba a salvarnos
de nuestros enemigos.
»Así podríamos servirle
sin ningún temor,
75 y vivir sólo para él,
practicando la justicia
todos los días de nuestra vida.
76 »Y tú, hijo mío, serás llamado:
“Profeta del Dios altísimo”.
»Tú irás delante del Mesías,
preparando a la gente para su llegada.
77 »Le dirás a su pueblo
que ya tiene salvación,
pues Dios perdona sus pecados.
78 »Dios nos ama tanto,
que desde el cielo
nos envió un Salvador,
como si fuera el sol
de un nuevo día.
79 »Él salvará a los que viven
en peligro de muerte.
»Será como una luz
que alumbra en la oscuridad,
y guiará nuestros pasos
por el camino de la paz.»
80 A medida que el niño Juan crecía, también aumentaba su poder espiritual. Y vivió en el desierto hasta el día en que Dios le ordenó llevar su mensaje al pueblo de Israel.
Lucas 1
Nueva Biblia Viva
Prólogo
1 Muchos han escrito historias de las cosas que se han cumplido entre nosotros, 2 según nos las contaron quienes fueron testigos presenciales de todo desde el principio. Ellos eran también servidores de la Palabra.
3 Además, distinguido Teófilo, yo mismo investigué con mucho cuidado los acontecimientos desde su origen, y ahora te los describo en orden, 4 para que confirmes la verdad de lo que se te ha enseñado.
Anuncio del nacimiento de Juan el Bautista
5 Hubo un sacerdote llamado Zacarías, miembro del grupo de Abías, que vivió cuando Herodes era rey de Judea. Su esposa, Elisabet, era descendiente de Aarón.
6 Zacarías y Elisabet eran piadosos e intachables delante de Dios, 7 pero no tenían hijos, porque Elisabet era estéril. Ambos eran ya de edad avanzada.
8 Un día en que al grupo del sacerdote Zacarías le llegó el turno de servir a Dios en el templo, 9 le tocó en suerte a Zacarías (porque esa era la costumbre de los sacerdotes) entrar en el santuario del templo del Señor para quemar incienso.
10 A la hora de ofrecer el incienso, la gente estaba reunida afuera orando. 11 Entonces se le apareció a Zacarías un ángel a la derecha del altar del incienso. 12 Al verlo, Zacarías se asustó y se llenó de temor. 13 Pero el ángel le dijo:
―No tengas miedo, Zacarías, pues Dios ha escuchado tus oraciones. Tu esposa Elisabet te dará un hijo, y lo llamarás Juan. 14 Su nacimiento les traerá mucha alegría a ti y a muchos más, 15 porque tu hijo va a ser un gran hombre delante del Señor. Nunca tomará vino ni licor, y estará lleno del Espíritu Santo aun antes que nazca. 16 Él hará que muchos en Israel se vuelvan al Señor su Dios 17 y también irá primero, delante del Señor, con el mismo espíritu y poder que tuvo el profeta Elías. Él reconciliará a los padres con los hijos y hará que los desobedientes aprendan de la sabiduría de los justos. De esta manera preparará al pueblo para recibir al Señor.
18 Zacarías le preguntó al ángel:
―¿Cómo podré estar seguro de esto? Tanto mi esposa como yo somos ancianos.
19 El ángel le contestó:
―Yo soy Gabriel y estoy al servicio de Dios. Él me envió para hablar contigo y darte estas buenas noticias. 20 Pero como no creíste lo que te dije, lo cual se va a realizar a su debido tiempo, no podrás hablar hasta el día en que todo esto se cumpla.
21 Mientras tanto, el pueblo estaba afuera esperando a Zacarías y a todos les extrañaba que se tardara tanto en salir del santuario. 22 Cuando por fin salió, no podía hablar, así que se dieron cuenta de que allí había tenido una visión.
23 Cuando cumplió con los días que debía servir, regresó a su casa.
24 Poco tiempo después, Elisabet quedó embarazada; y durante cinco meses no salió de su casa.
25 Ella decía: «El Señor me ha mostrado su bondad haciendo que yo vaya a tener un hijo y así la gente ya no me despreciará».
Anuncio del nacimiento de Jesús
26 A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel al pueblo de Nazaret, que pertenecía a la región de Galilea. 27 Fue a visitar a una joven virgen llamada María, que estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, que era descendiente del rey David. 28 El ángel entró donde ella estaba y le dijo:
―¡Te saludo, a ti que has recibido la bendición de Dios! El Señor está contigo.
29 María se sorprendió al escuchar estas palabras, y se preguntaba qué significaría ese saludo.
30 El ángel le dijo:
―No tengas miedo, María, porque Dios te ha concedido su favor. 31 Vas a quedar embarazada y tendrás un hijo, y lo llamarás Jesús. 32 Él será un gran hombre, y le darán el título de Hijo del Altísimo. Dios el Señor lo hará rey como hizo rey a su antepasado David, 33 y reinará para siempre sobre el pueblo de Jacob. Su reinado no tendrá fin.
34 María le preguntó al ángel:
―¿Cómo va a suceder esto, puesto que soy virgen?
35 El ángel le contestó:
―El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por lo tanto, al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios. 36 También tu parienta Elisabet, a pesar de ser anciana, va a tener un hijo. La gente decía que ella era estéril, y desde hace seis meses está embarazada, 37 pues para Dios no hay nada imposible.
38 María dijo:
―Soy la esclava del Señor. Que él haga conmigo como tú me has dicho.
Y entonces el ángel se fue.
María visita a Elisabet
39 Pocos días después, María se fue de prisa a un pueblo en la región montañosa de Judea. 40 Llegó a la casa de Zacarías y, al entrar, saludó a Elisabet. 41 Cuando Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó dentro de ella. Entonces Elisabet, llena del Espíritu Santo, 42 dijo en voz muy fuerte:
―Dios te ha bendecido más a ti que a todas las mujeres, y también ha bendecido al hijo que darás a luz. 43 ¿Cómo es que la madre de mi Señor ha venido a visitarme? 44 En el momento en que escuché tu saludo, la criatura que llevo dentro de mí saltó de alegría. 45 Dichosa tú que has creído, pues lo que el Señor te dijo se cumplirá.
El cántico de María
46 Entonces María dijo:
―Mi alma alaba al Señor, 47 mi espíritu se llena de alegría porque Dios es mi Salvador. 48 Dios se ha fijado en mí, su humilde esclava. De ahora en adelante, todas las generaciones me llamarán dichosa, 49 porque el Dios Todopoderoso ha hecho grandes cosas por mí. ¡Su nombre es santo! 50 Él siempre tiene misericordia de todos los que le honran. 51 Actuó con poder, desbarató las intrigas de los orgullosos. 52 A los poderosos los quitó de sus tronos, y a los humildes los puso en lugares de honor. 53 A los hambrientos llenó de bienes, y a los ricos los envió con las manos vacías. 54 Ayudó al pueblo de Israel, su siervo, y siempre lo trató con misericordia. 55 Cumplió así su promesa a nuestros padres: trató con misericordia a Abraham y a sus descendientes para siempre.
56 María se quedó con Elisabet como tres meses. Después regresó a su casa.
Nacimiento de Juan el Bautista
57 Cuando llegó el momento, Elisabet dio a luz a su hijo.
58 Sus vecinos y familiares se llenaron de alegría al enterarse de que el Señor había sido misericordioso. 59 A los ocho días de nacido, llevaron a circuncidar al niño. Querían ponerle Zacarías, que era el nombre de su padre; 60 pero su madre dijo:
―¡No! Tiene que llamarse Juan.
61 Le dijeron:
―¡Pero si en tu familia no hay nadie con ese nombre!
62 Entonces le preguntaron por señas a su padre cómo quería que se llamara el niño. 63 Él pidió una tabla y escribió: «Su nombre es Juan». Todos quedaron asombrados. 64 Al instante, Zacarías recobró el habla y comenzó a alabar a Dios. 65 Los vecinos se llenaron de temor, y en toda la región montañosa de Judea se hablaba de lo sucedido. 66 Todos los que oían hablar del asunto se preguntaban: «¿Qué llegará a ser ese niño? Porque el Señor estaba con él».
El cántico de Zacarías
67 Entonces Zacarías, su padre, lleno del Espíritu Santo, dijo esta profecía:
68 «Alabemos al Señor, Dios de Israel, porque ha venido a rescatar a su pueblo. 69 Nos envió un poderoso salvador, que desciende del rey David, su siervo. 70 Así lo prometió hace mucho tiempo, por medio de sus santos profetas: 71 que nos libraría de nuestros enemigos y de la mano de los que nos odian; 72 que sería misericordioso con nuestros padres al acordarse de su santo pacto. 73 Así lo juró a Abraham nuestro padre: 74 que ya no tendríamos temor, porque nos libraría del poder de nuestros enemigos, para que lo sirvamos 75 con santidad y justicia, viviendo en su presencia todos los días de nuestra vida.
76 »Y tú, hijo mío, serás llamado profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor preparándole el camino. 77 Tú le enseñarás a su pueblo que hay salvación por medio del perdón de sus pecados. 78 Esto es así gracias a la gran misericordia de nuestro Dios. Y nos envió desde el cielo el sol de un nuevo día, 79 para dar luz a los que viven en tinieblas y en la más terrible oscuridad; para guiar nuestros pasos por el camino de la paz».
80 El niño crecía y su espíritu se hacía más fuerte; y vivió en el desierto hasta el día en que se presentó públicamente al pueblo de Israel.
Luke 1
New International Version
Introduction(A)
1 Many have undertaken to draw up an account of the things that have been fulfilled[a] among us, 2 just as they were handed down to us by those who from the first(B) were eyewitnesses(C) and servants of the word.(D) 3 With this in mind, since I myself have carefully investigated everything from the beginning, I too decided to write an orderly account(E) for you, most excellent(F) Theophilus,(G) 4 so that you may know the certainty of the things you have been taught.(H)
The Birth of John the Baptist Foretold
5 In the time of Herod king of Judea(I) there was a priest named Zechariah, who belonged to the priestly division of Abijah;(J) his wife Elizabeth was also a descendant of Aaron. 6 Both of them were righteous in the sight of God, observing all the Lord’s commands and decrees blamelessly.(K) 7 But they were childless because Elizabeth was not able to conceive, and they were both very old.
8 Once when Zechariah’s division was on duty and he was serving as priest before God,(L) 9 he was chosen by lot,(M) according to the custom of the priesthood, to go into the temple of the Lord and burn incense.(N) 10 And when the time for the burning of incense came, all the assembled worshipers were praying outside.(O)
11 Then an angel(P) of the Lord appeared to him, standing at the right side of the altar of incense.(Q) 12 When Zechariah saw him, he was startled and was gripped with fear.(R) 13 But the angel said to him: “Do not be afraid,(S) Zechariah; your prayer has been heard. Your wife Elizabeth will bear you a son, and you are to call him John.(T) 14 He will be a joy and delight to you, and many will rejoice because of his birth,(U) 15 for he will be great in the sight of the Lord. He is never to take wine or other fermented drink,(V) and he will be filled with the Holy Spirit(W) even before he is born.(X) 16 He will bring back many of the people of Israel to the Lord their God. 17 And he will go on before the Lord,(Y) in the spirit and power of Elijah,(Z) to turn the hearts of the parents to their children(AA) and the disobedient to the wisdom of the righteous—to make ready a people prepared for the Lord.”(AB)
18 Zechariah asked the angel, “How can I be sure of this?(AC) I am an old man and my wife is well along in years.”(AD)
19 The angel said to him, “I am Gabriel.(AE) I stand in the presence of God, and I have been sent to speak to you and to tell you this good news. 20 And now you will be silent and not able to speak(AF) until the day this happens, because you did not believe my words, which will come true at their appointed time.”
21 Meanwhile, the people were waiting for Zechariah and wondering why he stayed so long in the temple. 22 When he came out, he could not speak to them. They realized he had seen a vision in the temple, for he kept making signs(AG) to them but remained unable to speak.
23 When his time of service was completed, he returned home. 24 After this his wife Elizabeth became pregnant and for five months remained in seclusion. 25 “The Lord has done this for me,” she said. “In these days he has shown his favor and taken away my disgrace(AH) among the people.”
The Birth of Jesus Foretold
26 In the sixth month of Elizabeth’s pregnancy, God sent the angel Gabriel(AI) to Nazareth,(AJ) a town in Galilee, 27 to a virgin pledged to be married to a man named Joseph,(AK) a descendant of David. The virgin’s name was Mary. 28 The angel went to her and said, “Greetings, you who are highly favored! The Lord is with you.”
29 Mary was greatly troubled at his words and wondered what kind of greeting this might be. 30 But the angel said to her, “Do not be afraid,(AL) Mary; you have found favor with God.(AM) 31 You will conceive and give birth to a son, and you are to call him Jesus.(AN) 32 He will be great and will be called the Son of the Most High.(AO) The Lord God will give him the throne of his father David,(AP) 33 and he will reign over Jacob’s descendants forever; his kingdom(AQ) will never end.”(AR)
34 “How will this be,” Mary asked the angel, “since I am a virgin?”
35 The angel answered, “The Holy Spirit will come on you,(AS) and the power of the Most High(AT) will overshadow you. So the holy one(AU) to be born will be called[b] the Son of God.(AV) 36 Even Elizabeth your relative is going to have a child(AW) in her old age, and she who was said to be unable to conceive is in her sixth month. 37 For no word from God will ever fail.”(AX)
38 “I am the Lord’s servant,” Mary answered. “May your word to me be fulfilled.” Then the angel left her.
Mary Visits Elizabeth
39 At that time Mary got ready and hurried to a town in the hill country of Judea,(AY) 40 where she entered Zechariah’s home and greeted Elizabeth. 41 When Elizabeth heard Mary’s greeting, the baby leaped in her womb, and Elizabeth was filled with the Holy Spirit.(AZ) 42 In a loud voice she exclaimed: “Blessed are you among women,(BA) and blessed is the child you will bear! 43 But why am I so favored, that the mother of my Lord(BB) should come to me? 44 As soon as the sound of your greeting reached my ears, the baby in my womb leaped for joy. 45 Blessed is she who has believed that the Lord would fulfill his promises to her!”
Mary’s Song(BC)
46 And Mary said:
“My soul glorifies the Lord(BD)
47 and my spirit rejoices in God my Savior,(BE)
48 for he has been mindful
of the humble state of his servant.(BF)
From now on all generations will call me blessed,(BG)
49 for the Mighty One has done great things(BH) for me—
holy is his name.(BI)
50 His mercy extends to those who fear him,
from generation to generation.(BJ)
51 He has performed mighty deeds with his arm;(BK)
he has scattered those who are proud in their inmost thoughts.(BL)
52 He has brought down rulers from their thrones
but has lifted up the humble.(BM)
53 He has filled the hungry with good things(BN)
but has sent the rich away empty.
54 He has helped his servant Israel,
remembering to be merciful(BO)
55 to Abraham and his descendants(BP) forever,
just as he promised our ancestors.”
56 Mary stayed with Elizabeth for about three months and then returned home.
The Birth of John the Baptist
57 When it was time for Elizabeth to have her baby, she gave birth to a son. 58 Her neighbors and relatives heard that the Lord had shown her great mercy, and they shared her joy.
59 On the eighth day they came to circumcise(BQ) the child, and they were going to name him after his father Zechariah, 60 but his mother spoke up and said, “No! He is to be called John.”(BR)
61 They said to her, “There is no one among your relatives who has that name.”
62 Then they made signs(BS) to his father, to find out what he would like to name the child. 63 He asked for a writing tablet, and to everyone’s astonishment he wrote, “His name is John.”(BT) 64 Immediately his mouth was opened and his tongue set free, and he began to speak,(BU) praising God. 65 All the neighbors were filled with awe, and throughout the hill country of Judea(BV) people were talking about all these things. 66 Everyone who heard this wondered about it, asking, “What then is this child going to be?” For the Lord’s hand was with him.(BW)
Zechariah’s Song
67 His father Zechariah was filled with the Holy Spirit(BX) and prophesied:(BY)
68 “Praise be to the Lord, the God of Israel,(BZ)
because he has come to his people and redeemed them.(CA)
69 He has raised up a horn[c](CB) of salvation for us
in the house of his servant David(CC)
70 (as he said through his holy prophets of long ago),(CD)
71 salvation from our enemies
and from the hand of all who hate us—
72 to show mercy to our ancestors(CE)
and to remember his holy covenant,(CF)
73 the oath he swore to our father Abraham:(CG)
74 to rescue us from the hand of our enemies,
and to enable us to serve him(CH) without fear(CI)
75 in holiness and righteousness(CJ) before him all our days.
76 And you, my child, will be called a prophet(CK) of the Most High;(CL)
for you will go on before the Lord to prepare the way for him,(CM)
77 to give his people the knowledge of salvation
through the forgiveness of their sins,(CN)
78 because of the tender mercy of our God,
by which the rising sun(CO) will come to us from heaven
79 to shine on those living in darkness
and in the shadow of death,(CP)
to guide our feet into the path of peace.”(CQ)
80 And the child grew and became strong in spirit[d];(CR) and he lived in the wilderness until he appeared publicly to Israel.
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