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Dedicatoria a Teófilo

Excelentísimo Teófilo: Muchos han tratado ya de relatar en forma ordenada la historia de los sucesos que ciertamente se han cumplido entre nosotros, tal y como nos los enseñaron quienes desde el principio fueron testigos presenciales y ministros de la palabra. Después de haber investigado todo con sumo cuidado desde su origen, me ha parecido una buena idea escribírtelas por orden, para que llegues a conocer bien la verdad de lo que se te ha enseñado.

Anuncio del nacimiento de Juan

En los días de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías,(A) cuya esposa, Elisabet, era descendiente de Aarón. Ambos eran íntegros delante de Dios y obedecían de manera irreprensible todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Pero no tenían hijos, porque Elisabet era estéril y los dos eran ya muy ancianos. Un día en que Zacarías oficiaba como sacerdote delante de Dios, pues le había llegado el turno a su grupo, le tocó en suerte entrar en el santuario del Señor para ofrecer incienso, conforme a la costumbre del sacerdocio. 10 Mientras se quemaba el incienso, todo el pueblo estaba orando afuera. 11 En eso, un ángel del Señor se le apareció a Zacarías. Estaba parado a la derecha del altar del incienso. 12 Cuando Zacarías lo vio, se desconcertó y le sobrevino un gran temor; 13 pero el ángel le dijo: «Zacarías, no tengas miedo, porque tu oración ha sido escuchada. Tu esposa Elisabet te dará un hijo, y tú le pondrás por nombre Juan. 14 Tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento, 15 pues ante Dios será un hombre muy importante. No beberá vino ni licor,(B) y tendrá la plenitud del Espíritu Santo desde antes de nacer. 16 Él hará que muchos de los hijos de Israel se vuelvan al Señor su Dios, 17 y lo precederá con el espíritu y el poder de Elías, para hacer que los padres se reconcilien con sus hijos,(C) y para llevar a los desobedientes a obtener la sabiduría de los justos. Así preparará bien al pueblo para recibir al Señor.» 18 Zacarías le preguntó al ángel: «¿Y cómo voy a saber que esto será así? ¡Yo estoy ya muy viejo, y mi esposa es de edad avanzada!» 19 El ángel le respondió: «Yo soy Gabriel,(D) y estoy en presencia de Dios. He sido enviado a hablar contigo para comunicarte estas buenas noticias. 20 Pero como no has creído mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo, ahora vas a quedarte mudo, y no podrás hablar hasta el día en que esto suceda.» 21 Mientras tanto, el pueblo esperaba a que saliera Zacarías, extrañados de que se tardara tanto en el santuario. 22 Pero cuando salió y no les podía hablar, comprendieron que habría tenido una visión en el santuario, pues les hablaba por señas y seguía mudo. 23 Cuando terminaron los días de su ministerio, Zacarías se fue a su casa.

24 Días después, su esposa Elisabet quedó encinta y se recluyó en su casa durante cinco meses, pues decía: 25 «El Señor ha actuado así conmigo para que ya no tenga nada de qué avergonzarme ante nadie.»

Anuncio del nacimiento de Jesús

26 Seis meses después, Dios envió al ángel Gabriel a la ciudad galilea de Nazaret 27 para ver a María,(E) una virgen que estaba comprometida con José, un hombre que era descendiente de David. 28 El ángel entró en donde ella estaba y le dijo: «¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo.» 29 Cuando ella escuchó estas palabras, se sorprendió y se preguntaba qué clase de saludo era ése. 30 El ángel le dijo: «María, no temas. Dios te ha concedido su gracia. 31 Vas a quedar encinta, y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre JESÚS.(F) 32 Éste será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios, el Señor, le dará el trono de David, su padre, 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»(G) 34 Pero María le dijo al ángel: «¿Y esto cómo va a suceder? ¡Nunca he estado con un hombre!» 35 El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el Santo Ser que nacerá será llamado Hijo de Dios. 36 También tu parienta Elisabet, la que llamaban estéril, ha concebido un hijo en su vejez, y ya está en su sexto mes de embarazo. 37 ¡Para Dios no hay nada imposible!»(H) 38 María dijo entonces: «Yo soy la sierva del Señor. ¡Cúmplase en mí lo que has dicho!» Y el ángel se fue de su presencia.

María visita a Elisabet

39 Por esos mismos días, María fue de prisa a una ciudad de Judá que estaba en las montañas. 40 Al entrar en la casa de Zacarías, saludó a Elisabet. 41 Y sucedió que, al oír Elisabet el saludo de María, la criatura saltó en su vientre y Elisabet recibió la plenitud del Espíritu Santo. 42 Entonces ella exclamó a voz en cuello: «¡Bendita eres tú entre las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre! 43 ¿Cómo pudo sucederme que la madre de mi Señor venga a visitarme? 44 ¡Tan pronto como escuché tu saludo, la criatura saltó de alegría en mi vientre! 45 ¡Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá lo que el Señor te ha anunciado!»

46 Entonces María dijo:(I)

«Mi alma glorifica al Señor,
47 y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.
48 Pues se ha dignado mirar a su humilde sierva,
Y desde ahora me llamarán dichosa
por todas las generaciones.
49 Grandes cosas ha hecho en mí el Poderoso;
¡Santo es su nombre!
50 La misericordia de Dios es eterna
para aquellos que le temen.
51 Con su brazo hizo grandes proezas,
y deshizo los planes de los soberbios.
52 Derrocó del trono a los poderosos,
Y puso en alto a los humildes.
53 A los hambrientos los colmó de bienes,
y a los ricos los dejó con las manos vacías.
54 Socorrió a su siervo Israel,
y se acordó de su misericordia,
55 de la cual habló con nuestros padres,
con Abrahán(J) y con su descendencia para siempre.»

56 María se quedó con Elisabet como tres meses, y después volvió a su casa.

Nacimiento de Juan el Bautista

57 Cuando se cumplió el tiempo, Elisabet dio a luz un hijo. 58 Y cuando sus vecinos y parientes supieron que Dios le había mostrado su gran misericordia, se alegraron con ella. 59 Al octavo día fueron para circuncidar al niño,(K) y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías. 60 Pero su madre dijo: «No, va a llamarse Juan.» 61 Le preguntaron: «¿Por qué? ¡No hay nadie en tu familia que se llame así!» 62 Luego le preguntaron a su padre, por señas, qué nombre quería ponerle. 63 Zacarías pidió una tablilla y escribió: «Su nombre es Juan.» Y todos se quedaron asombrados. 64 En ese mismo instante, a Zacarías se le destrabó la lengua y comenzó a hablar y a bendecir a Dios. 65 Todos sus vecinos se llenaron de temor, y todo esto se divulgó por todas las montañas de Judea. 66 Todos los que oían esto se ponían a pensar, y se preguntaban: «¿Qué va a ser de este niño?» Y es que la mano del Señor estaba con él.

Profecía de Zacarías

67 Lleno del Espíritu Santo, Zacarías, su padre, profetizó:

68 «Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha venido a redimir a su pueblo.
69 Nos ha levantado un poderoso Salvador
en la casa de David, su siervo,
70 tal y como lo anunció en el pasado
por medio de sus santos profetas:
71 “Salvación de nuestros enemigos,
y del poder de los que nos odian.”
72 Mostró su misericordia a nuestros padres,
y se acordó de su santo pacto,
73 de su juramento a nuestro padre Abrahán:
Prometió que nos concedería
74 ser liberados de nuestros enemigos,
para poder servirle sin temor,
75 en santidad y en justicia
todos nuestros días delante de él.
76 Y a ti, niño, te llamarán “Profeta del Altísimo”,
porque irás precediendo al Señor
para preparar sus caminos.(L)
77 Darás a conocer a su pueblo la salvación
y el perdón de sus pecados,
78 por la entrañable misericordia de nuestro Dios.
La aurora nos visitó desde lo alto,
79 para alumbrar a los que viven en tinieblas(M)
y en medio de sombras de muerte;
para encaminarnos por la senda de la paz.»

80 El niño fue creciendo y fortaleciéndose en espíritu, y vivió en lugares apartados hasta el día en que se presentó públicamente a Israel.

Dedicatoria a Teófilo

Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido.

Anuncio del nacimiento de Juan

Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías;(A) su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet. Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada. Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según el orden de su clase, conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Señor. 10 Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso. 11 Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. 12 Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor. 13 Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. 14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; 15 porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra,(B) y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. 16 Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. 17 E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos,(C) y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. 18 Dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada. 19 Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel,(D) que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas. 20 Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo. 21 Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaba de que él se demorase en el santuario. 22 Pero cuando salió, no les podía hablar; y comprendieron que había visto visión en el santuario. Él les hablaba por señas, y permaneció mudo. 23 Y cumplidos los días de su ministerio, se fue a su casa.

24 Después de aquellos días concibió su mujer Elisabet, y se recluyó en casa por cinco meses, diciendo: 25 Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres.

Anuncio del nacimiento de Jesús

26 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.(E) 28 Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. 29 Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. 30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.(F) 32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.(G) 34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. 35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. 36 Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; 37 porque nada hay imposible para Dios.(H) 38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.

María visita a Elisabet

39 En aquellos días, levantándose María, fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá; 40 y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet. 41 Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, 42 y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. 43 ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? 44 Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. 45 Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor.

46 Entonces María dijo:(I)

Engrandece mi alma al Señor;

47 Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.

48 Porque ha mirado la bajeza de su sierva;

Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.

49 Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso;

Santo es su nombre,

50 Y su misericordia es de generación en generación

A los que le temen.

51 Hizo proezas con su brazo;

Esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones.

52 Quitó de los tronos a los poderosos,

Y exaltó a los humildes.

53 A los hambrientos colmó de bienes,

Y a los ricos envió vacíos.

54 Socorrió a Israel su siervo,

Acordándose de la misericordia

55 De la cual habló a nuestros padres,

Para con Abraham(J) y su descendencia para siempre.

56 Y se quedó María con ella como tres meses; después se volvió a su casa.

Nacimiento de Juan el Bautista

57 Cuando a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, dio a luz un hijo. 58 Y cuando oyeron los vecinos y los parientes que Dios había engrandecido para con ella su misericordia, se regocijaron con ella. 59 Aconteció que al octavo día vinieron para circuncidar al niño;(K) y le llamaban con el nombre de su padre, Zacarías; 60 pero respondiendo su madre, dijo: No; se llamará Juan. 61 Le dijeron: ¿Por qué? No hay nadie en tu parentela que se llame con ese nombre. 62 Entonces preguntaron por señas a su padre, cómo le quería llamar. 63 Y pidiendo una tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron. 64 Al momento fue abierta su boca y suelta su lengua, y habló bendiciendo a Dios. 65 Y se llenaron de temor todos sus vecinos; y en todas las montañas de Judea se divulgaron todas estas cosas. 66 Y todos los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo: ¿Quién, pues, será este niño? Y la mano del Señor estaba con él.

Profecía de Zacarías

67 Y Zacarías su padre fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo:

68 Bendito el Señor Dios de Israel,

Que ha visitado y redimido a su pueblo,

69 Y nos levantó un poderoso Salvador

En la casa de David su siervo,

70 Como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio;

71 Salvación de nuestros enemigos, y de la mano de todos los que nos aborrecieron;

72 Para hacer misericordia con nuestros padres,

Y acordarse de su santo pacto;

73 Del juramento que hizo a Abraham nuestro padre,

Que nos había de conceder

74 Que, librados de nuestros enemigos,

Sin temor le serviríamos

75 En santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días.

76 Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado;

Porque irás delante de la presencia del Señor, para preparar sus caminos;(L)

77 Para dar conocimiento de salvación a su pueblo,

Para perdón de sus pecados,

78 Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,

Con que nos visitó desde lo alto la aurora,

79 Para dar luz a los que habitan en tinieblas(M) y en sombra de muerte;

Para encaminar nuestros pies por camino de paz.

80 Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel.

Pasimula

1-3 Kagalang-galang na Teofilus:

Marami na ang sumulat tungkol sa mga nangyari rito sa atin. Isinulat nila ang tungkol kay Jesus, na isinalaysay din sa amin ng mga taong nangaral ng salita ng Dios at nakasaksi mismo sa mga pangyayari mula pa noong una. Pagkatapos kong suriing mabuti ang lahat ng ito mula sa simula, minabuti kong sumulat din ng isang maayos na salaysay para sa iyo, upang lubusan mong matiyak na totoo ang mga aral na itinuro sa iyo.

Nagpakita ang Anghel kay Zacarias

Noong si Herodes ang hari sa Judea, may isang pari na ang pangalan ay Zacarias na kabilang sa grupo ng mga pari na tinatawag na “Grupo ni Abijah.” Ang asawa niya ay si Elizabet na kabilang din sa angkan ni Aaron. Silang dalawa ay kapwa matuwid sa harap ng Dios. Maingat nilang sinusunod ang lahat ng utos at mga tuntunin ng Panginoon. Wala silang anak dahil baog si Elizabet, at matanda na silang pareho.

Isang araw, ang grupo ni Zacarias ang nakatalagang maglingkod sa templo ng Panginoon. At katulad ng nakaugalian nila bilang mga pari, nagpalabunutan sila, at si Zacarias ang nabunot. Kaya siya ang pumasok sa loob ng templo para magsunog ng insenso sa altar. 10 Habang nagsusunog siya roon ng insenso, maraming tao ang nananalangin sa labas. 11 Biglang nagpakita kay Zacarias ang isang anghel ng Panginoon. Nakatayo ang anghel sa bandang kanan ng altar na pinagsusunugan ng insenso. 12 Nabagabag at natakot si Zacarias nang makita niya ang anghel. 13 Pero sinabi sa kanya ng anghel, “Huwag kang matakot, Zacarias! Dininig ng Dios ang panalangin mo. Magkakaanak ng isang lalaki ang asawa mong si Elizabet, at Juan ang ipapangalan mo sa kanya. 14 Matutuwa kayo at magiging maligaya dahil sa kanya, at marami ang magagalak sa pagsilang niya, 15 dahil magiging dakila siya sa harap ng Panginoon. Hindi siya dapat uminom ng alak o anumang inuming nakakalasing. Sa sinapupunan pa lang ng kanyang ina ay sasakanya na ang Banal na Espiritu. 16 Maraming Israelita ang panunumbalikin niya sa Panginoon na kanilang Dios. 17 Mauuna siya sa Panginoon upang ihanda ang mga tao sa pagdating ng Panginoon. Gagawin niya ito sa tulong ng Banal na Espiritu at sa pamamagitan ng kapangyarihang katulad ng kay Elias noon. Tuturuan niya ang mga magulang[a] na mahalin ang kanilang mga anak, at ibabalik niya sa matuwid na pag-iisip ang mga taong masuwayin sa Dios.”

18 Sinabi ni Zacarias sa anghel, “Paano po mangyayari ang mga sinabi nʼyo? Matanda na ako, at ganoon din ang asawa ko.”

19 Sumagot ang anghel, “Ako si Gabriel na naglilingkod sa harapan ng Dios. Siya ang nagsugo sa akin para sabihin sa iyo ang magandang balitang ito. 20 Ngunit dahil hindi ka naniwala sa sinabi ko, magiging pipi ka. Hindi ka makakapagsalita hanggaʼt hindi natutupad ang sinabi ko sa iyo. Sapagkat tiyak na mangyayari ang sinabi ko pagdating ng panahong itinakda ng Dios.”

21 Samantala, hinihintay ng mga tao ang paglabas ni Zacarias. Nagtataka sila kung bakit nagtagal siya sa loob ng templo. 22 Nang lumabas siya, hindi na siya makapagsalita at sumesenyas na lang siya. Kaya inisip nila na may nakita siyang pangitain sa loob ng templo. At mula noon naging pipi na siya.

23 Nang matapos na ang panahon ng kanyang paglilingkod, umuwi na si Zacarias. 24 Hindi nagtagal, nagbuntis si Elizabet, at sa loob ng limang buwan ay hindi siya umalis ng bahay. 25 Sinabi niya, “Napakabuti ng Panginoon. Inalis niya ang kahihiyan ko sa mga tao bilang isang baog.”

Nagpakita kay Maria ang Anghel

26 Nang ikaanim na buwan ng pagbubuntis ni Elizabet, inutusan ng Dios ang anghel na si Gabriel na pumunta sa nayon ng Nazaret sa Galilea. 27 Pinapunta siya sa isang birhen[b] na ang pangalan ay Maria. Nakatakda nang ikasal si Maria kay Jose na mula sa lahi ni Haring David. 28 Sinabi ni Gabriel kay Maria, “Matuwa ka,[c] Maria, ikaw na pinagpala ng Dios. Sumasaiyo ang Panginoon.”

29 Nabagabag si Maria sa sinabi ng anghel. Inisip niyang mabuti kung ano ang ibig sabihin noon. 30 Kaya sinabi sa kanya ng anghel, “Huwag kang matakot, Maria, dahil pinagpala ka ng Dios. 31 Magbubuntis ka at manganganak ng isang lalaki, at papangalanan mo siyang Jesus. 32 Magiging dakila siya at tatawaging Anak ng Kataas-taasang Dios. Ibibigay sa kanya ng Panginoong Dios ang trono ng ninuno niyang si David. 33 Maghahari siya sa mga lahi ni Jacob magpakailanman; ang paghahari niya ay walang katapusan.”

34 Nagtanong si Maria sa anghel, “Paano po ito mangyayari gayong dalaga pa ako?”

35 Sumagot ang anghel, “Sasaiyo ang Banal na Espiritu at lililiman ka ng kapangyarihan ng Kataas-taasang Dios. Kaya ang banal na sanggol na ipapanganak mo ay tatawaging Anak ng Dios. 36 Maging ang kamag-anak mong si Elizabet ay buntis din sa kabila ng kanyang katandaan. Alam ng lahat na baog siya, pero anim na buwan na siyang buntis ngayon. 37 Sapagkat walang imposible sa Dios.”

38 Sumagot si Maria, “Alipin po ako ng Panginoon. Mangyari nawa sa akin ang mga sinabi ninyo.” At iniwan siya ng anghel.

Ang Pagdalaw ni Maria kay Elizabet

39 Hindi nagtagal, nag-ayos si Maria at dali-daling pumunta sa isang bayan sa kabundukan ng Judea kung saan nakatira sina Zacarias. 40 Pagdating niya sa bahay nina Zacarias, binati niya si Elizabet. 41 Nang marinig ni Elizabet ang pagbati ni Maria, naramdaman niyang gumalaw nang malakas ang sanggol sa kanyang sinapupunan. Napuspos ng Banal na Espiritu si Elizabet 42 at malakas niyang sinabi, “Higit kang pinagpala ng Dios sa lahat ng babae, at pinagpala rin niya ang magiging anak mo! 43 Isang malaking karangalan na dalawin ako ng ina ng aking Panginoon. 44 Nang marinig ko ang pagbati mo sa akin, gumalaw nang malakas sa tuwa ang sanggol sa sinapupunan ko. 45 Mapalad ka dahil naniwala kang matutupad ang sinabi sa iyo ng Panginoon.”

Ang Awit ni Maria

46 At sinabi ni Maria,

    “Buong puso kong pinupuri ang Panginoon,
47 at nagagalak ang aking espiritu sa Dios na aking Tagapagligtas!
48 Sapagkat inalala niya ako na kanyang abang lingkod.
    Mula ngayon ay ituturing akong mapalad ng lahat ng henerasyon,
49 dahil sa dakilang mga bagay na ginawa sa akin ng Makapangyarihang Dios.
    Banal siya!
50 Kinaaawaan niya ang mga taong may takot sa kanya sa bawat henerasyon.
51 Ipinakita niya ang dakila niyang mga gawa sa pamamagitan ng kanyang kapangyarihan.
    Itinaboy niya ang mga taong mataas ang tingin sa sarili.
52 Ibinagsak niya ang mga makapangyarihang hari mula sa kanilang mga trono,
    at itinaas niya ang mga nasa mababang kalagayan.
53 Binusog niya ng mabubuting bagay ang mga nagugutom,
    ngunit pinaalis niya na walang dala ang mayayaman.
54-55 Tinulungan niya ang Israel na kanyang lingkod. Sapagkat hindi niya kinalimutan ang kanyang ipinangako sa ating mga ninuno, kay Abraham at sa kanyang lahi, na kaaawaan niya sila magpakailanman.”

56 At nakitira si Maria kina Elizabet ng mga tatlong buwan bago siya umuwi.

Ang Pagsilang kay Juan na Tagapagbautismo

57 Dumating na ang oras ng panganganak ni Elizabet, at nagsilang siya ng isang lalaki. 58 Nabalitaan ng mga kapitbahay at mga kamag-anak niya kung paano siya pinagpala ng Panginoon, at nakigalak sila sa kanya.

59 Nang walong araw na ang sanggol, dumalo ang mga kapitbahay at mga kamag-anak sa pagtutuli sa kanya. Zacarias sana ang ipapangalan nila sa bata dahil iyon din ang pangalan ng kanyang ama. 60 Pero sinabi ni Elizabet, “Hindi! Juan ang ipapangalan sa kanya.” 61 Sumagot ang mga tao, “Pero wala namang may ganyang pangalan sa pamilya ninyo.” 62 Kaya tinanong nila ang ama sa pamamagitan ng senyas kung ano ang gusto niyang ipangalan sa sanggol. 63 Sumenyas siya na bigyan siya ng masusulatan. Pagkatapos ay isinulat niya, “Juan ang ipapangalan sa kanya.” Nagtaka silang lahat. 64 Noon din ay nakapagsalita na si Zacarias at nagpuri sa Dios. 65 Nangilabot ang lahat ng kapitbahay nila, at naging usap-usapan sa buong kabundukan ng Judea ang pangyayaring iyon. 66 Ang lahat ng nakabalita ay nag-isip at nagtanong, “Magiging ano kaya ang batang ito kapag lumaki na siya?” Sapagkat malinaw na sumasakanya ang Panginoon.

Ang Pahayag ni Zacarias

67 Napuspos ng Banal na Espiritu ang ama ni Juan na si Zacarias at kanyang ipinahayag:

68 “Purihin ang Panginoong Dios ng Israel!
    Sapagkat inalala niya at tinubos ang kanyang bayan.
69 Sinugo niya sa atin ang makapangyarihang Tagapagligtas mula sa angkan ng lingkod niyang si David.
70 Itoʼy ayon sa ipinangako niya noon pang unang panahon sa pamamagitan ng kanyang mga banal na propeta.
71 Ipinangako niya na ililigtas niya tayo sa ating mga kaaway at sa lahat ng napopoot sa atin.
72 Kaaawaan niya ang ating mga ninuno, at tutuparin ang banal niyang kasunduan sa kanila
73 na ipinangako niya sa ninuno nating si Abraham.
74 Ayon nga sa kanyang kasunduan, ililigtas niya tayo sa ating mga kaaway upang makapaglingkod tayo sa kanya nang walang takot,
75 at maging banal at matuwid sa kanyang paningin habang tayo ay nabubuhay.”
76 Sinabi naman ni Zacarias sa anak niya,
    “Ikaw naman, anak ay tatawaging propeta ng Kataas-taasang Dios,
    dahil mauuna ka sa Panginoon upang ihanda ang mga tao sa kanyang pagdating.
77 Ituturo mo sa mga mamamayan niya kung paano sila maliligtas sa pamamagitan ng kapatawaran ng kanilang mga kasalanan,
78 dahil maawain at mapagmahal ang ating Dios.
Tulad ng pagsikat ng araw, ipapadala niya sa atin ang Tagapagligtas 79     upang maliwanagan ang mga taong nasa kadiliman at takot sa kamatayan.
    At tuturuan niya tayo kung paano mamuhay nang may mabuting relasyon sa Dios at sa kapwa.”

80 Lumaki ang batang si Juan at lumakas sa espiritu. Nanirahan siya sa ilang hanggang sa araw na nagsimula siyang mangaral sa mga Israelita.

Footnotes

  1. 1:17 magulang: sa literal, ama.
  2. 1:27 birhen: o, dalaga.
  3. 1:28 Matuwa ka: o, Binabati kita.