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HABIENDO muchos tentado á poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas,

Como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron por sus ojos, y fueron ministros de la palabra;

Me ha parecido también á mí, después de haber entendido todas las cosas desde el principio con diligencia, escribírtelas por orden, oh muy buen Teófilo,

Para que conozcas la verdad de las cosas en las cuales has sido enseñado.

HUBO en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la suerte de Abías; y su mujer, de las hijas de Aarón, llamada Elisabet.

Y eran ambos justos delante de Dios, andando sin reprensión en todos los mandamientos y estatutos del Señor.

Y no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran avanzados en días.

Y aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios por el orden de su vez,

Conforme á la costumbre del sacerdocio, salió en suerte á poner el incienso, entrando en el templo del Señor.

10 Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando á la hora del incienso.

11 Y se le apareció el ángel del Señor puesto en pie á la derecha del altar del incienso.

12 Y se turbó Zacarías viéndo le, y cayó temor sobre él.

13 Mas el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te parirá un hijo, y llamarás su nombre Juan.

14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se gozarán de su nacimiento.

15 Porque será grande delante de Dios, y no beberá vino ni sidra; y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el seno de su madre.

16 Y á muchos de los hijos de Israel convertirá al Señor Dios de ellos.

17 Porque él irá delante de él con el espíritu y virtud de Elías, para convertir los corazones de los padres á los hijos, y los rebeldes á la prudencia de los justos, para aparejar al Señor un pueblo apercibido.

18 Y dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? porque yo soy viejo, y mi mujer avanzada en días.

19 Y respondiendo el ángel le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y soy enviado á hablarte, y á darte estas buenas nuevas.

20 Y he aquí estarás mudo y no podrás hablar, hasta el día que esto sea hecho, por cuanto no creíste á mis palabras, las cuales se cumplirán á su tiempo.

21 Y el pueblo estaba esperando á Zacarías, y se maravillaban de que él se detuviese en el templo.

22 Y saliendo, no les podía hablar: y entendieron que había visto visión en el templo: y él les hablaba por señas, y quedó mudo.

23 Y fué, que cumplidos los días de su oficio, se vino á su casa.

24 Y después de aquellos días concibió su mujer Elisabet, y se encubrió por cinco meses, diciendo:

25 Porque el Señor me ha hecho así en los días en que miró para quitar mi afrenta entre los hombres.

26 Y al sexto mes, el ángel Gabriel fué enviado de Dios á una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,

27 A una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David: y el nombre de la virgen era María.

28 Y entrando el ángel á donde estaba, dijo, ­Salve, muy favorecida! el Señor es contigo: bendita tú entre las mujeres.

29 Mas ella, cuando le vió, se turbó de sus palabras, y pensaba qué salutación fuese ésta.

30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia cerca de Dios.

31 Y he aquí, concebirás en tu seno, y parirás un hijo, y llamarás su nombre JESUS.

32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo: y le dará el Señor Dios el trono de David su padre:

33 Y reinará en la casa de Jacob por siempre; y de su reino no habrá fin.

34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? porque no conozco varón.

35 Y respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te hará sombra; por lo cual también lo Santo que nacerá, será llamado Hijo de Dios.

36 Y he aquí, Elisabet tu parienta, también ella ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes á ella que es llamada la estéril:

37 Porque ninguna cosa es imposible para Dios.

38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase á mí conforme á tu palabra. Y el ángel partió de ella.

39 En aquellos días levantándose María, fué á la montaña con priesa, á una ciudad de Judá;

40 Y entró en casa de Zacarías, y saludó á Elisabet.

41 Y aconteció, que como oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fué llena del Espíritu Santo,

42 Y exclamó á gran voz, y dijo. Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre.

43 ¿Y de dónde esto á mí, que la madre de mi Señor venga á mí?

44 Porque he aquí, como llegó la voz de tu salutación á mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.

45 Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor.

46 Entonces María dijo: engrandece mi alma al Señor;

47 Y mi espíritu se alegró en Dios mi Salvador,

48 Porque ha mirado á la bajeza de su criada; Porque he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.

49 Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Y santo es su nombre.

50 Y su misericordia de generación á generación A los que le temen.

51 Hizo valentía con su brazo: Esparció los soberbios del pensamiento de su corazón.

52 Quitó los poderosos de los tronos, Y levantó á los humildes.

53 A los hambrientos hinchió de bienes; Y á los ricos envió vacíos.

54 Recibió á Israel su siervo, Acordandose de la misericordia.

55 Como habló á nuestros padres A Abraham y á su simiente para siempre.

56 Y se quedó María con ella como tres meses: después se volvió á su casa.

57 Y á Elisabet se le cumplió el tiempo de parir, y parió un hijo.

58 Y oyeron los vecinos y los parientes que Dios había hecho con ella grande misericordia, y se alegraron con ella.

59 Y aconteció, que al octavo día vinieron para circuncidar al niño; y le llamaban del nombre de su padre, Zacarías.

60 Y respondiendo su madre, dijo: No; sino Juan será llamado.

61 Y le dijeron: ¿Por qué? nadie hay en tu parentela que se llame de este nombre.

62 Y hablaron por señas á su padre, cómo le quería llamar.

63 Y demandando la tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron.

64 Y luego fué abierta su boca y su lengua, y habló bendiciendo á Dios.

65 Y fué un temor sobre todos los vecinos de ellos; y en todas las montañas de Judea fueron divulgadas todas estas cosas.

66 Y todos los que las oían, las conservaban en su corazón, diciendo: ¿Quién será este niño? Y la mano del Señor estaba con él.

67 Y Zacarías su padre fué lleno de Espíritu Santo, y profetizó, diciendo:

68 Bendito el Señor Dios de Israel, Que ha visitado y hecho redención á su pueblo,

69 Y nos alzó un cuerno de salvación En la casa de David su siervo,

70 Como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio:

71 Salvación de nuestros enemigos, y de mano de todos los que nos aborrecieron;

72 Para hacer misericordia con nuestros padres, Y acordándose de su santo pacto;

73 Del juramento que juró á Abraham nuestro padre, Que nos había de dar,

74 Que sin temor librados de nuestros enemigos, Le serviríamos

75 En santidad y en justicia delante de él, todos los días nuestros.

76 Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado; Porque irás ante la faz del Señor, para aparejar sus caminos;

77 Dando conocimiento de salud á su pueblo, Para remisión de sus pecados,

78 Por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, Con que nos visitó de lo alto el Oriente,

79 Para dar luz á los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz.

80 Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu: y estuvo en los desiertos hasta el día que se mostró á Israel.

Introducción

Por cuanto muchos han tratado de compilar una historia de las cosas que entre nosotros son muy ciertas[a](A), tal como nos las han transmitido los que desde el principio(B) fueron[b] testigos oculares(C) y ministros(D) de la palabra[c](E), también a mí me ha parecido conveniente, después de haberlo investigado[d] todo con diligencia desde el principio(F), escribírtelas ordenadamente(G), excelentísimo(H) Teófilo(I), para que sepas la verdad precisa acerca de las cosas que te han sido enseñadas[e](J).

Anuncio del nacimiento de Juan el Bautista

Hubo en los días de Herodes(K), rey de Judea, cierto sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías(L), que tenía por mujer una de las hijas de Aarón[f] que se llamaba Elisabet. Ambos eran justos delante de Dios(M), y se conducían intachablemente(N) en todos los mandamientos y preceptos del Señor. No tenían hijos, porque Elisabet era estéril, y ambos eran de edad avanzada[g].

Pero aconteció que mientras Zacarías[h] ejercía su ministerio sacerdotal delante de Dios según el orden indicado a su grupo(O), conforme a la costumbre del sacerdocio, fue escogido por sorteo para entrar al templo del Señor y quemar incienso(P). 10 Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando(Q) a la hora de la ofrenda de incienso. 11 Y se le apareció un ángel del Señor(R), de pie, a la derecha del altar del incienso. 12 Al verlo, Zacarías se turbó, y el temor se apoderó de[i] él(S). 13 Pero el ángel le dijo: No temas(T), Zacarías, porque tu petición ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y lo llamarás[j] Juan(U). 14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su nacimiento. 15 Porque él será grande delante del Señor; no beberá ni vino ni licor(V), y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre. 16 Y él hará volver a muchos de los hijos de Israel al Señor su Dios(W). 17 E irá delante de Él(X) en el espíritu y poder de Elías(Y) para hacer volver los corazones de los padres a los hijos(Z), y a los desobedientes a la actitud de los justos, a fin de preparar(AA) para el Señor un pueblo bien dispuesto.

18 Entonces Zacarías dijo al ángel: ¿Cómo podré saber esto? Porque yo soy anciano y mi mujer es de edad avanzada[k](AB). 19 Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel(AC), que estoy en[l] la presencia de Dios(AD), y he sido enviado para hablarte y anunciarte estas buenas nuevas. 20 Y he aquí, te quedarás mudo, y no podrás hablar hasta el día en que todo esto acontezca, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo. 21 Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaba de su tardanza en el templo. 22 Pero cuando salió, no podía hablarles, y se dieron cuenta de que había visto una visión en el templo; y él les hablaba por señas(AE), y permanecía mudo. 23 Y[m] cuando se cumplieron los días de su servicio sacerdotal, regresó a su casa.

24 Y después de estos días, Elisabet su mujer concibió, y se recluyó[n] por cinco meses, diciendo: 25 Así ha obrado el Señor conmigo en los días en que se dignó mirarme para quitar mi afrenta entre los hombres(AF).

Anuncio del nacimiento de Jesús

26 Y al sexto mes, el ángel Gabriel(AG) fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret(AH), 27 a una virgen desposada[o] con un hombre que se llamaba José(AI), de los descendientes[p] de David(AJ); y el nombre de la virgen era María. 28 Y entrando el ángel, le dijo: ¡Salve, muy favorecida[q]! El Señor está[r] contigo; bendita eres tú entre las mujeres[s]. 29 Pero ella se turbó(AK) mucho por estas[t] palabras, y se preguntaba qué clase de saludo sería este. 30 Y el ángel le dijo: No temas(AL), María, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y he aquí, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por[u] nombre Jesús(AM). 32 Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo(AN); y el Señor Dios le dará el trono de su padre David(AO); 33 y reinará sobre la casa de Jacob(AP) para siempre, y su reino no tendrá fin(AQ). 34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto, puesto que soy virgen[v]? 35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti(AR), y el poder del Altísimo(AS) te cubrirá con su sombra; por eso el santo Niño(AT) que nacerá[w] será llamado Hijo de Dios(AU). 36 Y he aquí, tu parienta Elisabet en su vejez también ha concebido un hijo; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril. 37 Porque ninguna cosa[x] será imposible para[y] Dios(AV). 38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.

María visita a Elisabet

39 En esos[z] días María se levantó y fue apresuradamente a la región montañosa(AW), a una ciudad de Judá; 40 y entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet. 41 Y aconteció que cuando Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo(AX), 42 y exclamó a gran voz y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! 43 ¿Por qué me ha acontecido esto a mí[aa], que la madre de mi Señor(AY) venga a mí? 44 Porque he aquí, apenas la voz de tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de gozo en mi vientre. 45 Y bienaventurada(AZ) la que creyó que tendrá[ab] cumplimiento lo que le fue dicho de parte del Señor. 46 Entonces María dijo:

(BA)Mi alma engrandece al Señor(BB),
47 y mi espíritu se regocija en Dios(BC) mi Salvador(BD).
48 Porque ha mirado la humilde condición de esta su sierva;
pues he aquí, desde ahora en adelante todas las generaciones me tendrán por bienaventurada(BE).
49 Porque grandes cosas me ha hecho el Poderoso;
y santo es su nombre.
50 Y de generación en generación[ac] es su misericordia
para los que le temen(BF).
51 Ha hecho proezas[ad] con su brazo(BG);
ha esparcido a los soberbios en el pensamiento de sus corazones.
52 Ha quitado a los poderosos de sus tronos;
y ha exaltado a los humildes(BH);
53 a los hambrientos ha colmado de bienes(BI)
y ha despedido a los ricos con las manos vacías.
54 Ha ayudado a Israel, su siervo,
para recuerdo de su[ae] misericordia
55 tal como dijo a nuestros padres,
a Abraham y a su descendencia[af] para siempre(BJ).

56 Y María se quedó con Elisabet[ag] como tres meses, y después regresó a su casa.

Nacimiento de Juan el Bautista

57 Cuando a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, dio a luz un hijo. 58 Y sus vecinos y parientes oyeron que el Señor había demostrado su gran[ah] misericordia(BK) hacia ella; y se regocijaban con ella. 59 Y[ai] al octavo día vinieron para circuncidar al niño(BL), y lo iban a llamar Zacarías según el nombre de su padre. 60 Pero la[aj] madre respondió, y dijo: No, sino que se llamará Juan(BM). 61 Y le dijeron: No hay nadie en tu familia[ak] que tenga ese nombre. 62 Entonces preguntaban por[al] señas(BN) al padre, cómo lo quería llamar. 63 Y él pidió una tablilla y escribió lo siguiente[am]: Su nombre es Juan(BO). Y todos se maravillaron. 64 Al instante le fue abierta su boca y suelta su lengua, y comenzó a hablar(BP) dando alabanza a Dios. 65 Y vino temor sobre todos los que vivían a su alrededor; y todas estas cosas se comentaban en toda la región montañosa(BQ) de Judea. 66 Y todos los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo: ¿Qué, pues, llegará a ser este niño? Porque la mano del Señor ciertamente estaba con él(BR).

Profecía de Zacarías

67 Y su padre Zacarías fue lleno del Espíritu Santo(BS), y profetizó(BT) diciendo:

68 Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque nos ha visitado y ha efectuado redención(BU) para su pueblo,
69 y nos ha levantado un cuerno de salvación(BV)
en la casa de David su siervo(BW),
70 tal como lo anunció[an] por boca de sus santos profetas(BX) desde los tiempos antiguos(BY),
71 salvación[ao](BZ) de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos aborrecen(CA);
72 para mostrar misericordia(CB) a nuestros padres,
y para recordar su santo pacto(CC),
73 el juramento que hizo[ap] a nuestro padre Abraham(CD):
74 concedernos que, librados de la mano de nuestros enemigos,
le sirvamos sin temor
75 en santidad y justicia(CE) delante de Él, todos nuestros días.
76 Y tú, niño, serás llamado profeta(CF) del Altísimo(CG);
porque irás delante del Señor(CH) para preparar sus caminos(CI);
77 para dar a su pueblo el conocimiento de la salvación
por[aq] el perdón de sus pecados(CJ),
78 por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
con que la Aurora(CK) nos visitará desde lo alto,
79 para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte(CL),
para guiar nuestros pies en el camino de paz.

80 Y el niño crecía y se fortalecía(CM) en espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que apareció en público a Israel.

Footnotes

  1. Lucas 1:1 O, sobre las cuales hay plena convicción
  2. Lucas 1:2 Lit., llegaron a ser
  3. Lucas 1:2 I.e., el evangelio
  4. Lucas 1:3 O, seguido
  5. Lucas 1:4 O, instruido oralmente
  6. Lucas 1:5 I.e., de descendencia sacerdotal
  7. Lucas 1:7 Lit., avanzados en sus días
  8. Lucas 1:8 Lit., él
  9. Lucas 1:12 Lit., cayó sobre
  10. Lucas 1:13 Lit., llamarás su nombre
  11. Lucas 1:18 Lit., avanzada en sus días
  12. Lucas 1:19 Lit., estoy junto a
  13. Lucas 1:23 Lit., Y sucedió que
  14. Lucas 1:24 Lit., estuvo escondida
  15. Lucas 1:27 O, comprometida para casarse
  16. Lucas 1:27 Lit., de la casa
  17. Lucas 1:28 O, ricamente bendecida
  18. Lucas 1:28 O, sea
  19. Lucas 1:28 Algunos mss. antiguos no incluyen: bendita...mujeres
  20. Lucas 1:29 Lit., las
  21. Lucas 1:31 Lit., y llamarás su
  22. Lucas 1:34 Lit., no conozco hombre
  23. Lucas 1:35 Lit., lo santo engendrado
  24. Lucas 1:37 Lit., palabra
  25. Lucas 1:37 O, con
  26. Lucas 1:39 Lit., estos
  27. Lucas 1:43 Lit., ¿Y de dónde esto a mí
  28. Lucas 1:45 O, porque habrá un
  29. Lucas 1:50 Lit., a generaciones y generaciones
  30. Lucas 1:51 Lit., proeza
  31. Lucas 1:54 Lit., con el fin de recordar
  32. Lucas 1:55 Lit., simiente
  33. Lucas 1:56 Lit., ella
  34. Lucas 1:58 Lit., engrandecido su
  35. Lucas 1:59 Lit., Y sucedió que
  36. Lucas 1:60 Lit., su
  37. Lucas 1:61 O, entre tus parientes
  38. Lucas 1:62 Lit., hacían
  39. Lucas 1:63 Lit., diciendo
  40. Lucas 1:70 Lit., habló
  41. Lucas 1:71 O, liberación
  42. Lucas 1:73 Lit., que juró
  43. Lucas 1:77 O, que consiste en

Dedicatoria a Teófilo

Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido.

Anuncio del nacimiento de Juan

Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías;(A) su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet. Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada. Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según el orden de su clase, conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Señor. 10 Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso. 11 Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. 12 Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor. 13 Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. 14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; 15 porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra,(B) y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. 16 Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. 17 E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos,(C) y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. 18 Dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada. 19 Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel,(D) que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas. 20 Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo. 21 Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaba de que él se demorase en el santuario. 22 Pero cuando salió, no les podía hablar; y comprendieron que había visto visión en el santuario. Él les hablaba por señas, y permaneció mudo. 23 Y cumplidos los días de su ministerio, se fue a su casa.

24 Después de aquellos días concibió su mujer Elisabet, y se recluyó en casa por cinco meses, diciendo: 25 Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres.

Anuncio del nacimiento de Jesús

26 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.(E) 28 Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. 29 Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. 30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.(F) 32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.(G) 34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. 35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. 36 Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; 37 porque nada hay imposible para Dios.(H) 38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.

María visita a Elisabet

39 En aquellos días, levantándose María, fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá; 40 y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet. 41 Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, 42 y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. 43 ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? 44 Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. 45 Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor.

46 Entonces María dijo:(I)

Engrandece mi alma al Señor;

47 Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.

48 Porque ha mirado la bajeza de su sierva;

Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.

49 Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso;

Santo es su nombre,

50 Y su misericordia es de generación en generación

A los que le temen.

51 Hizo proezas con su brazo;

Esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones.

52 Quitó de los tronos a los poderosos,

Y exaltó a los humildes.

53 A los hambrientos colmó de bienes,

Y a los ricos envió vacíos.

54 Socorrió a Israel su siervo,

Acordándose de la misericordia

55 De la cual habló a nuestros padres,

Para con Abraham(J) y su descendencia para siempre.

56 Y se quedó María con ella como tres meses; después se volvió a su casa.

Nacimiento de Juan el Bautista

57 Cuando a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, dio a luz un hijo. 58 Y cuando oyeron los vecinos y los parientes que Dios había engrandecido para con ella su misericordia, se regocijaron con ella. 59 Aconteció que al octavo día vinieron para circuncidar al niño;(K) y le llamaban con el nombre de su padre, Zacarías; 60 pero respondiendo su madre, dijo: No; se llamará Juan. 61 Le dijeron: ¿Por qué? No hay nadie en tu parentela que se llame con ese nombre. 62 Entonces preguntaron por señas a su padre, cómo le quería llamar. 63 Y pidiendo una tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron. 64 Al momento fue abierta su boca y suelta su lengua, y habló bendiciendo a Dios. 65 Y se llenaron de temor todos sus vecinos; y en todas las montañas de Judea se divulgaron todas estas cosas. 66 Y todos los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo: ¿Quién, pues, será este niño? Y la mano del Señor estaba con él.

Profecía de Zacarías

67 Y Zacarías su padre fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo:

68 Bendito el Señor Dios de Israel,

Que ha visitado y redimido a su pueblo,

69 Y nos levantó un poderoso Salvador

En la casa de David su siervo,

70 Como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio;

71 Salvación de nuestros enemigos, y de la mano de todos los que nos aborrecieron;

72 Para hacer misericordia con nuestros padres,

Y acordarse de su santo pacto;

73 Del juramento que hizo a Abraham nuestro padre,

Que nos había de conceder

74 Que, librados de nuestros enemigos,

Sin temor le serviríamos

75 En santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días.

76 Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado;

Porque irás delante de la presencia del Señor, para preparar sus caminos;(L)

77 Para dar conocimiento de salvación a su pueblo,

Para perdón de sus pecados,

78 Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,

Con que nos visitó desde lo alto la aurora,

79 Para dar luz a los que habitan en tinieblas(M) y en sombra de muerte;

Para encaminar nuestros pies por camino de paz.

80 Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel.