¹¹ Yo estableceré mi residencia en medio de ustedes, y no los rechazaré. ¹² Andaré entre ustedes, y yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo.^(A)

²³ Jesús le respondió: «El que me ama, obedecerá mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y con él nos quedaremos a vivir.

¹⁶ ¿Y qué acuerdo puede haber entre el templo de Dios y los ídolos? ¡Ustedes son el templo del Dios viviente!^(A) Ya Dios lo ha dicho:

²⁷ Allí, en medio de ellos, estará mi tabernáculo, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.^(A)

²⁶ Les daré un corazón nuevo, y pondré en ustedes un espíritu nuevo; les quitaré el corazón de piedra que ahora tienen, y les daré un corazón sensible. ²⁷ Pondré en ustedes mi espíritu, y haré que cumplan mis estatutos, y que obedezcan y pongan en práctica mis preceptos. ²⁸ Y ustedes habitarán en la tierra que les di a sus padres, y serán mi pueblo, y yo seré su Dios.^(A)

³ Entonces oí que desde el trono salía una potente voz, la cual decía: «Aquí está el tabernáculo de Dios con los hombres. Él vivirá con ellos, y ellos serán su pueblo,^(A) y Dios mismo estará con ellos y será su Dios.

¹⁶ La palabra de Cristo habite ricamente en ustedes. Instrúyanse y exhórtense unos a otros con toda sabiduría; canten al Señor salmos, himnos y cánticos espirituales, con gratitud de corazón.