Add parallel Print Page Options

El sacrificio expiatorio por el pecado del sacerdote

»Si el que peca es el sacerdote ungido, haciendo con ello culpable al pueblo, deberá ofrecer al Señor, como sacrificio expiatorio por su pecado, un novillo sin defecto. Llevará el novillo ante el Señor, a la entrada de la Tienda de reunión, e impondrá la mano sobre la cabeza del novillo, al que degollará en presencia del Señor. El sacerdote ungido tomará un poco de la sangre del novillo y la llevará a la Tienda de reunión.

Read full chapter