Add parallel Print Page Options

10 El que haya hecho la promesa no puede cambiarlo por otro animal, ya sea mejor o peor; y si lo hace, ambos animales quedarán consagrados. 11 Si se trata de un animal impuro que no se puede ofrecer al SEÑOR, entonces la persona presentará el animal al sacerdote. 12 Y, bien o mal, él fijará el precio y se aceptará sin discusión.

Read full chapter