Add parallel Print Page Options

sin llevarlo a la puerta de la tienda de reunión para presentarlo como una ofrenda al Señor(A), delante del tabernáculo del Señor, ese hombre será culpable de la sangre. Ha derramado sangre y ese hombre será exterminado de entre su pueblo. Esto es para que los israelitas traigan los sacrificios que sacrificaban en campo abierto, los traigan al Señor a la puerta de la tienda de reunión, al sacerdote, y los sacrifiquen como sacrificios de las ofrendas de paz al Señor. Y el sacerdote rociará la sangre sobre el altar del Señor a la puerta de la tienda de reunión, y quemará la grasa como aroma agradable al Señor(B).

Read full chapter