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Luego tomará el ave viva, la madera de cedro, la tela roja y el hisopo, y los mojará con la sangre del ave muerta sobre el agua fresca. Rociará la sangre siete veces sobre el que está siendo purificado de la enfermedad de la piel, lo declarará puro y, en un sitio al aire libre, dejará libre al ave viva.

»Después la persona purificada lavará su ropa, se afeitará todo el cabello y se bañará con agua. Entonces quedará puro y podrá entrar de nuevo al campamento, pero tendrá que estar fuera de su carpa durante siete días.

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