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Sus enemigos han sido hechos cabeza, sus aborrecedores fueron prosperados;

Porque Jehová la afligió por la multitud de sus rebeliones:

Sus niños fueron en cautividad delante del enemigo.

Fuése de la hija de Sión toda su hermosura:

Sus príncipes fueron como ciervos que no hallan pasto,

Y anduvieron sin fortaleza delante del perseguidor.

Jerusalem, cuando cayó su pueblo en mano del enemigo y no hubo quien le ayudase,

Se acordó de los días de su aflicción, y de sus rebeliones,

Y de todas sus cosas deseables que tuvo desde los tiempos antiguos:

Miráronla los enemigos, y escarnecieron de sus sábados.

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