Add parallel Print Page Options

Jerusalén lamenta su caída

¡Cuán solitaria ha quedado la otrora ciudad populosa!
¡Cual viuda ha quedado la capital de las naciones!
¡La princesa de las provincias es ahora tributaria!

Por las noches, amargas lágrimas corren por sus mejillas.
Ni uno solo de sus amantes viene a consolarla.
Sus amigos le fallaron; ¡se volvieron sus enemigos!

Read full chapter

Tristezas de Sion la cautiva

¡Cómo ha quedado sola la ciudad populosa!

La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda,

La señora de provincias ha sido hecha tributaria.

Amargamente llora en la noche, y sus lágrimas están en sus mejillas.

No tiene quién la consuele de todos sus amantes;

Todos sus amigos le faltaron, se le volvieron enemigos.

Read full chapter