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47 Se comunicó a Abimélec que todos los señores de Torre de Siquén estaban refugiados en el mismo lugar. 48 Entonces Abimélec subió al monte Salmón con toda su tropa, cortó una rama de árbol con un hacha, se echó al hombro la rama y dijo a la tropa que lo acompañaba:

— ¡De prisa! Hagan lo que me ven hacer.

49 Todos sus hombres cortaron cada uno su rama; luego siguieron a Abimélec, pusieron las ramas encima de la cripta y prendieron fuego a la cripta con los señores de Siquén dentro. Así murieron también todos los habitantes de Torre de Siquén, unos mil entre hombres y mujeres.

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