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Gedeón y Abimélec (6—9)

Israel oprimido por los madianitas

Los israelitas hicieron lo que desagrada al Señor y el Señor los sometió durante siete años al dominio de Madián, que oprimió duramente a Israel. Para librarse de Madián, los israelitas se refugiaron en las hendiduras de las montañas, en las cuevas y en las cumbres escarpadas. Sembraba Israel, pero venía Madián con Amalec y los hijos de Oriente, atacaban a Israel, acampaban en sus tierras y arrasaban las cosechas de la región hasta cerca de Gaza. No dejaban ser vivo en Israel: ni ovejas, ni bueyes, ni asnos. Porque venían numerosos como plaga de langostas, con sus rebaños y sus tiendas y sus camellos que eran innumerables. Invadían el país y lo saqueaban, quedando Israel reducido a una gran miseria por causa de Madián.

Suplicaron entonces los israelitas al Señor a causa de la opresión madianita y, ante su clamor, el Señor les envió un profeta que les dijo:

— Esto dice el Señor, Dios de Israel: “Yo les hice subir de Egipto, les saqué de la casa de la esclavitud. Les libré de la mano de los egipcios y de todos los que los oprimían. Los expulsé ante ustedes, les di sus tierras, 10 y les dije: Yo soy el Señor, su Dios. No veneren a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitan; pero ustedes no han escuchado mi voz”.

Vocación de Gedeón

11 Vino el ángel del Señor y se sentó bajo la encina de Ofrá, que pertenecía a Joás de Abiecer. Su hijo Gedeón estaba desgranando trigo en la bodega para ocultárselo a Madián, 12 cuando el ángel del Señor se le apareció y le dijo:

— El Señor está contigo, valiente guerrero.

13 Contestó Gedeón:

— Perdón, señor mío. Si el Señor está con nosotros, ¿cómo es que nos ocurre todo esto? ¿Dónde quedan todos esos prodigios que nos cuentan nuestros padres, cuando nos dicen que el Señor nos hizo salir de Egipto? Pero ahora el Señor nos ha abandonado, nos ha entregado en manos de Madián.

14 El Señor se volvió hacia él y le dijo:

— Vete y, con esa fuerza que tienes, salva a Israel del dominio de Madián. Soy yo el que te envío.

15 Le respondió Gedeón:

— Perdón, señor mío, ¿cómo voy a salvar yo a Israel? Mi clan es el más insignificante de la tribu de Manasés y yo el último en la familia de mi padre.

16 El Señor le respondió:

— Yo estaré contigo, y derrotarás a Madián como si se tratara de un solo hombre.

17 Gedeón le dijo:

— Si he alcanzado tu favor, dame una señal de que eres realmente tú el que estás hablando conmigo. 18 No te marches de aquí, por favor, hasta que yo vuelva. Te traeré mi ofrenda y te la pondré delante.

El ángel del Señor respondió:

— Aquí me quedaré hasta que vuelvas.

19 Gedeón se fue, preparó un cabrito y con una medida de harina hizo unas tortas sin levadura; puso la carne en un canastillo y el caldo en una olla, y se lo llevó todo debajo de la encina. Cuando se acercaba, 20 le dijo el ángel del Señor:

— Toma la carne y las tortas sin levadura, ponlas sobre esa roca y vierte el caldo.

Gedeón lo hizo así. 21 Entonces el ángel del Señor alargó la punta del bastón que tenía en la mano y tocó la carne y las tortas sin levadura. De la roca salió un fuego que consumió la carne y las tortas sin levadura. Y el ángel del Señor desapareció de su vista. 22 Gedeón se dio cuenta de que era el ángel del Señor y exclamó:

— ¡Ay mi Dios y Señor, que he visto cara a cara al ángel del Señor!

23 Pero el Señor le dijo:

— La paz sea contigo. No temas, no morirás.

24 Gedeón levantó allí un altar al Señor que llamó Señor-Paz y que todavía hoy está en Ofrá de Abiecer.

Gedeón contra Baal

25 Aquella misma noche el Señor dijo a Gedeón:

— Toma el toro de tu padre, el de siete años; derriba el altar de Baal propiedad de tu padre y corta el árbol sagrado que está junto a él. 26 Construye luego al Señor, tu Dios, en la cima de esa altura escarpada, un altar bien asentado. Toma el toro y quémalo en holocausto, con la leña del árbol que habrás cortado.

27 Gedeón tomó consigo diez de sus criados e hizo como el Señor le había ordenado. Pero, como tenía miedo de su familia y de la gente de la ciudad, en lugar de hacerlo de día, lo hizo de noche. 28 A la mañana siguiente, cuando se levantó la gente de la ciudad, el altar de Baal estaba derruido, el árbol sagrado que se alzaba junto a él, cortado; y el toro que había sido ofrecido en holocausto estaba sobre el nuevo altar. 29 Se decían unos a otros:

— ¿Quién lo habrá hecho?

Hechas las oportunas averiguaciones dijeron:

— Lo ha hecho Gedeón, el hijo de Joás.

30 La gente de la ciudad dijo entonces a Joás:

— Entréganos a tu hijo, y que muera, porque ha derruido el altar de Baal y ha cortado el árbol sagrado que se alzaba a su lado.

31 Joás respondió a todos los que tenía delante:

— ¿Es que van a salir ustedes en defensa de Baal? ¿Les corresponde a ustedes salvarlo? El que salga en defensa de Baal, será hombre muerto antes del amanecer. Si Baal es dios, que se defienda a sí mismo, ya que le han destruido el altar.

32 Aquel día le apodaron a Gedeón “Jerubaal”, porque comentaron:

— ¡Que Baal se defienda, pues le han destruido el altar!

Llamamiento a las armas

33 Todo Madián, Amalec y los hijos de Oriente se aliaron, cruzaron el Jordán y acamparon en la llanura de Jezrael. 34 El espíritu del Señor invadió a Gedeón que tocó la trompeta de guerra y Abiecer se reunió con él. 35 Envió mensajeros por todo Manasés que respondió a su llamada; y también por Aser, Zabulón y Neftalí, que se unieron a él.

La prueba del vellón

36 Gedeón dijo a Dios:

— Si verdaderamente vas a servirte de mí para salvar a Israel, como has dicho, 37 lo comprobaré tendiendo un vellón sobre la era; si el rocío empapa solamente el vellón y todo el suelo alrededor queda seco, sabré que te servirás de mí para salvar a Israel, como me has prometido.

38 Así sucedió. Gedeón se levantó de madrugada, estrujó el vellón y con el rocío llenó de agua una vasija. 39 Gedeón dijo a Dios:

— No te enojes contra mí si me atrevo a hablarte otra vez. Déjame, por favor, que haga una última prueba con el vellón: que sólo el vellón permanezca seco y que el rocío empape todo el suelo alrededor.

40 Así lo hizo Dios aquella noche. Quedó seco solamente el vellón mientras el rocío empapó todo el suelo alrededor.

Gedeón

Después los israelitas volvieron a pecar contra Dios, así que durante siete años Dios permitió que los madianitas los dominaran. Como los madianitas los maltrataban, los israelitas se escondían en los cerros, entre cuevas y escondites. Cada vez que los israelitas tenían algo sembrado, venían los madianitas, los amalecitas y la gente del este, y los atacaban; 4-6 acampaban en los territorios de los israelitas y destruían sus cosechas, y además se llevaban sus ovejas, sus bueyes y sus burros. No les dejaban nada que comer. Eran tantos los que venían con sus camellos, que no se podían contar. Parecían una plaga de saltamontes, pues todo lo destruían y hacían sufrir mucho a los israelitas. Esto mismo pasaba en la región de la costa cercana a Gaza.

Entonces los israelitas le suplicaron a Dios que los salvara del poder de los madianitas, y Dios les envió un profeta para que les dijera:

«El Dios de Israel los sacó de Egipto, donde eran esclavos. No sólo los libró de los egipcios sino también de todas las otras naciones que los maltrataban y robaban. A medida que ustedes avanzaban, él iba echando fuera a esas naciones para darles a ustedes esos territorios. 10 Dios les dijo que él es el único Dios verdadero, y que ustedes no debían adorar a los dioses de los amorreos, en cuyo territorio ahora viven. Pero no le hicieron caso».

11 Luego vino el ángel de Dios y se sentó bajo el roble que está en Ofrá. Ese árbol pertenecía a Joás, que era descendiente de Abiézer. En ese momento, Gedeón hijo de Joás, estaba limpiando trigo, a escondidas de los madianitas, en el lugar donde se pisaban las uvas para hacer vino. 12 El ángel de Dios se le apareció a Gedeón y le dijo:

—¡Qué fuerte y valiente eres! ¡Por eso Dios está contigo!

13 Gedeón le respondió:

—Perdón, señor, pero si Dios está con nosotros, ¿por qué nos pasa todo esto? ¿Por qué no hace milagros como cuando nos libró de Egipto? Nuestros antepasados nos han contado las maravillas que Dios hizo antes; pero ahora nos ha abandonado, nos ha dejado caer en manos de los madianitas.

14 Entonces Dios mismo miró a Gedeón y le dijo:

—Pues eres tú quien va a salvar a Israel del poder de los madianitas. Además de tus propias fuerzas, cuentas con mi apoyo.

15 Gedeón le preguntó a Dios:

—Pero mi Dios, ¿cómo podré librar a los israelitas? Mi grupo familiar es el más pobre de la tribu de Manasés, y yo soy el menos importante de toda mi familia.

16 Y Dios le contestó:

—Podrás hacerlo porque yo estaré contigo para ayudarte. Derrotarás a los madianitas como si derrotaras a un solo hombre.

17 Entonces Gedeón se dirigió al ángel y le dijo:

—Si cuento con la aprobación de Dios, dame una señal de que realmente es él quien me ha hablado. 18 Por favor, no te vayas de aquí hasta que yo vuelva. Quiero ofrecerte de comer.

El ángel de Dios le aseguró:

—Esperaré aquí hasta que regreses.

19 Gedeón se fue a su casa. Preparó un cabrito, y con diez kilogramos de harina hizo panes sin levadura. Luego puso la carne en una canasta y el caldo en una olla. Lo llevó todo hasta el roble y se lo ofrendó a Dios. 20 El ángel le ordenó que pusiera la carne y los panes sobre una piedra, y que echara el caldo encima. Y Gedeón obedeció. 21 Por su parte, el ángel, con la punta del bastón que tenía en la mano, tocó la carne y los panes sin levadura. Enseguida salió fuego de la piedra y quemó toda la carne y los panes; luego el ángel de Dios desapareció. 22 En ese momento Gedeón se dio cuenta de que se trataba del ángel de Dios, y lleno de miedo exclamó:

—Dios mío, de seguro moriré, pues he visto a tu ángel cara a cara.

23 Pero Dios le dijo:

—No tengas miedo, no te vas a morir. Al contrario, he venido a darte paz.

24 Entonces Gedeón edificó allí un altar a Dios, y le puso por nombre «Dios es paz». Hasta el momento en que este relato se escribe, este altar todavía está en Ofrá, ciudad del grupo familiar de Abiézer.

25 Esa misma noche, Dios le dijo a Gedeón:

«Ve al ganado de tu padre y toma el mejor toro. Derriba el altar de Baal que tiene tu padre, y destruye la estatua de la diosa Aserá, que está junto al altar de Baal. 26 Luego, con piedras labradas, edifica un altar en mi honor en la parte alta de la colina. Toma el toro y ofrécemelo como sacrificio, usando como leña la estatua que destruiste».

27 Así que esa noche Gedeón se llevó a diez de sus sirvientes e hizo lo que Dios le había ordenado. No se atrevió a hacerlo de día por miedo a su familia y a gente de la ciudad.

28 A la mañana siguiente, cuando los habitantes de la ciudad se levantaron, vieron que el altar de Baal había sido derribado, y que habían destruido la estatua de Aserá. Vieron, además, que el mejor toro había sido sacrificado sobre el nuevo altar. 29 Unos a otros se preguntaban: «¿Quién habrá hecho esto?»

Después de buscar y averiguar, se enteraron de que Gedeón lo había hecho. 30 Entonces buscaron al padre de Gedeón y le dijeron:

—¡Trae aquí a tu hijo! Lo vamos a matar, porque ha derribado el altar de Baal y destruido la estatua de la diosa Aserá.

31 Pero Joás les dijo a todos:

—¡Ahora resulta que ustedes están de parte de Baal, y lo quieren defender! ¡Pues cualquiera que lo defienda, que muera antes del amanecer! Si Baal es dios, que se defienda a sí mismo. Después de todo, el altar derribado era suyo.

32 Desde entonces le cambiaron el nombre a Gedeón y lo llamaron Jerubaal, porque Joás había dicho: «¡Que Baal se defienda a sí mismo![a] El altar derribado era suyo».

33 Después de esto, todos los madianitas se unieron a los amalecitas y a los pueblos del este. Cruzaron el río Jordán y acamparon en el valle de Jezreel. 34 Pero Gedeón, guiado por el espíritu de Dios, tocó la trompeta para que se le uniera la gente de Abiézer. 35 Mandó mensajeros por todo el territorio de la tribu de Manasés, para que también esta tribu se les uniera. Además, envió mensajeros a las tribus de Aser, Zabulón y Neftalí, y todos se le unieron.

36 Y Gedeón le dijo a Dios:

«Quiero saber si de veras me vas a usar para liberar a los israelitas, tal y como me dijiste. 37 Voy a poner esta lana de oveja en el lugar donde se limpia el trigo. Si por la mañana la lana está mojada de rocío, pero el suelo alrededor está seco, sabré que de veras me vas a usar para salvar a los israelitas».

38 Y eso fue lo que ocurrió. Al día siguiente muy temprano, cuando Gedeón se levantó, exprimió la lana y sacó tanta agua que llenó un tazón. 39 Después Gedeón le dijo a Dios: «¿No te enojas si te digo algo? Déjame, por favor, hacer una prueba más. Que esta vez la lana quede seca y el rocío caiga sólo sobre el suelo».

40 Y eso fue lo que Dios hizo aquella noche. A la mañana siguiente la lana estaba seca, pero el suelo estaba todo mojado.

Footnotes

  1. Jueces 6:32 El nombre Jerubaal y la frase Que Baal se defienda tienen un sonido parecido.

Израиль в руках мадианитян

Израильтяне вновь стали творить зло в глазах Господа, и Он на семь лет отдал их в руки мадианитян. Мадианитяне так угнетали их, что израильтяне стали делать себе укрытия в горных расселинах и укрепления в пещерах. Всякий раз, когда израильтяне сеяли, мадианитяне, амаликитяне и другие восточные народы вторгались в страну. Они разбивали у них на земле свои лагеря, губили урожай до самой Газы и не оставляли Израилю никакого пропитания – ни овец, ни волов, ни ослов. Они являлись со своим скотом и шатрами, словно рои саранчи. Людей и верблюдов было без счета; они вторгались в страну, чтобы опустошать ее. Израильтяне так обнищали из-за мадианитян, что воззвали к Господу о помощи.

Когда израильтяне воззвали к Господу из-за мадианитян, Он послал им пророка, который сказал:

– Так говорит Господь, Бог Израиля: «Я вывел вас из Египта, из земли рабства. Я избавил вас от власти Египта и от руки всех ваших притеснителей. Я прогнал их от вас и отдал вам их землю. 10 Я сказал вам: „Я Господь, ваш Бог; не чтите богов аморреев, в земле которых вы живете“. Но вы не послушались Меня».

Ангел Господень приходит к Гедеону

11 Ангел Господень пришел и сел в Офре под дубом, который принадлежал авиезериту Иоашу. Его сын Гедеон молотил тогда пшеницу в давильне, чтобы укрыть ее от мадианитян. 12 Когда Ангел Господень явился ему, Он сказал:

– Господь с тобой, могучий воин.

13 – Но Господин мой[a], – ответил Гедеон, – если Господь с нами, то почему же все это случилось? Где же все Его чудеса, о которых нам рассказывали наши отцы, когда говорили: «Разве Господь не вывел нас из Египта?» Нет, теперь Господь оставил нас и отдал в руки мадианитян.

14 Тогда Господь повернулся к нему и сказал:

– Иди и спаси своей силой Израиль от руки Мадиана. Я Сам посылаю тебя.

15 – Но, Владыка[b], – спросил Гедеон, – как мне спасти Израиль? Мой клан самый слабый в роде Манассии, а я самый незначительный в семье.

16 Господь ответил:

– Я буду с тобой, и ты сразишь всех мадианитян, как одного человека.

17 Гедеон ответил:

– Если я нашел у Тебя расположение, то дай мне знак, что это действительно Ты говоришь со мной. 18 Пожалуйста, не уходи отсюда, пока я не вернусь и не принесу свой дар, и не предложу его Тебе.

Господь сказал:

– Я буду ждать, пока ты не вернешься.

19 Гедеон пошел домой, приготовил козленка и сделал из ефы[c] муки пресного хлеба. Положив мясо в корзину и налив похлебку в горшок, он принес это к Нему под дуб и положил там.

20 Ангел Господень сказал ему:

– Возьми мясо и пресный хлеб, положи их на эту скалу и вылей похлебку.

Гедеон сделал это. 21 Концом посоха, который был у Него в руке, Ангел Господень прикоснулся к мясу и пресному хлебу. Из скалы вырвалось пламя, которое пожрало мясо и хлеб. И Ангел Господень исчез. 22 Когда Гедеон понял, что это был Ангел Господень, он воскликнул:

– О Владыка Господи! Я видел Ангела Господнего лицом к лицу!

23 Но Господь сказал ему:

– Мир тебе. Не бойся, ты не умрешь[d].

24 Гедеон соорудил там жертвенник Господу, назвав его «Господь – это мир». Он и по сегодняшний день стоит в Офре, в земле клана авиезеритов.

25 В ту же ночь Господь сказал ему:

– Возьми из стада своего отца второго, семилетнего быка[e]. Разрушь жертвенник Баала, который принадлежит твоему отцу, и сруби столб Ашеры[f], что рядом с ним. 26 Сооруди, как должно, жертвенник Господу, твоему Богу, на вершине этой скалы, и на дровах из столба Ашеры, который ты срубишь, принеси во всесожжение второго быка.

27 Гедеон взял десять человек из своих слуг и сделал, как сказал ему Господь. Но из страха перед семьей и жителями своего города, он сделал это не днем, а ночью.

28 Утром, когда жители города встали, жертвенник Баала был разрушен, вместе с ним срублен и столб Ашеры, а второй бык принесен в жертву на новом жертвеннике!

29 – Кто это сделал? – спрашивали они друг друга.

Они стали доискиваться, и им сказали:

– Это сделал Гедеон, сын Иоаша.

30 – Выведи своего сына, – потребовали у Иоаша горожане. – Он должен умереть, потому что разрушил жертвенник Баала и срубил столб Ашеры, что рядом с ним.

31 Но Иоаш ответил окружившей его враждебной толпе:

– Вы собираетесь вступиться за Баала? Вы хотите его спасти? Всякий, кто вступится за него, к утру будет предан смерти! Если Баал и вправду бог, он и сам может защитить себя, если кто-то разрушает его жертвенник.

32 С того дня Гедеон стал зваться Еруббаалом[g], потому что говорили: «Пусть Баал сам борется с ним», так как он разрушил Баалов жертвенник.

Гедеон разбивает мадианитян

33 Все мадианитяне, амаликитяне и другие восточные народы объединили силы, переправились через Иордан и встали лагерем в долине Изреель. 34 Дух Господа сошел на Гедеона, он затрубил в рог, и авиезериты собрались, чтобы идти за ним. 35 Он послал вестников по всей земле рода Манассии, призывая их к оружию, а также послал к Асиру, Завулону и Неффалиму, и они пришли к нему навстречу.

36 Гедеон сказал Богу:

– Если Ты собираешься спасти Израиль моей рукой, как обещал, 37 то вот, я разложу на гумне настриженную шерсть. Если роса выпадет только на шерсть, а земля будет сухой, то я буду знать, что Ты спасешь Израиль моей рукой, как говорил.

38 Так и произошло. На следующий день Гедеон встал рано. Он стал выжимать шерсть и выжал из нее столько росы, что ее хватило бы на целую чашу.

39 Тогда Гедеон сказал Богу:

– Не гневайся на меня. Позволь мне просить еще лишь раз. Дай мне устроить еще одно испытание с шерстью. На этот раз пусть шерсть останется сухой, а земля вокруг будет покрыта росой.

40 В ту ночь Бог сделал это. Сухой осталась только шерсть; вся земля была покрыта росой.

Footnotes

  1. 6:13 Евр.: «Адони».
  2. 6:15 Евр.: «Адонай».
  3. 6:19 Вероятно, около 22 кг.
  4. 6:22-23 См. Исх. 33:20.
  5. 6:25 Существует два толкования о том, почему Гедеон должен был взять именно второго быка: 1) потому что перворожденный бык уже был принесен в жертву по Закону (см. Исх. 13:11-15); 2) Бог проявил милость, сохранив роду главного быка-производителя.
  6. 6:25 Это культовый символ языческой богини Ашеры; также в остальных местах книги.
  7. 6:32 По-еврейски это имя означает «пусть Баал борется».