Jueces 5
Reina-Valera 1995
Cántico de Débora y Barac
5 Aquel día, Débora y Barac hijo de Abinoam cantaron así:
2 «Por haberse puesto al frente los caudillos en Israel,
por haberse ofrecido voluntariamente el pueblo,
load a Jehová.
3 ¡Oíd, reyes! ¡Escuchad, príncipes!
Yo cantaré a Jehová,
cantaré salmos a Jehová, el Dios de Israel.
4 »Cuando saliste de Seir, Jehová,
cuando te marchaste de los campos de Edom,
la tierra tembló, se estremecieron los cielos
y las nubes gotearon aguas.
5 Los montes temblaron delante de Jehová,
tembló el Sinaí delante de Jehová, Dios de Israel.
6 En los días de Samgar hijo de Anat,
en los días de Jael, quedaron abandonados los caminos,
y los que andaban por las sendas se apartaron por senderos torcidos.
7 Las aldeas quedaron abandonadas en Israel,
habían decaído,
hasta que yo, Débora, me levanté,
me levanté como madre en Israel.
8 »Cuando escogían nuevos dioses,
la guerra estaba a las puertas;
¿se veía escudo o lanza
entre cuarenta mil en Israel?
9 »Mi corazón es para vosotros, jefes de Israel,
para los que voluntariamente os ofrecisteis entre el pueblo.
¡Load a Jehová!
10 »Vosotros, los que cabalgáis en asnas blancas,
los que presidís en juicio,
y vosotros, los que viajáis, hablad.
11 Lejos del ruido de los arqueros, en los abrevaderos,
allí se contarán los triunfos de Jehová,
los triunfos de sus aldeas en Israel;
entonces marchará hacia las puertas
el pueblo de Jehová.
12 »Despierta, despierta, Débora.
Despierta, despierta, entona un cántico.
Levántate, Barac, y lleva tus cautivos,
hijo de Abinoam.
13 »Entonces marchó el resto de los nobles;
el pueblo de Jehová marchó por él
en contra de los poderosos.
14 De Efraín vinieron los que habitaban en Amalec,
en pos de ti, Benjamín, entre tus pueblos.
De Maquir descendieron príncipes,
y de Zabulón los que tenían vara de mando.
15 También los caudillos de Isacar fueron con Débora;
sí, como Barac, también Isacar
se precipitó a pie en el valle.
Entre las familias de Rubén
se tomaron grandes decisiones.
16 ¿Por qué se quedaron entre los rediles,
oyendo los balidos de los rebaños?
¡Entre las familias de Rubén
se hicieron grandes propósitos!
17 »Galaad se quedó al otro lado del Jordán,
y Dan, ¿por qué se detuvo junto a las naves?
Se quedó Aser a la ribera del mar
y permaneció en sus puertos.
18 El pueblo de Zabulón expuso su vida a la muerte,
como Neftalí en las alturas de los montes.
19 »Vinieron reyes y pelearon;
los reyes de Canaán pelearon entonces
en Taanac, junto a las aguas de Meguido,
mas no obtuvieron ganancia alguna de dinero.
20 Desde los cielos pelearon las estrellas,
desde sus órbitas pelearon contra Sísara.
21 Los barrió el torrente Cisón,
el antiguo torrente, el torrente Cisón.
¡Marcha, alma mía, con poder!
22 »Entonces resonaron los cascos de los caballos
por el galopar, por el galopar de sus valientes.
23 “¡Maldecid a Meroz!”, dijo el ángel de Jehová,
“maldecid severamente a sus moradores”,
porque no vinieron en ayuda de Jehová,
en ayuda de Jehová contra los fuertes.
24 »Bendita sea entre las mujeres Jael,
mujer de Heber, el ceneo;
entre las mujeres, bendita sea en la tienda.
25 Él pidió agua y ella le dio leche;
en tazón de nobles le presentó crema.
26 Tendió su mano a la estaca,
su diestra al mazo de los trabajadores,
y golpeó a Sísara: Hirió su cabeza,
le horadó y atravesó sus sienes.
27 Cayó encorvado a sus pies, quedó tendido;
a sus pies cayó encorvado;
donde se encorvó, allí cayó muerto.
28 »La madre de Sísara se asoma a la ventana,
y por entre las celosías dice a voces:
“¿Por qué tarda su carro en venir?
¿Por qué las ruedas de sus carros se detienen?”
29 Las más avisadas de sus damas le respondían,
y aun ella se respondía a sí misma:
30 “¿No será que han hallado botín y lo están repartiendo?
A cada uno, una doncella o dos;
las vestiduras de colores para Sísara,
las vestiduras bordadas de colores;
la ropa de color bordada por ambos lados,
para los jefes de los que tomaron el botín.”
31 Así perezcan todos tus enemigos, Jehová;
mas brillen los que te aman,
como el sol cuando sale en su esplendor.»
Y hubo paz en la tierra durante cuarenta años.
Jueces 5
Reina Valera Actualizada
El cántico de Débora
5 Aquel día cantó Débora con Barac hijo de Abinoam, diciendo:
2 “Por haberse puesto al frente los caudillos en Israel,
por haberse ofrecido el pueblo voluntariamente,
¡bendigan al SEÑOR!
3 “Oigan, oh reyes; escuchen,
oh gobernantes:
Yo cantaré al SEÑOR;
cantaré salmos al SEÑOR Dios de Israel.
4 “Oh SEÑOR, cuando saliste de Seír, cuando marchaste desde el campo
de Edom, la tierra tembló;
también los cielos gotearon
y las nubes gotearon agua.
5 Los montes temblaron delante del SEÑOR;
aquel Sinaí, delante del SEÑOR Dios de Israel.
6 “En los días de Samgar hijo de Anat,
en los días de Jael,
cesaron las caravanas
y los caminantes se apartaban
por sendas retorcidas.
7 Quedaron abandonadas las aldeas[a]
en Israel;
quedaron abandonadas hasta que yo, Débora, me levanté.
¡Me levanté como madre en Israel!
8 “Cuando escogían dioses nuevos,
la guerra estaba a las puertas;
y no se veía ni lanza ni escudo
entre cuarenta mil en Israel.
9 ¡Mi corazón está con los jefes de Israel! Los que voluntariamente
se ofrecieron entre el pueblo:
¡Bendigan al SEÑOR!
10 “Los que cabalgan sobre asnas blancas, los que se sientan sobre tapices
y los que van por el camino, consideren
11 la voz de los que cantan junto
a los abrevaderos,
donde recitan los justos hechos del SEÑOR,
los justos hechos de sus aldeanos que moran a campo abierto en Israel. Entonces descendió a las puertas
el pueblo del SEÑOR.
12 “¡Despierta, despierta, oh Débora!
¡Despierta, despierta!
¡Entona un cántico!
¡Levántate, oh Barac!
¡Lleva tus cautivos, oh hijo de Abinoam!
13 Entonces descendió el remanente
de los poderosos,
y el pueblo del SEÑOR vino a mí con los valientes.
14 “De Efraín vinieron algunos cuyas
raíces estaban en Amalec;
detrás viniste tú, oh Benjamín, con tu pueblo;
de Maquir descendieron los jefes;
de Zabulón vinieron los que llevan
la vara de mando.
15 Los jefes de Isacar fueron con Débora. Así como Barac, también fue Isacar.
Fue traído tras él en el valle.
“En las divisiones de Rubén
hubo grandes deliberaciones
del corazón.
16 ¿Por qué te recostaste entre las alforjas para escuchar los balidos de los rebaños? ¡En las divisiones de Rubén
hubo grandes deliberaciones del corazón!
17 “Galaad se quedó al otro lado del Jordán.
Y Dan, ¿por qué se quedó junto
a los navíos?
También Aser se mantuvo
en la costa del mar,
y se quedó habitando en sus bahías.
18 “Zabulón es el pueblo
que expuso su vida hasta la muerte;
Neftalí también, en las alturas del campo.
19 “Vinieron los reyes y combatieron;
entonces combatieron los reyes
de Canaán
en Taanac, junto a las aguas de Meguido, ¡pero no se llevaron botín de plata!
20 “Desde los cielos combatieron
las estrellas;
desde sus órbitas combatieron contra Sísara.
21 El torrente de Quisón los arrastró,
el antiguo torrente, el torrente
de Quisón.
¡Marcha, oh alma mía, con poder!
22 Entonces resonaron los cascos
de los caballos,
por el continuo galope de sus corceles.
23 “‘¡Maldigan a Meroz!’,
dijo el ángel del SEÑOR.
‘Maldigan severamente a sus moradores porque no vinieron en ayuda del SEÑOR, en ayuda del SEÑOR con los valientes’.
24 “¡Bendita entre las mujeres sea Jael,
mujer de Heber el queneo.
Sea bendita entre las mujeres que habitan en tiendas.
25 Él pidió agua, y ella le dio leche;
en taza de nobles le sirvió nata.
26 Con su mano tomó la estaca,
y con su derecha el mazo de obrero.
Golpeó a Sísara, machacó su cabeza, perforó y atravesó su sien.
27 A los pies de ella se encorvó y cayó;
quedó tendido.
A los pies de ella se encorvó y cayó.
Donde se encorvó, allí cayó extenuado.
28 “La madre de Sísara se asoma
a la ventana,
y mirando por la celosía dice a gritos: ‘¿Por qué tarda su carro en venir?
¿Por qué se detienen las ruedas
de sus carros?’.
29 Las más sabias de sus damas
le responden,
y ella se repite a sí misma las palabras:
30 ‘¿No habrán capturado botín?
¿No lo estarán repartiendo?
Para cada hombre una joven o dos;
un botín de ropas de colores para Sísara; un botín de bordados de colores,
bordados por ambos lados,
para mi cuello… ¡Qué botín!’.
31 “¡Perezcan así todos tus enemigos,
oh SEÑOR!
Pero los que te aman sean como el sol cuando se levanta en su poderío”.
Y la tierra reposó durante cuarenta años.
Footnotes
- Jueces 5:7 Según algunos mss.; TM, los aldeanos.
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