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que sus hijos y sus hijas se casaran con gente de esos pueblos, y que adoraran a sus dioses.

Otoniel

Los israelitas se olvidaron de Dios y pecaron contra él, pues adoraron las estatuas de Baal y de Astarté. Por eso Dios se enojó y permitió que los conquistara Cusán-risataim, que era rey de Mesopotamia. Después de ocho años de esclavitud,

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