Add parallel Print Page Options

22-23 La empuñadura de la daga desapareció debajo de la carne, y la grasa la cubrió al salírsele el excremento por la herida. Dejando allí la daga, Aod cerró la puerta tras de sí con el cerrojo y escapó por el corredor.

24 Cuando volvieron los siervos del rey y vieron que las puertas estaban cerradas, esperaron pensando que podría estar haciendo sus necesidades.

Read full chapter