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20 Las palabras de Judit agradaron a Holofernes y a sus oficiales de servicio, que admiraron su sabiduría y dijeron:

21 —No hay en todo el mundo mujer que se le pueda comparar en belleza ni en inteligencia.

22 Y Holofernes le dijo:

—¡Qué bien ha hecho Dios enviándote por delante de tu nación para traernos a nosotros la victoria, y la muerte a los que han despreciado a mi señor!

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