Juan 9
Reina-Valera 1960
Jesús sana a un ciego de nacimiento
9 Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. 2 Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, este o sus padres, para que haya nacido ciego? 3 Respondió Jesús: No es que pecó este, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. 4 Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. 5 Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.(A) 6 Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, 7 y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo. 8 Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es este el que se sentaba y mendigaba? 9 Unos decían: Él es; y otros: A él se parece. Él decía: Yo soy. 10 Y le dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos? 11 Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé, y recibí la vista. 12 Entonces le dijeron: ¿Dónde está él? Él dijo: No sé.
Los fariseos interrogan al ciego sanado
13 Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. 14 Y era día de reposo[a] cuando Jesús había hecho el lodo, y le había abierto los ojos. 15 Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos cómo había recibido la vista. Él les dijo: Me puso lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo. 16 Entonces algunos de los fariseos decían: Ese hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo.[b] Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales? Y había disensión entre ellos. 17 Entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es profeta.
18 Pero los judíos no creían que él había sido ciego, y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista, 19 y les preguntaron, diciendo: ¿Es este vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora? 20 Sus padres respondieron y les dijeron: Sabemos que este es nuestro hijo, y que nació ciego; 21 pero cómo vea ahora, no lo sabemos; o quién le haya abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos; edad tiene, preguntadle a él; él hablará por sí mismo. 22 Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos, por cuanto los judíos ya habían acordado que si alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la sinagoga. 23 Por eso dijeron sus padres: Edad tiene, preguntadle a él.
24 Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que ese hombre es pecador. 25 Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo. 26 Le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos? 27 Él les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oír; ¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos? 28 Y le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros, discípulos de Moisés somos. 29 Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a ese, no sabemos de dónde sea. 30 Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos. 31 Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ese oye. 32 Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego. 33 Si este no viniera de Dios, nada podría hacer. 34 Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron.
Ceguera espiritual
35 Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios? 36 Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él? 37 Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es. 38 Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró. 39 Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados. 40 Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso nosotros somos también ciegos? 41 Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece.
João 9
O Livro
Jesus cura um cego de nascença
9 Enquanto Jesus caminhava, viu um homem que era cego de nascença. 2 “Mestre”, perguntaram-lhe os discípulos, “porque foi que este homem nasceu cego? Por causa dos seus pecados ou por causa dos pecados de seus pais?”
3 “Nem uma coisa nem outra”, disse Jesus, “mas para nele se mostrar o poder de Deus. 4 Temos todos de fazer as obras daquele que me enviou, enquanto é dia. A noite desce e todo o trabalho cessa. 5 Enquanto estiver aqui neste mundo, sou a luz do mundo!”
6 Então, cuspiu no chão e, fazendo lama com saliva, espalhou-a sobre os olhos do cego. 7 E disse-lhe: “Vai lavar-te ao tanque de Siloé!” (Siloé significa “enviado”.) O homem assim fez e depois de se lavar voltou, vendo.
8 Os vizinhos e outros que o tinham conhecido ainda cego perguntavam: “Será o mesmo homem, o tal pedinte?” 9 Uns diziam que sim e outros: “Não há dúvida de que se parece com ele!”
O cego dizia: “Sou eu mesmo!”
10 Então perguntaram-lhe como fora possível ter sido curado da cegueira. Que acontecera? 11 E ele contou: “Um homem, a quem chamam Jesus, fez lama e aplicou-a nos meus olhos. Depois disse-me que fosse ao tanque de Siloé para me lavar. Assim fiz, e fiquei a ver!”
12 “Onde está ele agora?”, perguntaram.
“Não sei!”, foi a resposta.
Os fariseus investigam a cura
13 Então levaram o homem aos fariseus. 14 Ora, tudo isto se passou num dia de sábado. 15 Os fariseus interrogaram-no e ele contou-lhes como Jesus lhe espalhara lama sobre os olhos e como, depois de os lavar, já via. 16 Alguns dos fariseus disseram: “Esse tal Jesus não pode ser um homem de Deus, porque trabalha num sábado.” Outros diziam: “Mas como pode um pecador vulgar fazer sinais assim?” E havia grandes discussões entre eles por causa disto. 17 Os fariseus voltaram-se para o antigo cego e perguntaram-lhe:
“Esse homem que te abriu os olhos, quem achas tu que é?”
O homem respondeu: “É um profeta.”
18 Os judeus não queriam crer que tivesse sido cego. Por fim, chamaram os pais: 19 “Esse homem é o vosso filho? Nasceu cego? Se nasceu, como é que agora vê?”
20 E os pais responderam: “Sabemos que este é o nosso filho, cego de nascença. 21 No entanto, ignoramos o que aconteceu para que agora veja, ou quem o teria feito. Já tem idade, perguntem-lhe. Ele que vos explique!” 22 Diziam isto com medo dos judeus, que tinham avisado que quem quer que afirmasse que Jesus era o Cristo seria expulso da sinagoga[a]. 23 Por isso, os pais disseram: “Ele tem idade suficiente para falar por si. Perguntem-lhe.”
24 Pela segunda vez, os fariseus mandaram vir o que tinha sido cego e disseram-lhe: “Dá glória a Deus, porque sabemos que esse homem é um pecador!”
25 Ele respondeu: “Se é pecador, não sei; o que sei é que era cego e agora vejo!”
26 “Mas que te fez ele? Como é que te curou?”, perguntaram-lhe.
27 O homem exclamou: “Já vos expliquei uma vez e não me ouviram! Porque é que querem ouvir outra vez a mesma coisa? Também querem ser seus discípulos?”
28 Eles injuriaram-no: “Discípulo dele sejas tu! Nós somos discípulos de Moisés! 29 Sabemos que Deus falou a Moisés, mas quanto a este nada sabemos.”
30 Tornou o homem: “Que estranho! Ele curou-me e vocês nada sabem acerca dele. 31 Deus não escuta os pecadores, mas sim os que o honram e fazem a sua vontade. 32 Desde que o mundo é mundo, ninguém conseguiu abrir os olhos a um cego de nascença. 33 Se este homem não viesse de Deus não conseguiria fazê-lo!”
34 “Tu nasceste em pecado”, responderam, “e queres ensinar-nos?” E expulsaram-no da sinagoga.
A cegueira espiritual
35 Quando Jesus soube do sucedido, e tendo encontrado o homem, perguntou-lhe: “Crês no Filho do Homem?”
36 “Quem é ele, Senhor, para que creia nele?”
37 “Já o viste”, disse Jesus. “É aquele que fala contigo!”
38 O homem disse: “Sim, Senhor, creio!” E adorou-o.
39 Jesus explicou: “Vim para julgar o mundo. Vim para dar vista aos cegos e para mostrar àqueles que julgam ver que, afinal, são eles os cegos.”
40 Os fariseus que ali estavam perguntaram: “Queres dizer com isso que somos cegos?”
41 “Se fossem realmente cegos, não teriam culpa”, respondeu Jesus. “Mas a vossa culpa mantém-se, pois afirmam que podem ver.”
Footnotes
- 9.22 Esta expulsão não se restringia ao impedimento de frequentar o culto, mas da privação de todos os direitos de vida comunitária que tinha na sinagoga o seu centro.
Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Utilizado con permiso. Si desea más información visite americanbible.org, unitedbiblesocieties.org, vivelabiblia.com, unitedbiblesocieties.org/es/casa/, www.rvr60.bible
O Livro Copyright © 2000 by Biblica, Inc.® Used by permission. All rights reserved worldwide.
