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El amor de Dios

16 »Porque de tal manera amó Dios al mundo(A), que dio a Su Hijo unigénito(B), para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, sino que tenga vida eterna(C). 17 Porque Dios no envió(D) a Su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él(E). 18 El que cree en Él no es condenado(F); pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios(G).

19 »Y este es el juicio: que la Luz vino al mundo(H), y los hombres amaron más las tinieblas que la Luz, pues sus acciones eran malas(I). 20 Porque todo el que hace lo malo odia la Luz(J), y no viene a la Luz para que sus acciones no sean expuestas. 21 Pero el que practica la verdad(K) viene a la Luz, para que sus acciones sean manifestadas que han sido hechas en Dios».

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16 »Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. 18 El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios. 19 Esta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo, pero la humanidad prefirió las tinieblas a la luz, porque sus hechos eran perversos. 20 Pues todo el que hace lo malo aborrece la luz, y no se acerca a ella por temor a que sus obras queden al descubierto. 21 En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea claramente que ha hecho sus obras en obediencia a Dios.[a]

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Footnotes

  1. 3:21 Algunos intérpretes consideran que el discurso de Jesús termina en el v. 15.

16 »Pues Dios amó tanto al mundo que dio[a] a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.

18 »No hay condenación para todo el que cree en él, pero todo el que no cree en él ya ha sido condenado por no haber creído en el único Hijo de Dios. 19 Esta condenación se basa en el siguiente hecho: la luz de Dios llegó al mundo, pero la gente amó más la oscuridad que la luz, porque sus acciones eran malvadas. 20 Todos los que hacen el mal odian la luz y se niegan a acercarse a ella porque temen que sus pecados queden al descubierto, 21 pero los que hacen lo correcto se acercan a la luz, para que otros puedan ver que están haciendo lo que Dios quiere.[b]

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Footnotes

  1. 3:16 O Pues así es cómo Dios amó al mundo: dio.
  2. 3:21 O puedan ver a Dios obrando en lo que él hace.

16 »Dios amó tanto al mundo[a] que dio a su Hijo único para que todo el que crea en él no se pierda,[b] sino que tenga vida eterna. 17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. 18 El que crea en el Hijo de Dios no será condenado. Pero el que no cree ya ha sido condenado por no haber creído en el Hijo único de Dios. 19 La gente del mundo será juzgada porque con sus malas acciones no quiso la luz[c] que vino al mundo, sino que prefirió la oscuridad. 20 Todo el que odia la luz no se acerca a ella porque la luz muestra todo lo malo que ha hecho. 21 Pero el que practica la verdad se acerca a la luz para que muestre que sus hechos se hicieron por obra de Dios.

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Footnotes

  1. 3:16 Dios amó tanto al mundo o De tal manera Dios amó al mundo.
  2. 3:16 no se pierda o no muera.
  3. 3:19 la luz Es una referencia a Jesús, la Palabra que trae al mundo entendimiento de Dios, en contraste con la oscuridad que representa el mal (ver Jn 1:4-10; 8:12; 9:5).

El amor de Dios para el mundo

16 »Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.

18 »El que cree en el Hijo de Dios, no está condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado por no creer en el Hijo único de Dios. 19 Los que no creen, ya han sido condenados, pues, como hacían cosas malas, cuando la luz vino al mundo prefirieron la oscuridad a la luz. 20 Todos los que hacen lo malo odian la luz, y no se acercan a ella para que no se descubra lo que están haciendo. 21 Pero los que viven de acuerdo con la verdad, se acercan a la luz para que se vea que todo lo hacen de acuerdo con la voluntad de Dios.

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