Juan 18:15-27
Reina-Valera 1995
Pedro en el patio de Anás(A)
15 Seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote; 16 pero Pedro estaba fuera, a la puerta. Salió, pues, el discípulo que era conocido del sumo sacerdote, y habló a la portera e hizo entrar a Pedro. 17 Entonces la criada portera dijo a Pedro:
—¿No eres tú también de los discípulos de este hombre?
Dijo él:
—¡No lo soy!
18 Estaban en pie los siervos y los guardias que habían encendido un fuego, porque hacía frío y se calentaban. También con ellos estaba Pedro en pie, calentándose.
Anás interroga a Jesús(B)
19 El sumo sacerdote preguntó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina. 20 Jesús le respondió:
—Yo públicamente he hablado al mundo. Siempre he enseñado en la sinagoga y en el Templo, donde se reúnen todos los judíos, y nada he hablado en oculto. 21 ¿Por qué me preguntas a mí? Pregunta, a los que han oído, de qué les he hablado; ellos saben lo que yo he dicho.
22 Cuando Jesús dijo esto, uno de los guardias que estaba allí le dio una bofetada, diciendo:
—¿Así respondes al sumo sacerdote?
23 Jesús le respondió:
—Si he hablado mal, testifica en qué está el mal; pero si bien, ¿por qué me golpeas?
24 Anás entonces lo envió atado a Caifás, el sumo sacerdote.
Pedro niega a Jesús(C)
25 Estaba, pues, Pedro en pie, calentándose, y le preguntaron:
—¿No eres tú de sus discípulos?
Él negó y dijo:
—¡No lo soy!
26 Uno de los siervos del Sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro había cortado la oreja, le dijo:
—¿No te vi yo en el huerto con él?
27 Negó Pedro otra vez, y en seguida cantó el gallo.
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