²⁴ Porque Juan todavía no había sido metido en la cárcel^(A). ²⁵ Surgió entonces una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación^(B). ²⁶ Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí^(C), mira, el que estaba contigo al otro lado del Jordán^(D), de quien diste testimonio^(E), está bautizando y todos van a Él. ²⁷ Respondió Juan y dijo: Un hombre no puede recibir nada si no le es dado del cielo^(F). ²⁸ Vosotros mismos me sois testigos de que dije: «Yo no soy el Cristo^[a](G), sino que he sido enviado delante de Él». ²⁹ El que tiene la novia es el novio^(H), pero el amigo del novio, que está allí y le oye, se alegra en gran manera con la voz del novio. Y por eso, este gozo mío se ha completado^(I). ³⁰ Es necesario que Él crezca, y que yo disminuya.

³¹ El que procede de arriba está por encima de todos; el que es de la tierra, procede^[b] de la tierra y habla de la tierra^(J). El que procede del cielo está sobre todos^(K). ³² Lo que Él ha visto y oído, de eso da testimonio; y nadie recibe su testimonio^(L). ³³ El que ha recibido su testimonio ha certificado^(M) esto: que Dios es veraz. ³⁴ Porque aquel a quien Dios ha enviado^(N) habla las palabras de Dios, pues Él da el Espíritu^(O) sin medida^[c]. ³⁵ El Padre ama al Hijo y ha entregado todas las cosas en su mano^(P). ³⁶ El que cree en el Hijo tiene vida eterna^(Q); pero el que no obedece^[d](R) al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.