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Sepultura de Jesús

38 (A)Después de estas cosas, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos(B), pidió permiso a Pilato para llevarse el cuerpo de Jesús(C). Y Pilato concedió el permiso. Entonces José vino, y se llevó el cuerpo de Jesús. 39 Y Nicodemo(D), el que antes había venido a Jesús de noche, vino también, trayendo una mezcla[a] de mirra y áloe(E) como de treinta y tres kilos(F). 40 Entonces tomaron el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en telas de lino(G) con las especias aromáticas, como es costumbre sepultar(H) entre los judíos.

41 En el lugar donde fue crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo(I), en el cual todavía no habían sepultado a nadie(J). 42 Por tanto, por causa del día de la preparación(K) de los judíos, como el sepulcro estaba cerca(L), pusieron allí a Jesús.

La resurrección

20 (M)El primer día de la semana María Magdalena(N) fue* temprano al sepulcro, cuando todavía estaba* oscuro, y vio* que la piedra ya había sido quitada del sepulcro(O). Entonces corrió* y fue* adonde estaban Simón Pedro y el otro discípulo a quien Jesús amaba(P), y les dijo*: «Se han llevado al Señor del sepulcro, y no sabemos dónde lo han puesto(Q)».

Salieron, pues, Pedro y el otro discípulo, y fueron hacia el sepulcro(R). Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro; e inclinándose para mirar adentro(S), vio* las envolturas de lino(T) puestas allí, pero no entró.

Entonces llegó* también Simón Pedro tras él, entró al sepulcro, y vio* las envolturas de lino puestas allí, y el sudario(U) que había estado sobre la cabeza de Jesús[b], no puesto con las envolturas de lino(V), sino enrollado en un lugar aparte. También entró el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro(W), y vio y creyó. Porque todavía no habían entendido la Escritura(X) de que Jesús debía resucitar de entre los muertos(Y). 10 Los discípulos entonces se fueron de nuevo a sus casas[c](Z).

Aparición de Jesús a María Magdalena

11 Pero María(AA) estaba fuera, llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó y miró dentro del sepulcro(AB); 12 y vio* dos ángeles vestidos de blanco(AC), sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. 13 «Mujer, ¿por qué lloras(AD)?», le preguntaron*. «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto(AE)», les contestó* ella.

14 Al decir esto, se volvió y vio* a Jesús(AF) que estaba allí, pero no sabía que era Jesús(AG). 15 «Mujer, ¿por qué lloras(AH)?», le dijo* Jesús. «¿A quién buscas?». Ella, pensando que era el que cuidaba el huerto, le dijo*: «Señor, si usted lo ha llevado, dígame dónde lo ha puesto, y yo me lo llevaré». 16 «¡María!», le dijo* Jesús. Ella, volviéndose, le dijo* en hebreo[d](AI): «¡Raboní(AJ)!» (que quiere decir Maestro).

17 Jesús le dijo*: «Suéltame[e] porque todavía no he subido al Padre; pero ve a Mis hermanos(AK), y diles: “Subo a Mi Padre y Padre de ustedes, a Mi Dios y Dios de ustedes(AL)”». 18 María Magdalena(AM) fue* y anunció a los discípulos(AN): «¡He visto al Señor!», y que Él le había dicho estas cosas.

Footnotes

  1. Juan 19:39 Dos mss. antiguos dicen: un paquete.
  2. Juan 20:7 Lit. de Él.
  3. Juan 20:10 Lit. a los suyos.
  4. Juan 20:16 I.e. arameo judaico.
  5. Juan 20:17 Lit. No me agarres.

Jesús es sepultado

(Mt. 27.57-61; Mr. 15.42-47; Lc. 23.50-56)

38 Después de todo esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos, rogó a Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo concedió. Entonces vino, y se llevó el cuerpo de Jesús. 39 También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche,(A) vino trayendo un compuesto de mirra y de áloes, como cien libras. 40 Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos. 41 Y en el lugar donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno. 42 Allí, pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos, y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús.

La resurrección

(Mt. 28.1-10; Mr. 16.1-8; Lc. 24.1-12)

20 El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro. Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto. Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró. Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó. Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos. 10 Y volvieron los discípulos a los suyos.

Jesús se aparece a María Magdalena

(Mr. 16.9-11)

11 Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro; 12 y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto. 13 Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto. 14 Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús. 15 Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré. 16 Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro). 17 Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. 18 Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas.