Juan 19:38-20:18
Nueva Biblia de las Américas
Sepultura de Jesús
38 (A)Después de estas cosas, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos(B), pidió permiso a Pilato para llevarse el cuerpo de Jesús(C). Y Pilato concedió el permiso. Entonces José vino, y se llevó el cuerpo de Jesús. 39 Y Nicodemo(D), el que antes había venido a Jesús de noche, vino también, trayendo una mezcla[a] de mirra y áloe(E) como de treinta y tres kilos(F). 40 Entonces tomaron el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en telas de lino(G) con las especias aromáticas, como es costumbre sepultar(H) entre los judíos.
41 En el lugar donde fue crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo(I), en el cual todavía no habían sepultado a nadie(J). 42 Por tanto, por causa del día de la preparación(K) de los judíos, como el sepulcro estaba cerca(L), pusieron allí a Jesús.
La resurrección
20 (M)El primer día de la semana María Magdalena(N) fue* temprano al sepulcro, cuando todavía estaba* oscuro, y vio* que la piedra ya había sido quitada del sepulcro(O). 2 Entonces corrió* y fue* adonde estaban Simón Pedro y el otro discípulo a quien Jesús amaba(P), y les dijo*: «Se han llevado al Señor del sepulcro, y no sabemos dónde lo han puesto(Q)».
3 Salieron, pues, Pedro y el otro discípulo, y fueron hacia el sepulcro(R). 4 Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro; 5 e inclinándose para mirar adentro(S), vio* las envolturas de lino(T) puestas allí, pero no entró.
6 Entonces llegó* también Simón Pedro tras él, entró al sepulcro, y vio* las envolturas de lino puestas allí, 7 y el sudario(U) que había estado sobre la cabeza de Jesús[b], no puesto con las envolturas de lino(V), sino enrollado en un lugar aparte. 8 También entró el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro(W), y vio y creyó. 9 Porque todavía no habían entendido la Escritura(X) de que Jesús debía resucitar de entre los muertos(Y). 10 Los discípulos entonces se fueron de nuevo a sus casas[c](Z).
Aparición de Jesús a María Magdalena
11 Pero María(AA) estaba fuera, llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó y miró dentro del sepulcro(AB); 12 y vio* dos ángeles vestidos de blanco(AC), sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. 13 «Mujer, ¿por qué lloras(AD)?», le preguntaron*. «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto(AE)», les contestó* ella.
14 Al decir esto, se volvió y vio* a Jesús(AF) que estaba allí, pero no sabía que era Jesús(AG). 15 «Mujer, ¿por qué lloras(AH)?», le dijo* Jesús. «¿A quién buscas?». Ella, pensando que era el que cuidaba el huerto, le dijo*: «Señor, si usted lo ha llevado, dígame dónde lo ha puesto, y yo me lo llevaré». 16 «¡María!», le dijo* Jesús. Ella, volviéndose, le dijo* en hebreo[d](AI): «¡Raboní(AJ)!» (que quiere decir Maestro).
17 Jesús le dijo*: «Suéltame[e] porque todavía no he subido al Padre; pero ve a Mis hermanos(AK), y diles: “Subo a Mi Padre y Padre de ustedes, a Mi Dios y Dios de ustedes(AL)”». 18 María Magdalena(AM) fue* y anunció a los discípulos(AN): «¡He visto al Señor!», y que Él le había dicho estas cosas.
Footnotes
- Juan 19:39 Dos mss. antiguos dicen: un paquete.
- Juan 20:7 Lit. de Él.
- Juan 20:10 Lit. a los suyos.
- Juan 20:16 I.e. arameo judaico.
- Juan 20:17 Lit. No me agarres.
Juan 19:38-20:18
Reina-Valera 1960
Jesús es sepultado
(Mt. 27.57-61; Mr. 15.42-47; Lc. 23.50-56)
38 Después de todo esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos, rogó a Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo concedió. Entonces vino, y se llevó el cuerpo de Jesús. 39 También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche,(A) vino trayendo un compuesto de mirra y de áloes, como cien libras. 40 Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos. 41 Y en el lugar donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno. 42 Allí, pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos, y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús.
La resurrección
(Mt. 28.1-10; Mr. 16.1-8; Lc. 24.1-12)
20 El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro. 2 Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto. 3 Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro. 4 Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro. 5 Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró. 6 Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, 7 y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. 8 Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó. 9 Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos. 10 Y volvieron los discípulos a los suyos.
Jesús se aparece a María Magdalena
(Mr. 16.9-11)
11 Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro; 12 y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto. 13 Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto. 14 Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús. 15 Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré. 16 Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro). 17 Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. 18 Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas.
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