En el principio(A) existía[a] el Verbo[b](B), y el Verbo estaba[c] con Dios(C), y el Verbo era Dios(D). Él[d] estaba[e] en el principio con Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de Él(E), y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En Él estaba[f] la vida(F), y la vida era la luz de los hombres(G). Y la luz brilla en las tinieblas(H), y las tinieblas no la comprendieron[g].

Vino al mundo un[h] hombre enviado por Dios, cuyo nombre era Juan(I). Este vino como testigo(J), para testificar de la luz, a fin de que todos creyeran por medio de él(K). No era él[i] la luz(L), sino que vino para dar testimonio de la luz.

Existía[j] la luz verdadera(M) que, al venir al mundo, alumbra a todo hombre[k]. 10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de Él(N), y el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 12 Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho[l] de llegar a ser hijos de Dios(O), es decir, a los que creen en su nombre(P), 13 que no nacieron[m] de sangre[n], ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios(Q).

El Verbo se hace carne

14 Y el Verbo(R) se hizo carne(S), y habitó entre nosotros(T), y vimos su gloria(U), gloria como del unigénito[o] del Padre, lleno de gracia(V) y de verdad(W). 15 Juan dio* testimonio de Él(X) y clamó, diciendo: Este era del que yo decía: «El que viene después de mí(Y), es antes de mí[p], porque era primero que yo(Z)». 16 Pues de su plenitud(AA) todos hemos recibido, y gracia sobre gracia. 17 Porque la ley fue dada por medio de Moisés(AB); la gracia(AC) y la verdad(AD) fueron hechas realidad por medio de Jesucristo. 18 Nadie ha visto jamás a Dios(AE); el unigénito Dios[q](AF), que está en el seno del Padre(AG), Él le ha dado a conocer(AH).

Testimonio de Juan el Bautista

19 Este es el testimonio(AI) de Juan, cuando los judíos(AJ) enviaron sacerdotes y levitas de Jerusalén(AK) a preguntarle: ¿Quién eres tú? 20 Y él confesó y no negó; confesó: Yo no soy el Cristo[r](AL). 21 Y le preguntaron: ¿Entonces, qué? ¿Eres Elías(AM)? Y él dijo*: No soy. ¿Eres el profeta(AN)? Y respondió: No. 22 Entonces le dijeron: ¿Quién eres?, para que podamos dar respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? 23 Él dijo: Yo soy la voz del que clama en el desierto: «Enderezad el camino del Señor(AO)», como dijo el profeta Isaías(AP). 24 Los que habían sido enviados eran de los fariseos. 25 Y le preguntaron, y le dijeron: Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Cristo[s], ni Elías, ni el profeta(AQ)? 26 Juan les respondió, diciendo: Yo bautizo en[t] agua(AR), pero entre vosotros está Uno a quien no conocéis. 27 Él es el que viene después de mí(AS), a quien yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia(AT). 28 Estas cosas sucedieron en Betania[u], al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando(AU).

El Cordero de Dios

29 Al día siguiente vio* a Jesús que venía hacia él, y dijo*: He ahí el Cordero de Dios(AV) que quita el pecado del mundo(AW). 30 Este es aquel de quien yo dije: «Después de mí viene un hombre(AX) que es antes de mí[v] porque era primero que yo(AY)». 31 Y yo no le conocía[w], pero para que Él fuera manifestado a Israel, por esto yo vine bautizando en[x] agua. 32 Juan dio también testimonio(AZ), diciendo: He visto al Espíritu que descendía del cielo como paloma(BA), y se posó sobre Él. 33 Y yo no le conocía[y], pero el que me envió a bautizar en[z] agua me dijo: «Aquel sobre quien veas al Espíritu descender y posarse sobre Él, este es el que bautiza en[aa] el Espíritu Santo(BB)». 34 Y yo le he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios(BC).

Los primeros discípulos

35 Al día siguiente(BD) Juan estaba otra vez allí con[ab] dos de sus discípulos, 36 y vio a Jesús que pasaba, y dijo*: He ahí el Cordero de Dios(BE). 37 Y los dos discípulos le oyeron hablar, y siguieron a Jesús. 38 Jesús se volvió, y viendo que le seguían, les dijo*: ¿Qué buscáis? Y ellos le dijeron: Rabí(BF) (que traducido quiere decir, Maestro), ¿dónde te hospedas? 39 Él les dijo*: Venid y veréis. Entonces fueron y vieron dónde se hospedaba; y se quedaron con Él aquel día, porque era como la hora décima[ac]. 40 (BG)Uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús era Andrés, hermano de Simón Pedro. 41 El encontró* primero a su hermano Simón, y le dijo*: Hemos hallado al Mesías(BH) (que traducido quiere decir, Cristo[ad]). 42 Entonces lo trajo a Jesús. Jesús mirándolo, dijo: Tú eres Simón, hijo de Juan[ae](BI); tú serás llamado Cefas(BJ) (que quiere decir: Pedro[af](BK)).

Felipe y Natanael

43 Al día siguiente(BL) Jesús se propuso salir para Galilea(BM), y encontró* a Felipe(BN), y le dijo*: Sígueme(BO). 44 Felipe(BP) era de Betsaida(BQ), de la ciudad de Andrés y de Pedro. 45 Felipe(BR) encontró* a Natanael(BS) y le dijo*: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, y también los profetas(BT), a Jesús de Nazaret(BU), el hijo de José(BV). 46 Y Natanael le dijo: ¿Puede algo bueno salir de Nazaret(BW)? Felipe(BX) le dijo*: Ven, y ve. 47 Jesús vio venir a Natanael y dijo* de él: He aquí un verdadero israelita(BY) en quien no hay engaño. 48 Natanael le dijo*: ¿Cómo es que me conoces? Jesús le respondió y le dijo: Antes de que Felipe(BZ) te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. 49 Natanael le respondió: Rabí(CA), tú eres el Hijo de Dios(CB), tú eres el Rey de Israel(CC). 50 Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije que te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás. 51 Y le dijo*: En verdad, en verdad os digo que veréis el cielo abierto(CD) y a los ángeles de Dios subiendo y bajando(CE) sobre el Hijo del Hombre(CF).

Footnotes

  1. Juan 1:1 O, era
  2. Juan 1:1 O, la Palabra, y así en el resto del cap.
  3. Juan 1:1 O, existía
  4. Juan 1:2 Lit., Este
  5. Juan 1:2 O, existía
  6. Juan 1:4 O, existía
  7. Juan 1:5 O, dominaron
  8. Juan 1:6 O, Hubo un
  9. Juan 1:8 Lit., aquél
  10. Juan 1:9 O, Había, o, Era
  11. Juan 1:9 O, que alumbra a todo hombre que viene al mundo
  12. Juan 1:12 O, poder
  13. Juan 1:13 O, no fueron engendrados
  14. Juan 1:13 Lit., de sangres
  15. Juan 1:14 O, único
  16. Juan 1:15 O, tiene un rango más elevado que yo
  17. Juan 1:18 Algunos mss. dicen: Hijo
  18. Juan 1:20 I.e., el Mesías
  19. Juan 1:25 I.e., el Mesías
  20. Juan 1:26 Aquí el gr. puede traducirse: por, en, o, con
  21. Juan 1:28 Algunos mss. posteriores dicen: Betábara
  22. Juan 1:30 O, tiene un rango más elevado que yo
  23. Juan 1:31 I.e., como el Mesías
  24. Juan 1:31 Aquí el gr. puede traducirse: por, en, o, con
  25. Juan 1:33 I.e., como el Mesías
  26. Juan 1:33 Aquí el gr. puede traducirse: por, en, o, con
  27. Juan 1:33 Aquí el gr. puede traducirse: por, en, o, con
  28. Juan 1:35 Lit., y
  29. Juan 1:39 I.e., las cuatro de la tarde
  30. Juan 1:41 Gr., el Ungido
  31. Juan 1:42 Gr., Joannes, llamado Jonás en Mat. 16:17
  32. Juan 1:42 I.e., piedra, o, roca

La Palabra, luz y vida

Antes de que todo comenzara
ya existía aquel que es la Palabra.

La Palabra estaba con Dios,
y la Palabra era Dios.

Cuando Dios creó todas las cosas,
allí estaba la Palabra.

Todo fue creado por la Palabra,
y sin la Palabra nada se hizo.

De la Palabra nace la vida,
y la Palabra, que es la vida,
es también nuestra luz.
La luz alumbra en la oscuridad,
¡y nada puede destruirla!

Dios envió a un hombre llamado Juan, para que hablara con la gente y la convenciera de creer en la luz. Juan no era la luz; él sólo vino para mostrar quién era la luz. Y la luz verdadera pronto llegaría a este mundo.

10 Aquel que es la Palabra estaba en el mundo.
Dios creó el mundo
por medio de aquel que es la Palabra,
pero la gente no lo reconoció.
11 La Palabra vino a vivir a este mundo,
pero su pueblo no la aceptó.

12 Pero aquellos que la aceptaron
y creyeron en ella,
llegaron a ser hijos de Dios.

13 Son hijos de Dios
por voluntad divina,
no por voluntad humana.

14 Aquel que es la Palabra
habitó entre nosotros
y fue como uno de nosotros.

Vimos el poder que le pertenece
como Hijo único de Dios,
pues nos ha mostrado
todo el amor y toda la verdad.

15 Juan habló de aquel que era la Palabra, y anunció: «Ya les había dicho que él estaba por llegar. Él es más importante que yo, porque existe desde antes de que yo existiera.»

16-18 Dios nos dio a conocer sus leyes por medio de Moisés, pero por medio de Jesucristo nos hizo conocer el amor y la verdad. Nadie ha visto a Dios jamás; pero el Hijo único, que está más cerca del Padre, y que es Dios mismo, nos ha enseñado cómo es él. Gracias a lo que el Hijo de Dios es, hemos recibido muchas bendiciones.

Juan el Bautista habla de Jesús

19-20 Los jefes de los judíos que vivían en Jerusalén enviaron a algunos sacerdotes, y a otros ayudantes del templo, para que le preguntaran a Juan quién era él. Juan les respondió claramente:

—Yo no soy el Mesías.

21 Y ellos volvieron a preguntarle:

—¿Eres Elías?

Juan les respondió:

—No; no soy Elías.

Pero los sacerdotes y sus acompañantes insistieron:

—¿Eres tú el profeta[a] que Dios iba a enviar?

—No —dijo Juan.

22 Finalmente, le dijeron:

—Tenemos que llevar una respuesta a los que nos enviaron. Dinos, ¿quién eres tú?

23 Juan les hizo recordar:

—Yo soy el que grita en el desierto: “Prepárenle el camino al Señor”.[b]

24-25 Entonces los mensajeros de los fariseos le dijeron a Juan:

—Si tú no eres el Mesías, ni Elías ni el profeta, ¿por qué bautizas?

26 Juan contestó:

—Yo bautizo con agua. Pero hay entre ustedes uno a quien todavía no conocen. 27 Aunque yo he llegado antes, él es más importante que yo, y ni siquiera merezco ser su esclavo.

28 Todo esto pasó en el pueblo de Betania, al otro lado del río Jordán, donde Juan bautizaba.

El Cordero de Dios

29 Al día siguiente, Juan vio que Jesús se acercaba. Entonces le dijo a toda la gente:

«¡Aquí viene el Cordero de Dios[c] que quita el pecado de la gente del mundo! Por medio de él, Dios les perdonará a ustedes todos sus pecados. 30 Yo me refería a él cuando dije: “Después de mí viene uno que es más importante que yo, porque existe desde antes de que yo naciera.” 31 Yo no sabía quién era, pero Dios me mandó a bautizar con agua para que todos puedan conocerlo.

32 »Yo vi cuando el Espíritu de Dios bajaba del cielo en forma de paloma y se colocaba sobre él. 33 No sabía yo quién era él, pero Dios me dijo: “Conocerás al que bautiza con el Espíritu Santo cuando veas que mi Espíritu baja y se coloca sobre él.” 34 Ahora lo he visto, y les aseguro que él es el Hijo de Dios.»

Los primeros discípulos de Jesús

35 Al día siguiente, Juan estaba en el mismo lugar con dos de sus discípulos. 36 Cuando vio que Jesús pasaba por allí, les dijo: «¡Miren, aquí viene el Cordero de Dios!»[d] 37 Al oír eso, los dos discípulos lo siguieron.

38 Jesús se dio vuelta y, al ver que lo seguían, les preguntó qué querían. Ellos le preguntaron:

—¿Dónde vives, Maestro?

39 —Síganme y lo verán —contestó Jesús.

Ellos fueron y vieron dónde vivía Jesús; y como eran casi las cuatro de la tarde, se quedaron con él por el resto del día.

40 Uno de ellos era Andrés, el hermano de Simón Pedro. 41 Lo primero que hizo Andrés fue buscar a su hermano Simón. Cuando lo encontró, le dijo: «¡Hemos encontrado al Mesías, es decir, al Cristo!»

42 Entonces Andrés llevó a Simón a donde estaba Jesús. Cuando Jesús vio a Simón, le dijo: «Tú eres Simón, hijo de Juan, pero ahora te vas a llamar Cefas, es decir, Pedro».[e]

Jesús llama a Felipe y a Natanael

43-44 Al día siguiente, Jesús decidió ir a la región de Galilea. Allí encontró a Felipe, que era de Betsaida, el pueblo donde vivían Andrés y Pedro. Jesús le dijo a Felipe: «Sígueme».

45 Luego Felipe fue a buscar a Natanael, y le dijo:

—Hemos encontrado a aquel de quien Moisés escribió en la Biblia, y del que también hablan los profetas. Es Jesús de Nazaret, el hijo de José.

46 Natanael preguntó:

—¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?

—Ven y lo verás —contestó Felipe.

47 Cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, dijo:

—Aquí viene un verdadero israelita, un hombre realmente sincero.

48 Natanael le preguntó:

—¿Cómo es que me conoces?

Jesús le respondió:

—Me fijé en ti cuando estabas bajo la higuera, antes que Felipe te llamara.

49 Entonces Natanael respondió:

—Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios y el Rey de Israel!

50 Jesús le dijo:

—¿Crees esto sólo porque dije que te vi debajo de la higuera? Pues todavía verás cosas más sorprendentes que éstas.

51 Y luego les dijo a todos: «Les aseguro que ustedes verán el cielo abierto, y verán también a los ángeles de Dios subir y bajar sobre mí, que soy el Hijo del hombre.»

Footnotes

  1. Juan 1:21 El profeta: Muchos judíos sabían que Dios iba a enviar un profeta como Moisés, pero que sería más poderoso que él (véase Deuteronomio 18.15-18).
  2. Juan 1:23 Al citar Juan las palabras del profeta Isaías (40.3), estaba diciendo que él era esa voz.
  3. Juan 1:29 Cordero de Dios: Los judíos tenían que ofrecerle a Dios el sacrificio de un cordero, para que él les perdonara los pecados. Pero ahora Dios los perdonaría por medio de la muerte de Jesús. Por eso Jesús es llamado Cordero de Dios.
  4. Juan 1:36 Cordero de Dios: Véase nota en 1.29.
  5. Juan 1:42 Pedro: El nombre arameo Cefas y el griego Pedro significan roca .

Prólogo: Cristo, la Palabra eterna

En el principio la Palabra ya existía.
    La Palabra estaba con Dios,
    y la Palabra era Dios.
El que es la Palabra existía en el principio con Dios.
Dios creó todas las cosas por medio de él,
    y nada fue creado sin él.
La Palabra le dio vida a todo lo creado,[a]
    y su vida trajo luz a todos.
La luz brilla en la oscuridad,
    y la oscuridad jamás podrá apagarla.[b]

Dios envió a un hombre llamado Juan el Bautista[c] para que contara acerca de la luz, a fin de que todos creyeran por su testimonio. Juan no era la luz; era solo un testigo para hablar de la luz. Aquel que es la luz verdadera, quien da luz a todos, venía al mundo.

10 Vino al mismo mundo que él había creado, pero el mundo no lo reconoció. 11 Vino a los de su propio pueblo, y hasta ellos lo rechazaron; 12 pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. 13 Ellos nacen de nuevo, no mediante un nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa humana, sino por medio de un nacimiento que proviene de Dios.

14 Entonces la Palabra se hizo hombre[d] y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de amor inagotable y fidelidad.[e] Y hemos visto su gloria, la gloria del único Hijo del Padre.

15 Juan dio testimonio de él cuando clamó a las multitudes: «A él me refería yo cuando decía: “Alguien viene después de mí que es muy superior a mí porque existe desde mucho antes que yo”».

16 De su abundancia, todos hemos recibido una bendición inmerecida tras otra.[f] 17 Pues la ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor inagotable de Dios y su fidelidad vinieron por medio de Jesucristo. 18 Nadie ha visto jamás a Dios; pero el Único, que es Dios,[g] está íntimamente ligado al Padre. Él nos ha revelado a Dios.

El testimonio de Juan el Bautista

19 Este fue el testimonio que dio Juan cuando los líderes judíos enviaron sacerdotes y ayudantes del templo[h] desde Jerusalén para preguntarle:

—¿Quién eres?

20 Él dijo con toda franqueza:

—Yo no soy el Mesías.

21 —Bien. Entonces, ¿quién eres?—preguntaron—. ¿Eres Elías?

—No—contestó.

—¿Eres el Profeta que estamos esperando?[i]

—No.

22 —Entonces, ¿quién eres? Necesitamos alguna respuesta para los que nos enviaron. ¿Qué puedes decirnos de ti mismo?

23 Juan contestó con las palabras del profeta Isaías:

«Soy una voz que clama en el desierto:
    “¡Abran camino para la llegada del Señor!”»[j].

24 Entonces los fariseos que habían sido enviados 25 le preguntaron:

—Si no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta, ¿con qué derecho bautizas?

26 Juan les dijo:

—Yo bautizo con[k] agua, pero aquí mismo, en medio de la multitud, hay alguien a quien ustedes no reconocen. 27 Aunque su servicio viene después del mío, yo ni siquiera soy digno de ser su esclavo, ni de desatar las correas de sus sandalias.

28 Ese encuentro ocurrió en Betania, una región situada al oriente del río Jordán, donde Juan estaba bautizando.

Jesús, el Cordero de Dios

29 Al día siguiente, Juan vio que Jesús se le acercaba y dijo: «¡Miren! ¡El Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo! 30 A él me refería cuando yo decía: “Después de mí, vendrá un hombre que es superior a mí porque existe desde mucho antes que yo”. 31 No lo reconocí como el Mesías, aunque estuve bautizando con agua para que él fuera revelado a Israel».

32 Entonces Juan dio testimonio: «Vi al Espíritu Santo descender del cielo como una paloma y reposar sobre él. 33 Yo no sabía que era el Mesías, pero cuando Dios me envió a bautizar con agua, me dijo: “Aquel, sobre quien veas que el Espíritu desciende y reposa, es el que bautizará con el Espíritu Santo”. 34 Vi que eso sucedió con Jesús, por eso doy testimonio de que él es el Elegido de Dios[l]».

Los primeros discípulos

35 Al día siguiente, Juan estaba otra vez allí con dos de sus discípulos. 36 Al pasar Jesús, Juan lo miró y declaró: «¡Miren! ¡Ahí está el Cordero de Dios!». 37 Cuando los dos discípulos de Juan lo oyeron, siguieron a Jesús.

38 Jesús miró a su alrededor y vio que ellos lo seguían.

—¿Qué quieren?—les preguntó.

Ellos contestaron:

—Rabí (que significa “Maestro”), ¿dónde te hospedas?

39 —Vengan y vean—les dijo.

Eran como las cuatro de la tarde cuando lo acompañaron al lugar donde se hospedaba, y se quedaron el resto del día con él.

40 Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de estos hombres que, al oír lo que Juan dijo, siguieron a Jesús. 41 Andrés fue a buscar a su hermano Simón y le dijo: «Hemos encontrado al Mesías» (que significa «Cristo»[m]).

42 Luego Andrés llevó a Simón, para que conociera a Jesús. Jesús miró fijamente a Simón y le dijo: «Tu nombre es Simón hijo de Juan, pero te llamarás Cefas» (que significa «Pedro»[n]).

43 Al día siguiente, Jesús decidió ir a Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: «Ven, sígueme». 44 Felipe era de Betsaida, el pueblo natal de Andrés y Pedro.

45 Felipe fue a buscar a Natanael y le dijo:

—¡Hemos encontrado a aquel de quien Moisés[o] y los profetas escribieron! Se llama Jesús, el hijo de José, de Nazaret.

46 —¡Nazaret!—exclamó Natanael—. ¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?

—Ven y compruébalo tú mismo—le respondió Felipe.

47 Mientras ellos se acercaban, Jesús dijo:

—Aquí viene un verdadero hijo de Israel, un hombre totalmente íntegro.

48 —¿Cómo es que me conoces?—le preguntó Natanael.

—Pude verte debajo de la higuera antes de que Felipe te encontrara—contestó Jesús.

49 Entonces Natanael exclamó:

—Rabí, ¡tú eres el Hijo de Dios, el Rey de Israel!

50 Jesús le preguntó:

—¿Crees eso solo porque te dije que te había visto debajo de la higuera? Verás cosas más grandes que esta.

51 Y agregó: «Les digo la verdad, todos ustedes verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre, quien es la escalera entre el cielo y la tierra[p]».

Footnotes

  1. 1:3-4 O y nada de lo que fue creado, fue creado sino por medio de él. La Palabra dio vida a todo.
  2. 1:5 O y la oscuridad no la ha entendido.
  3. 1:6 En griego un hombre llamado Juan.
  4. 1:14a En griego se hizo carne.
  5. 1:14b O de gracia y verdad; similar en 1:17.
  6. 1:16 O recibido la gracia de Cristo en lugar de la gracia de la ley; en griego dice recibido gracia sobre gracia.
  7. 1:18 Algunos manuscritos dicen pero el único Hijo.
  8. 1:19 En griego y levitas.
  9. 1:21 En griego ¿Eres tú el Profeta? Ver Dt 18:15, 18; Ml 4:5-6.
  10. 1:23 Is 40:3.
  11. 1:26 O en; también en 1:31, 33.
  12. 1:34 Algunos manuscritos dicen el Hijo de Dios.
  13. 1:41 Tanto Mesías (término hebreo) como Cristo (término griego) significan «ungido».
  14. 1:42 Tanto el nombre Cefas (del arameo) como el nombre Pedro (del griego) significan «roca».
  15. 1:45 En griego Moisés en la ley.
  16. 1:51 En griego subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre; ver Gn 28:10-17. «Hijo del Hombre» es un título que Jesús empleaba para referirse a sí mismo.

In the beginning was the Word, and the Word was with God, and the Word was God.

The same was in the beginning with God.

All things were made by him; and without him was not any thing made that was made.

In him was life; and the life was the light of men.

And the light shineth in darkness; and the darkness comprehended it not.

There was a man sent from God, whose name was John.

The same came for a witness, to bear witness of the Light, that all men through him might believe.

He was not that Light, but was sent to bear witness of that Light.

That was the true Light, which lighteth every man that cometh into the world.

10 He was in the world, and the world was made by him, and the world knew him not.

11 He came unto his own, and his own received him not.

12 But as many as received him, to them gave he power to become the sons of God, even to them that believe on his name:

13 Which were born, not of blood, nor of the will of the flesh, nor of the will of man, but of God.

14 And the Word was made flesh, and dwelt among us, (and we beheld his glory, the glory as of the only begotten of the Father,) full of grace and truth.

15 John bare witness of him, and cried, saying, This was he of whom I spake, He that cometh after me is preferred before me: for he was before me.

16 And of his fulness have all we received, and grace for grace.

17 For the law was given by Moses, but grace and truth came by Jesus Christ.

18 No man hath seen God at any time, the only begotten Son, which is in the bosom of the Father, he hath declared him.

19 And this is the record of John, when the Jews sent priests and Levites from Jerusalem to ask him, Who art thou?

20 And he confessed, and denied not; but confessed, I am not the Christ.

21 And they asked him, What then? Art thou Elias? And he saith, I am not. Art thou that prophet? And he answered, No.

22 Then said they unto him, Who art thou? that we may give an answer to them that sent us. What sayest thou of thyself?

23 He said, I am the voice of one crying in the wilderness, Make straight the way of the Lord, as said the prophet Esaias.

24 And they which were sent were of the Pharisees.

25 And they asked him, and said unto him, Why baptizest thou then, if thou be not that Christ, nor Elias, neither that prophet?

26 John answered them, saying, I baptize with water: but there standeth one among you, whom ye know not;

27 He it is, who coming after me is preferred before me, whose shoe's latchet I am not worthy to unloose.

28 These things were done in Bethabara beyond Jordan, where John was baptizing.

29 The next day John seeth Jesus coming unto him, and saith, Behold the Lamb of God, which taketh away the sin of the world.

30 This is he of whom I said, After me cometh a man which is preferred before me: for he was before me.

31 And I knew him not: but that he should be made manifest to Israel, therefore am I come baptizing with water.

32 And John bare record, saying, I saw the Spirit descending from heaven like a dove, and it abode upon him.

33 And I knew him not: but he that sent me to baptize with water, the same said unto me, Upon whom thou shalt see the Spirit descending, and remaining on him, the same is he which baptizeth with the Holy Ghost.

34 And I saw, and bare record that this is the Son of God.

35 Again the next day after John stood, and two of his disciples;

36 And looking upon Jesus as he walked, he saith, Behold the Lamb of God!

37 And the two disciples heard him speak, and they followed Jesus.

38 Then Jesus turned, and saw them following, and saith unto them, What seek ye? They said unto him, Rabbi, (which is to say, being interpreted, Master,) where dwellest thou?

39 He saith unto them, Come and see. They came and saw where he dwelt, and abode with him that day: for it was about the tenth hour.

40 One of the two which heard John speak, and followed him, was Andrew, Simon Peter's brother.

41 He first findeth his own brother Simon, and saith unto him, We have found the Messias, which is, being interpreted, the Christ.

42 And he brought him to Jesus. And when Jesus beheld him, he said, Thou art Simon the son of Jona: thou shalt be called Cephas, which is by interpretation, A stone.

43 The day following Jesus would go forth into Galilee, and findeth Philip, and saith unto him, Follow me.

44 Now Philip was of Bethsaida, the city of Andrew and Peter.

45 Philip findeth Nathanael, and saith unto him, We have found him, of whom Moses in the law, and the prophets, did write, Jesus of Nazareth, the son of Joseph.

46 And Nathanael said unto him, Can there any good thing come out of Nazareth? Philip saith unto him, Come and see.

47 Jesus saw Nathanael coming to him, and saith of him, Behold an Israelite indeed, in whom is no guile!

48 Nathanael saith unto him, Whence knowest thou me? Jesus answered and said unto him, Before that Philip called thee, when thou wast under the fig tree, I saw thee.

49 Nathanael answered and saith unto him, Rabbi, thou art the Son of God; thou art the King of Israel.

50 Jesus answered and said unto him, Because I said unto thee, I saw thee under the fig tree, believest thou? thou shalt see greater things than these.

51 And he saith unto him, Verily, verily, I say unto you, Hereafter ye shall see heaven open, and the angels of God ascending and descending upon the Son of man.