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El pecado de Acán y sus consecuencias

Pero los israelitas cometieron un gran delito con lo consagrado al exterminio. Acán, hijo de Carmí, hijo de Zabdí, hijo de Céraj, de la tribu de Judá, se quedó con algo de lo consagrado, y el Señor se encolerizó contra los israelitas.

Josué mandó unos hombres desde Jericó hasta Ay, que está junto a Bet Avén, al oriente de Betel, con este encargo:

— Id a explorar la comarca.

Los hombres fueron y exploraron Ay. Cuando regresaron, dijeron a Josué:

— Que no suba todo el pueblo; para atacar a Ay basta con que vayan dos o tres mil guerreros. No molestes a todo el pueblo haciendo que suba hasta allí, porque ellos son pocos.

Subieron, pues, unos tres mil guerreros, pero tuvieron que huir ante los hombres de Ay que mataron a unos treinta y seis israelitas y persiguieron a los demás desde la puerta de la ciudad hasta Sebarín, batiéndolos en la bajada. Entonces el pueblo se desalentó y se sintió desfallecer.

Oración de Josué y respuesta del Señor

Josué se rasgó los vestidos, se postró en adoración delante del Arca del Señor hasta la tarde, y con él los ancianos de Israel; todos esparcieron polvo sobre sus cabezas.

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