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16 Luego les dijo:

«Váyanse al monte, para que sus perseguidores no los encuentren. Escóndanse allí unos tres días, hasta que ellos regresen; después, podrán irse por donde vinieron.»

17 Ellos le dijeron:

«Nosotros te hemos hecho un juramento, y lo vamos a cumplir. Así quedaremos libres de culpa. 18 Pero tú debes atar este cordón rojo en la ventana por donde nos descolgaste. Eso nos servirá de señal cuando entremos a la ciudad. Reúne en tu casa a toda tu familia, es decir, a tu padre y a tu madre, y a todos tus hermanos y parientes.

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