Josué 13-22
Traducción en lenguaje actual
Territorios no conquistados
13 Cuando ya habían pasado muchos años, y Josué era anciano, Dios le dijo:
«Ya estás muy viejo, y todavía hay mucho territorio por conquistar. 2 Falta la región de los filisteos y toda la de los guesureos, 3 desde el arroyo Sihor, al este de Egipto, hasta la frontera con Ecrón, en el norte, que es territorio cananeo. Allí hay cinco jefes filisteos que viven en las ciudades de Gaza, Asdod, Ascalón, Gad y Ecrón. Además, falta el territorio de los aveos, 4 al sur. Así que todavía hay territorio cananeo por conquistar, desde Megará de los sidonios hasta Afec, en la frontera con los amorreos. 5 No han tomado aún la zona de los guiblitas, ni la parte este del Líbano, desde Baal-gad al sur del monte Hermón hasta el paso de Hamat. 6 A medida que avancen los israelitas, yo echaré a los sidonios de la región montañosa, desde el Líbano hasta Misrefot-maim. Pero tú debes dividir el territorio entre los israelitas, como te he mandado. 7 Así que reparte esta tierra entre las nueve tribus y la media tribu de Manasés».
Territorio al este del Jordán
8 Las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés ya ocupaban el territorio que les correspondía al este del Jordán, pues Moisés se lo había asignado. 9 Su tierra se extendía desde Aroer, a orillas del río Arnón, hasta Dibón, y además incluía la ciudad que está en medio del valle y toda la llanura de Medebá. 10 También recibieron todas las ciudades que había gobernado Sihón, rey de los amorreos, cuando vivía en Hesbón. Su territorio llegaba hasta la frontera de los amonitas. 11 Comprendía Galaad, las tierras de los guesureos y de los maacateos, el monte Hermón, y toda la tierra de Basán, hasta Salcá. 12 Incluía además el reino de Og, el último de los refaítas[a] que gobernó en Astarot y Edrei. Moisés y los israelitas los habían derrotado y los habían desalojado de su territorio, 13 aunque no a todos, pues los guesureos y los maacateos todavía viven en Israel.
14 La única tribu que no recibió ningún territorio fue la de Leví, ya que ellos recibirían una parte de todos los sacrificios que se ofrecen al Dios de Israel, como él mismo le había ordenado a Moisés.
Territorio de la tribu de Rubén
15 Moisés había repartido tierras a la tribu de Rubén, según el número de sus grupos familiares. 16 Su territorio se extendía desde Aroer, a orillas del río Arnón, hasta Hesbón, incluyendo la ciudad que está en medio del valle y toda la llanura de Medebá. 17 Comprendía todas las ciudades que están en la llanura: Dibón, Bamot-baal, Bet-baal-megón, 18 Jahas, Cademot, Mefáat, 19 Quiriataim, Sibmá, Séret-sáhar, que está en el cerro del valle, 20 Bet-peor, Bet-jesimot, y las laderas del monte Pisgá. 21 Comprendía todas las ciudades de la llanura y todo el territorio de Sihón, rey de los amorreos, que gobernaba en Hesbón. Moisés lo había derrotado a él, y también a sus gobernadores Eví, Sur, Réquem, Hur y Reba, que vivían en la tierra de Madián. 22 Los israelitas mataron, entre otros, al adivino Balaam hijo de Beor. 23 En resumen: A los grupos familiares de la tribu de Rubén se les dieron todas estas ciudades y aldeas al este del río Jordán.
Territorio de la tribu de Gad
24 Moisés también le dio su parte a la tribu de Gad, según el número de sus grupos familiares. 25 El territorio de ellos incluía Jazer y todas las ciudades de Galaad, y la mitad del territorio de los amonitas, hasta la ciudad de Aroer, que está al este de Rabá. 26 Se extendía desde Hesbón hasta Ramat-mispé y Betonim, y desde Mahanaim hasta la frontera de Debir. 27 En el valle les tocó Bet-aram, Bet-nimrá, Sucot y Safón, que era la otra parte del territorio que el rey Sihón había gobernado desde Hesbón, con el Jordán como frontera en la punta del Lago de Galilea al este del Jordán. 28 Así que éstas fueron las ciudades entregadas a los grupos familiares de la tribu de Gad.
Territorio de la media tribu de Manasés
29-30 Moisés les había entregado toda la zona de Basán a los grupos familiares de la media tribu de Manasés, desde Mahanaim hacia el norte, es decir, todo el territorio donde había gobernado Og, rey de Basán, incluyendo las sesenta ciudades tomadas por Jaír. 31 A esta media tribu, descendiente de Maquir hijo de Manasés, Moisés le entregó la mitad de Galaad, junto con las ciudades de Astarot y Edrei, donde Og había reinado.
32 De esta manera repartió Moisés el territorio de Moab en el valle del río Jordán, al este de Jericó. 33 Pero a la tribu de Leví no le dio ningún territorio, pues Dios mismo les daría todo lo necesario.
El territorio al oeste del Jordán
14 El sacerdote Eleazar y Josué hijo de Nun, junto con los jefes de las familias, repartieron entre los israelitas el territorio cananeo al oeste del río Jordán. 2 Dios le había ordenado a Moisés repartir los territorios de las nueve tribus y media haciendo sorteos. 3-4 Los descendientes de José se habían dividido en dos tribus: la de Manasés y la de Efraín. Moisés ya había repartido la tierra al este del Jordán entre las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés. A los descendientes de Leví no les dio ningún territorio, pero sí les asignó ciudades donde vivir, y campos para criar sus animales. 5 Los israelitas repartieron el territorio según las instrucciones que Dios le había dado a Moisés.
Caleb recibe la ciudad de Hebrón
6 Cierto día, estando los israelitas en Guilgal, algunos de la tribu de Judá vinieron a ver a Josué. Entre ellos estaba Caleb, hijo de Jefuné el quenezita. Caleb le recordó a Josué:
«Tú bien sabes que nuestro Dios habló con Moisés en Cadés-barnea acerca de nosotros dos. 7 Yo tenía cuarenta años cuando Moisés me envió desde Cadés-barnea a explorar esta tierra. Y yo le conté la verdad sobre lo que había visto. 8 Los que me habían acompañado asustaron a nuestra gente; en cambio, yo confié plenamente en mi Dios. 9 Aquel día Moisés juró que a mi familia y a mí nos daría la tierra por donde anduve, porque le fui fiel a Dios. 10 Eso pasó hace cuarenta y cinco años, y todo este tiempo que nuestro pueblo ha andado por el desierto, Dios me ha protegido, tal como lo prometió. ¡Mírame! Ya tengo ochenta y cinco años, 11 pero estoy tan fuerte hoy como cuando Moisés me envió a explorar. ¡Y todavía puedo pelear! 12 Por eso te pido que me des la región montañosa que Dios me prometió aquel día. Tú bien sabes que los descendientes del gigante Anac viven en ciudades grandes y bien protegidas. Pero con la ayuda de Dios los podré desalojar, y así conquistaré esas ciudades, tal como Dios lo prometió».
13 Josué bendijo a Caleb, y a él y a sus descendientes les dio el territorio de Hebrón. 14 Así fue como Hebrón llegó a pertenecer a Caleb y a su familia, porque Caleb obedeció fielmente al Dios de Israel. Y todavía le pertenece. 15 Antes de eso, Hebrón se llamaba Quiriat-arbá, porque Arbá era el nombre del gigante más importante. Después de esto hubo paz en la región.
Territorio de la tribu de Judá
15 El territorio que recibió la tribu de Judá se extendía hacia el sur por el desierto de Sin hasta Temán, en la frontera con Edom. 2 Esta frontera comenzaba en el extremo sur del Mar Muerto, 3-4 seguía hacia el sur por el paso de Acrabim, y cruzaba el desierto de Sin, pasando al sur de Cadés-barnea. Luego seguía hasta la ciudad de Hezrón, subía a Adar, y daba la vuelta por Carcá hasta la ciudad de Asmón. De allí seguía por el arroyo, en la frontera con Egipto, hacia el noroeste, y terminaba en el mar Mediterráneo. Ésta era la frontera sur de la tierra de Judá.
5 Al este, la frontera era todo el Mar Muerto, hasta la desembocadura del río Jordán. Allí comenzaba la frontera norte, 6 que se extendía hasta Bet-hoglá, pasando al norte de Bet-arabá hasta la Roca de Bohan hijo de Rubén. 7 Después subía del valle de Acor hasta Debir, doblando hacia Guilgal frente al paso de Adumim, al sur del valle; pasaba por el manantial de En-semes, y seguía hasta el de En-roguel; 8 luego cruzaba el valle de Ben-hinom, que está al sur de Jerusalén, y subía por la cumbre del cerro al oeste del valle de Hinom, y de allí bajaba al valle de Refaim; 9 daba la vuelta desde la cumbre del cerro hasta el manantial de Neftóah, y seguía por las ciudades del monte Efrón, pasando por Quiriat-jearim. 10 Hacia el oeste de Baalá, la frontera llegaba hasta el monte de Seír, pasaba por Quesalón, por el lado norte del monte Jearim, y bajaba hasta Bet-semes, pasando por Timná. 11 De allí seguía por los cerros al norte de Ecrón, y seguía a Sicrón, hasta Jabneel, pasando por el monte de Baalá, para terminar en el mar Mediterráneo. 12 Por último, la frontera oeste era el mar Mediterráneo. Éstas eran las fronteras del territorio que les tocó a los grupos familiares de la tribu de Judá.
Caleb conquista Hebrón y Debir
13 Dios le había dicho a Josué: «Dale a Caleb hijo de Jefuné, una parte del territorio de la tribu de Judá».
Josué le asignó entonces la ciudad de Hebrón, que había fundado Arbá, el padre de la raza de gigantes. 14 En esa ciudad vivían los grupos familiares de los gigantes Sesai, Ahimán y Talmai. Caleb los echó de allí y se apoderó de la ciudad. 15 Después salió para atacar a los habitantes de Debir. 16 Y dijo Caleb: «Al que conquiste Debir le daré mi hija Acsa por esposa».
17 El que conquistó la ciudad fue su sobrino, Otoniel hijo de Quenaz, así que Caleb le dio a su hija Acsa por esposa. 18 El día de su casamiento Otoniel le dijo a su esposa:
—Dile a tu padre que nos dé un terreno.
Entonces ella se bajó de su asno, y Caleb le preguntó qué quería. 19 Ella le contestó:
—Quiero un regalo de bodas. Ya me diste tierras, pero están en zonas áridas. Dame ahora también manantiales.
Y Caleb le dio los manantiales del cerro y los del valle.
Las ciudades de la tribu de Judá
20 El territorio que recibieron los grupos familiares de la tribu de Judá comprendía las siguientes ciudades: 21 En la región sur, cerca de la frontera con Edom, estaban Cabseel, Éder, Jagur, 22 Quiná, Dimoná, Adadá, 23 Cedes, Hasor, Itnán, 24 Zif, Télem, Bealot, 25 Hasor-hadatá, Queriot, Hesrón, 26 Amam, Semá, Moladá, 27 Hasar-gadá, Hesmón, Bet-pélet, 28 Hasar-sual, Beerseba y sus aldeas, 29 Baalá, Iim, Ésem, 30 Eltolad, Quesil, Hormá, 31 Siclag, Madmaná, Sansaná, 32 Lebaot, Silhim y En-rimón. En total eran veintinueve ciudades más las aldeas que las rodeaban.
33 Las ciudades de la llanura eran: Estaol, Sorá, Asná, 34 Zanóah, En-ganim, Tapúah, Enam, 35 Jarmut, Adulam, Socó, Azecá, 36 Saaraim, Aditaim, Guederá y Guederotaim, es decir, catorce[b] ciudades con sus aldeas.
37 Otras ciudades eran Senán, Hadasá, Migdal-gad, 38 Dileán, Mispá, Jocteel, 39 Laquis, Boscat, Eglón, 40 Cabón, Lahmam, Quitlís, 41 Guederot, Bet-dagón, Naamá y Maquedá, es decir, dieciséis ciudades con sus aldeas.
42 Estaban además las ciudades de Libná, Éter, Asán, 43 Ifta, Seana, Nesib, 44 Queilá, Aczib y Maresá, es decir, otras nueve ciudades, con sus aldeas.
45 También estaba Ecrón con sus pueblos y aldeas, 46 y todas las ciudades y aldeas cercanas a Asdod, desde Ecrón hasta el mar Mediterráneo.
47 Formaban parte de este territorio las ciudades de Asdod y Gaza, con sus pueblos y aldeas, cuya zona se extendía hasta el arroyo de Egipto y la costa del mar Mediterráneo.
48 En la región montañosa el pueblo de Judá tenía las siguientes ciudades: Samir, Jatir, Socó, 49 Daná, Debir, 50 Anab, Estemoa, Anim, 51 Gosen, Holón y Guiló. Eran once ciudades con sus aldeas.
52-54 Otras nueve ciudades con sus aldeas eran Arab, Dumá, Esán, Janum, Bet-tapúa, Afecá, Humtá, Sior y Hebrón.
55 Otro grupo de diez ciudades con sus aldeas eran Maón, Carmel, Zif, Jutá, 56 Jezreel, Jocdeam, Zanóah, 57 Caín, Guibeá y Timná.
58 Las ciudades de Halhul, Bet-sur y Guedor, 59 Maarat, Bet-anot y Eltecón, seis ciudades más con sus aldeas.
60 Las ciudades de Quiriat-jearim y Rabá, con sus aldeas.
61 En el desierto les tocaron Bet-arabá, Midín, Secacá, 62 Nibsán, Ciudad de la Sal y En-gadi, es decir, seis ciudades más con sus aldeas.
63 Pero la tribu de Judá no pudo expulsar de Jerusalén a los jebuseos; por eso ellos todavía viven allí.
Los territorios de Efraín y Manasés
16 La frontera del territorio asignado a los descendientes de José comenzaba en el sur, a la altura de los manantiales de Jericó, cerca del río Jordán. Luego pasaba por Jericó hacia el noroeste, atravesando el desierto y la región montañosa, hasta Betel. 2 De Betel pasaba por Atarot, donde vivían los arquitas. 3 Seguía luego hacia el oeste por la región de los jafletitas, hasta Bet-horón de abajo. De allí iba hasta Guézer, terminando en el mar Mediterráneo. 4 Así, Efraín y Manasés, descendientes de José, recibieron lo que les correspondía.
Territorio de la tribu de Efraín
5 El territorio de la tribu de Efraín comenzaba en Atarot, seguía hacia el este hasta Bet-horón de arriba, 6 y de allí al mar Mediterráneo. En el extremo norte estaba Micmetat, de donde la frontera seguía hacia el este hasta Taanat-siló, pasando luego por Janóah. 7 Después bajaba a Atarot y a Naará, pasaba por Jericó, y terminaba en el río Jordán. 8 Desde Tapúah la frontera iba hacia el oeste, hasta el arroyo de Caná, y terminaba en el mar Mediterráneo. Éste fue el territorio entregado a los grupos familiares de la tribu de Efraín. 9 Recibieron, además, algunas aldeas y pueblos que quedaban dentro del territorio de Manasés.
10 Sin embargo, los de Efraín no echaron a los cananeos que vivían en Guézer, sino que los dejaron seguir viviendo allí, pero los obligaron a trabajar para ellos como esclavos.
Territorios de la tribu de Manasés
17 El territorio de la tribu de Manasés, el hijo mayor de José, se dividió de la siguiente manera:
Al grupo familiar de Maquir ya Moisés le había asignado las tierras de Galaad y Basán. Maquir, guerrero valiente, era hijo mayor de Manasés y padre de Galaad.
2 A los grupos familiares de Abiézer, Hélec, Asriel, Siquem, Héfer y Semidá, Josué les asignó sus respectivos territorios. Éstos eran hijos de Manasés y nietos de José.
3 A Selofhad, bisnieto de Maquir, no se le había dado territorio, porque no tuvo hijos. Sólo tuvo cinco hijas, que se llamaban Mahlá, Noá, Hoglá, Milcá y Tirsá. 4 Entonces ellas se presentaron ante el sacerdote Eleazar, ante Josué y ante los líderes, y les dijeron: «Dios le ordenó a Moisés que a nosotras se nos dieran tierras, lo mismo que a nuestros parientes varones».
Así que de acuerdo con el mandato de Dios, ellas también recibieron tierras.
5-6 Josué asignó tierras tanto a las mujeres como a los hombres descendientes de Manasés. Por eso la tribu de Manasés recibió diez partes al oeste del río Jordán, además de los territorios de Galaad y Basán, que están al este del río.
7 El territorio de Manasés se extendía desde la frontera con la tribu de Aser hasta Micmetat, que está al este de Siquem. De allí seguía hacia el sur hasta el manantial de Tapúah. 8 La región de Tapúah pertenecía a Manasés, excepto la ciudad cerca de la frontera, cuyo nombre también es Tapúah y pertenecía a la tribu de Efraín. 9-10 De allí la frontera sur seguía hacia el oeste por el arroyo Caná, hasta el mar Mediterráneo. La mayor parte del territorio de Manasés estaba al norte del arroyo Caná, pero en la parte que le correspondía al sur del arroyo había algunas ciudades que pertenecían a la tribu de Efraín. Al noroeste, el territorio de Manasés limitaba con el de la tribu de Aser, y al noreste, con el de la tribu de Isacar. 11 Dentro del territorio de esas tribus había también varias ciudades con sus aldeas que pertenecían a Manasés. Éstas son Bet-seán, Ibleam, Dor, Endor, Taanac y Meguido. La tercera ciudad mencionada es la de la costa. 12 Pero la tribu de Manasés no pudo echar a los cananeos de esas ciudades, y todavía están allí. 13 Después, cuando los israelitas se hicieron más fuertes, no desalojaron a los cananeos, pero los obligaron a trabajar para ellos.
Los descendientes de José piden más territorios
14 Un día los descendientes de José le dijeron a Josué:
—Dios nos ha bendecido y ahora somos muchos, pero sólo nos has dado una porción de territorio. Necesitamos más.
15 Josué les respondió:
—Ya que ustedes son muchos y no les alcanza el territorio de Efraín, vayan a la región de los ferezeos y de los gigantes refaítas, y ábranse espacio en los bosques que allí hay.
16 Ellos dijeron entonces:
—Es verdad. No cabemos en la región montañosa de Efraín. Pero los cananeos que viven en el valle tienen carros de hierro, tanto los de Bet-seán y de las aldeas a su alrededor, como los del valle de Jezreel.
17 Josué respondió de esta manera a los descendientes de José, es decir, a Efraín y a Manasés:
—Ustedes son muchos y muy poderosos, así que les daré más de una porción de territorio. 18 Toda la región montañosa será de ustedes. Allí hay bosques, pero ustedes podrán desmontarlos y adueñarse de ese territorio. Es cierto que los cananeos son fuertes y tienen carros de hierro, pero ustedes los echarán del territorio.
Josué reparte el resto del territorio
18 Cuando los israelitas terminaron de conquistar la tierra, se reunieron todos en Siló. Allí levantaron el santuario, donde se reunían con Dios. 2 Pero todavía faltaba asignar territorio a siete tribus.
3 Entonces Josué les dijo:
«¿Qué están esperando para establecerse en la tierra que ya les ha dado el Dios de sus antepasados? 4 Quiero que cada tribu elija a tres hombres. Yo los enviaré a recorrer toda la tierra no repartida, para que luego me informen cómo puede repartirse. 5 Deberán dividir la tierra en siete partes, porque a la tribu de Judá ya se le han asignado territorios en el sur, y a los descendientes de José, en el norte. 6 Cuando me traigan esa información, yo consultaré a Dios para saber cómo asignarlas. 7 Pero los descendientes de Leví no recibirán ninguna parte del territorio. Ellos tendrán el privilegio de servir a Dios como sus sacerdotes. Las tribus de Gad y de Rubén, y la media tribu de Manasés, ya han recibido sus tierras al este del río Jordán. Se las entregó Moisés».
8 Los hombres que habían sido elegidos para hacer el informe se prepararon para salir. Josué les recomendó: «Recorran toda la tierra, regresen aquí con su informe, y yo entonces le consultaré a Dios».
9 Aquellos hombres recorrieron toda la tierra, y en su informe señalaron las siete regiones. También hicieron una lista de las ciudades de cada región. Luego volvieron a Siló, donde estaba Josué, 10 y después de consultar con Dios, Josué repartió la tierra, dándole su parte a cada tribu.
El territorio de la tribu de Benjamín
11 El primer territorio sorteado fue el de la tribu de Benjamín. Las tierras que le tocaron en suerte quedaban entre las de Judá y las de Efraín y Manasés. 12 Al norte, su frontera comenzaba en el río Jordán y subía por el cerro al norte de Jericó. Seguía luego hacia el oeste, por la región montañosa, hasta el desierto de Bet-avén. 13 Después iba hasta el cerro, al sur de Betel, bajaba hasta Atarot-adar, sobre el cerro al sur de Bet-horón de abajo. 14 Luego la frontera giraba hacia el sur, desde el lado oeste del cerro, y llegaba a Quiriat-jearim. Esta ciudad pertenece a la tribu de Judá. Éstos eran los límites del lado oeste.
15 La frontera sur partía de las afueras de Quiriat-jearim, siguiendo hasta los manantiales de Neftóah. 16 Bajaba luego hasta la falda del cerro al norte del valle de Refaim, donde comienza el valle de Ben-hinom. Seguía por ese valle al sur del cerro de Jebús, hasta el manantial de En-roguel. 17 Continuaba después hacia el norte hasta En-semes, y de allí a Guelilot, que está frente al paso de Adumim. Luego bajaba hasta la Roca de Bohan hijo de Rubén, 18 y pasaba al norte de los cerros que están frente al valle del Jordán. De allí bajaba al valle, 19 pasaba al norte de Bet-hoglá, y terminaba en la bahía donde desemboca el río Jordán, al norte del Mar Muerto. Éstos eran los límites del lado sur.
20 El río Jordán formaba la frontera este. Tales eran los límites del territorio que fue entregado a la tribu de Benjamín.
21 Las ciudades que les tocaron a los grupos familiares de la tribu de Benjamín fueron Jericó, Bet-hoglá, Émec-quesís, 22 Bet-arabá, Semaraim, Betel, 23 Avim, Pará, Ofrá, 24 Quefar-haamoní, Ofní y Gueba, es decir, un total de doce ciudades con sus respectivas aldeas. 25 Había también otras catorce ciudades con sus aldeas: Gabaón, Ramá, Beerot, 26 Mispá, Quefirá, Mosá, 27 Réquem, Irpeel, Taralá, 28 Selá, Élef, Guibeá, Quiriat y Jebús, que después se llamó Jerusalén. Éste es el territorio que fue entregado a la tribu de Benjamín.
Territorios de la tribu de Simeón
19 El segundo territorio sorteado fue para los grupos familiares de la tribu de Simeón. Sus tierras quedaban dentro del territorio de la tribu de Judá. 2 Comprendía las ciudades de Beerseba, Moladá, Sebá, 3 Hasar-sual, Balá, Ésem, 4 Eltolad, Betul, Hormá, 5 Siclag, Bet-marcabot, Hasar-susá, 6 Bet-lebaot y Saruhén. Eran trece[c] ciudades con sus aldeas.
7 También recibieron las ciudades de En-rimón, Éter y Asán, con sus aldeas. 8 Este territorio comprendía todas las ciudades y aldeas en el sur, hasta la ciudad de Ramá en el desierto del sur. 9 Josué le había dado a la tribu de Judá más territorio del que necesitaba, así que le entregó parte de sus tierras a la tribu de Simeón.
Territorio de la tribu de Zabulón
10 El tercer territorio sorteado fue para los grupos familiares de la tribu de Zabulón. El territorio que recibieron llegaba al sur, hasta Sarid. 11 De allí la frontera seguía hacia el oeste hasta Maralá, pasando por Dabéset y el arroyo que está al este de Jocneam. 12 Al este de Sarid, la frontera llegaba hasta Quislot-tabor; de allí seguía a Daberat, y luego subía hasta Jafía. 13 Siguiendo hacia el este, llegaba a Gat-héfer, pasaba por Itá-casín, dando luego la vuelta por Nea hasta Rimón. 14 En el norte, la frontera daba la vuelta hasta Hanatón, y terminaba en el valle de Jefté-el. 15-16 Este territorio que recibió la tribu de Zabulón incluía doce ciudades con sus aldeas. Entre ellas estaban Catat, Nahalal, Simrón, Idalá y Belén.
Territorio de la tribu de Isacar
17 El cuarto territorio sorteado fue para los grupos familiares de la tribu de Isacar. 18 Comprendía las ciudades de Jezreel, Quesulot, Sunem, 19 Hafaraim, Sihón, Anaharat, 20 Rabit, Quisión, Ebes, 21 Rémet, En-ganim, En-hadá y Bet-pasés. 22 En el norte, su frontera hacia el este iba desde el monte Tabor hasta el río Jordán, pasando por las ciudades de Sahasimá y Bet-semes. 23 Todo este territorio, incluyendo las dieciséis ciudades con sus aldeas, pertenecía a la tribu de Isacar.
Territorio de la tribu de Aser
24 El quinto territorio sorteado fue para los grupos familiares de la tribu de Aser. 25 Al sur, la frontera iba desde la ciudad de Helcat hacia el oeste, incluyendo las ciudades de Halí, Beten, Acsaf, 26 Alamélec, Amad y Misal. La frontera oeste era el monte Carmelo y Sihor-libnat. 27 Al este, la frontera partía de Helcat hacia el norte, hasta Bet-dagón. Luego de pasar por el territorio de la tribu de Zabulón, seguía por el valle de Jefté-el hasta Bet-émec y Neiel. Después pasaba por Cabul, 28 Abdón, Ebrón, Rehob, Hamón y Caná, terminando en Sidón. 29 De allí giraba hacia Ramá, llegaba hasta el fuerte de Tiro, continuaba por Hosá y terminaba en el mar Mediterráneo. Comprendía también a Mahaleb, a Aczib, 30-31 a Umá, a Afec y a Rehob. Estas veintidós ciudades con sus aldeas estaban comprendidas dentro del territorio que recibió la tribu de Aser.
Territorio de la tribu de Neftalí
32 El sexto territorio sorteado fue para los grupos familiares de la tribu de Neftalí. 33 La frontera norte iba desde la ciudad de Hélef, pasando por el roble cercano a Saanamim, seguía por las ciudades de Adamí-néqueb y Jabneel hasta Lacum, y terminaba en el río Jordán. 34 La frontera sur comenzaba en el Jordán; llegaba, por el oeste, hasta la ciudad de Aznot-tabor. Allí giraba al norte y seguía por la frontera de la tribu de Zabulón, hasta la ciudad de Hucoc. Después seguía hacia el oeste, siempre bordeando la frontera de Zabulón. Al oeste, su frontera daba con el territorio de la tribu de Aser, y al este, con el río Jordán. 35 Las ciudades fortificadas eran Sidim, Ser, Hamat, Racat, Quinéret, 36 Adamá, Ramá, Hasor, 37 Quedes, Edrei, En-hasor, 38-39 Irón, Migdal-el, Horem, Bet-anat y Bet-semes. En total había diecinueve[d] ciudades con sus aldeas en el territorio entregado a la tribu de Neftalí.
Territorio de la tribu de Dan
40 El séptimo territorio sorteado fue para los grupos familiares de la tribu de Dan. 41 Comprendía las ciudades de Sorá, Estaol, Ir-semes, 42 Saalbim, Aialón, Jetlá, 43 Elón, Timnat, Ecrón, 44 Eltequé, Guibetón, Baalat, 45 Jehúd, Bené-berac, Gat-rimón, 46 Mejarcón y Racón, junto con la región frente a Jope. 47-48 Todas estas ciudades y sus aldeas pertenecían a la tribu de Dan. Más tarde los de Dan perdieron sus tierras, así que fueron al norte y atacaron la ciudad de Lésem. Mataron a toda la gente que allí vivía, y se apoderaron de la ciudad. A la ciudad le cambiaron el nombre y la llamaron Dan, en honor de su antepasado.
Territorio asignado a Josué
49 Cuando los israelitas terminaron de repartir la tierra, le dieron su parte a Josué. 50 Por orden de Dios le dieron la ciudad que Josué había pedido, es decir, Timnat-sérah, en la región montañosa de la tribu de Efraín. Josué reconstruyó la ciudad y vivió allí.
51 Josué, el sacerdote Eleazar y los jefes de los grupos familiares consultaron a Dios antes de hacer el sorteo de cada uno de estos territorios. Para esto se reunieron a la entrada del santuario, en Siló. Y así terminó el reparto de los territorios.
Las ciudades de refugio
20 Después de esto Dios le dijo a Josué:
2 «Recuérdales a los israelitas que deben elegir algunas ciudades que servirán de refugio. Ya les había hablado de esto por medio de Moisés. 3 Cualquiera que, sin querer, mate a otra persona, podrá refugiarse en esas ciudades y así escapar de los parientes del muerto que quieran vengarse. 4 Al llegar a una de estas ciudades, se presentará ante las autoridades que se reúnen a la entrada de la ciudad, y les explicará lo que pasó. Ellos entonces lo dejarán entrar y le asignarán un lugar donde pueda quedarse a vivir. 5 Si los que buscan vengarse lo siguen hasta allí, las autoridades de la ciudad no se lo entregarán. Tienen que protegerlo, porque dio muerte a otro por accidente y no porque fueran enemigos. 6 El que buscó refugio tendrá que ser juzgado públicamente y se quedará en esa ciudad hasta que haya fallecido el jefe de los sacerdotes que lo juzgó. Sólo entonces podrá volver a su propia casa en la ciudad de donde huyó».
7 Los israelitas eligieron las siguientes ciudades:
Quedes, en Galilea, en las montañas de la tribu de Neftalí.
Siquem, en las montañas de la tribu de Efraín.
Hebrón, en las montañas de la tribu de Judá.
8 Béser, de la tribu de Rubén, en la meseta del desierto que está al este de Jericó, al otro lado del río Jordán.
Ramot, de la tribu de Gad, en la región de Galaad.
Golán, de la tribu de Manasés, en la región de Basán.
9 Estas ciudades de refugio fueron elegidas para todos los israelitas, y también para los extranjeros que vivieran con ellos. Cualquier persona que matara a otra sin querer, podía refugiarse allí. De esa manera el pariente más cercano del muerto no podía vengarse, y el que buscó refugio tenía derecho a ser juzgado públicamente.
Las ciudades de los levitas
21 1-2 Los israelitas estaban acampando cerca de la ciudad de Siló, en la tierra de Canaán. Un día, los jefes de los grupos familiares de la tribu de Leví fueron a hablar con los jefes de las otras tribus, con Josué y con el sacerdote Eleazar. Les dijeron: «Por medio de Moisés, Dios ordenó que se nos dieran ciudades para que viviéramos en ellas, y también campos de pastoreo para nuestros ganados».
3 Así que, de acuerdo con ese mandato de Dios, los israelitas dieron a la tribu de Leví algunas de sus ciudades y campos de pastoreo.
4 Primero, se asignaron ciudades al grupo familiar de Quehat. A las familias quehatitas que descendían del sacerdote Aarón se les asignaron trece ciudades dentro de los territorios de Judá, Simeón y Benjamín. 5 Los otros quehatitas recibieron diez ciudades dentro de los territorios de Efraín, Dan y Manasés Occidental.[e]
6 El grupo familiar de Guersón recibió trece ciudades de los territorios de Isacar, Aser, Neftalí y Manasés Oriental.[f]
7 El grupo familiar de Merarí recibió doce ciudades de las pertenecientes a Rubén, a Gad y a Zabulón.
8 Los israelitas asignaron a los de la tribu de Leví estas ciudades y sus campos de pastoreo por medio de un sorteo, de acuerdo con el mandato que Dios le había dado a Moisés.
9-10 En el primer sorteo, algunas de las familias quehatitas recibieron ciudades en los territorios de las tribus de Judá y de Simeón: 11 En la región montañosa de Judá les dieron la ciudad de Arbá, que es Hebrón. Arbá era padre de Anac. También se les entregaron los campos de pastoreo alrededor de la ciudad, 12 pero no así las tierras y aldeas, porque ya se las habían dado a Caleb hijo de Jefuné.
13 Además de Hebrón, que era una de las ciudades de refugio para quienes mataran sin intención, los descendientes de Leví recibieron las siguientes ciudades: Libná, 14 Jatir, Estemoa, 15 Holón, Debir, 16 Ain, Jutá y Bet-semes, junto con sus campos de pastoreo. Estas nueve ciudades quedaban dentro de los territorios de Judá y de Simeón. 17 En los territorios de Benjamín se les asignaron cuatro ciudades: Gabaón, Gueba, 18 Anatot y Almón, junto con sus campos de pastoreo. 19 En total, a los sacerdotes, descendientes de Aarón, se les entregaron trece[g] ciudades con sus campos de pastoreo. 20 A las otras familias quehatitas se les asignaron cuatro ciudades dentro del territorio de la tribu de Efraín. 21 Una de ellas, Siquem, estaba en las montañas y era una ciudad de refugio. Las otras tres eran: Guézer, 22 Quibsaim y Bet-horón. 23 De la tribu de Dan recibieron cuatro ciudades: Eltequé, Guibetón, 24 Aialón y Gat-rimón, cada una con sus campos de pastoreo. 25 Del territorio de Manasés Occidental recibieron dos ciudades: Taanac y Gat-rimón. 26 En total estas familias quehatitas recibieron diez ciudades, cada una con sus propios campos de pastoreo.
27 A las familias del grupo familiar de Guersón, descendiente de Leví, se les asignaron dos ciudades dentro del territorio de Manasés Oriental. En la región de Basán recibieron Beeterá y Golán, que era una ciudad de refugio. 28 Del territorio del grupo familiar de Isacar recibieron cuatro ciudades: Quisión, Daberat, 29 Jarmut y En-ganim. 30 Del territorio de la tribu de Aser recibieron otras cuatro ciudades: Misael, Abdón, 31 Helcat y Rehob. 32 Del territorio de la tribu de Neftalí recibieron tres ciudades: Hamot-dor, Cartán y Quedes, en la región de Galilea. 33 En total, las familias del grupo familiar de Guersón recibieron trece ciudades con sus correspondientes campos de pastoreo.
34 Al resto de los descendientes de Leví, es decir, al grupo familiar de Merarí, se les asignaron cuatro ciudades en el territorio de la tribu de Zabulón: Jocneam, Carta, 35 Dimná y Nahalal. 36 Del territorio de la tribu de Rubén se les asignaron otras cuatro ciudades: Béser, Jahas, 37 Cademot y Mefáat. 38-39 Del territorio de la tribu de Gad recibieron también cuatro ciudades: Mahanaim, Hesbón, Jazer y Ramot, en la región de Galaad, que era ciudad de refugio. 40 En total el grupo familiar de Merarí recibió doce ciudades con sus respectivos campos de pastoreo. 41 Dentro del territorio israelita, los de la tribu de Leví recibieron en total cuarenta y ocho ciudades con sus correspondientes campos de pastoreo. 42 Estos campos estaban ubicados alrededor de cada una de las ciudades.
Dios cumple sus promesas
43 Así fue como Dios entregó a los israelitas toda la tierra que bajo juramento ya había prometido darles. Ellos se instalaron y vivieron allí. 44 Dios también les había prometido que vivirían en paz, y lo cumplió. Les dio la victoria sobre todos sus enemigos, y ninguno pudo hacerles frente. 45 Dios cumplió con todas las promesas que les había hecho a los israelitas; no dejó de cumplir ninguna de ellas.
Las tribus que regresan a su territorio
22 Después que Josué repartió la tierra, mandó llamar a las tribus de Rubén, Gad y Manasés Oriental, 2 y les dijo:
«Ustedes obedecieron todas las órdenes que recibieron de Moisés, y también han obedecido las mías. 3 Han tenido mucho cuidado de obedecer todos los mandamientos de nuestro Dios, y siempre han estado al lado de sus hermanos israelitas para ayudarlos. 4 Ahora ellos tienen paz, tal como se lo prometió nuestro Dios. Pueden regresar a los territorios que conquistaron al este del río Jordán, a las tierras que Moisés les dio. 5 Pero no se olviden de cumplir sus órdenes. Amen a Dios y hagan lo que él quiere. Obedezcan todos sus mandatos y manténganse fieles a él. Sírvanle de todo corazón y con todas sus fuerzas.
6-9 »Ustedes regresan ahora con muchas riquezas. Les han quitado a sus enemigos vacas, ovejas, oro, plata, bronce, hierro y gran cantidad de ropa. Compartan todo eso con sus familiares.
»Le pido a Dios que los bendiga y los trate bien. Pueden regresar a sus tierras».
Las tribus de Rubén y de Gad dejaron a los demás israelitas en Siló, en la región de Canaán, y regresaron a sus territorios. Se fueron a la región de Galaad, que habían conquistado por una orden de Dios recibida a través de Moisés. Moisés ya le había asignado tierras a media tribu de Manasés en Basán, al este del río Jordán.
Josué, por su parte, le asignó tierras a la otra mitad de Manasés, al oeste del Jordán, por lo que ellos se quedaron en Siló con el resto de los israelitas.
El altar al este del Jordán
10 Cuando las tribus de Rubén, Gad y Manasés Oriental llegaron a la región del Jordán, antes de cruzar el río levantaron un gran altar. 11 Los demás israelitas se enteraron de que esas tribus habían levantado un altar en territorio israelita, en la frontera de Canaán sobre la ribera oeste del río Jordán. 12 En cuanto lo supieron, todos los soldados en Siló se reunieron para ir a pelear contra las otras dos tribus y media. 13 Pero antes enviaron a Finees, hijo del sacerdote Eleazar, para hablar con las tribus de Rubén, Gad y Manasés Oriental, que estaban en Galaad. 14 Con él iban también diez jefes de grupos familiares, uno por cada tribu israelita. 15 Al llegar a la tierra de Galaad, en donde estaban las dos tribus y media, 16 hablaron con ellos de parte de todo el pueblo de Dios, y les dijeron:
—¿Por qué han traicionado al Dios de Israel? ¿Por qué han levantado este altar en rebeldía contra Dios? 17 ¿Se acuerdan del pecado que cometimos en Peor, y de la terrible enfermedad con que Dios nos castigó? Todavía estamos sufriendo las consecuencias, 18 ¿y ahora van a dejar de obedecerle? ¿No se dan cuenta de que, si hoy se ponen ustedes rebeldes, mañana Dios castigará a todos los israelitas?
19 »Si les parece que en el territorio que les ha tocado no pueden adorar a Dios, vengan al lugar que Dios ha elegido para adorarlo. Busquen un lugar en nuestro territorio donde puedan establecerse, pero no se rebelen contra Dios. Si se apartan de él, también nosotros resultaremos culpables. Así que no levanten otro altar aparte del altar de nuestro Dios. 20 No se olviden nunca del caso de Acán, hijo de Zérah, que se guardó algo que debía haber destruido, y todo el pueblo israelita fue castigado. ¡Acán no fue el único que murió por su pecado!
21 Entonces las dos tribus y media respondieron:
22-23 —¡Nuestro Dios es el más poderoso de todos los dioses! ¡Él sabe por qué hicimos esto, y queremos que ustedes lo sepan también! Si hemos levantado este altar por rebeldía, o para apartarnos de Dios, no nos perdonen la vida. Que Dios nos castigue si lo hemos construido para presentar nuestras ofrendas.
24 »Pero no es así. Lo construimos porque teníamos miedo de que algún día los hijos de ustedes les dijeran a los nuestros: “¡Ustedes no tienen nada que ver con el Dios de Israel! 25 Dios dispuso que el río Jordán sirviera como frontera entre ustedes y nosotros, los de Rubén y de Gad. Así que no tienen ustedes nada que ver con Dios”. Entonces los hijos de ustedes podrían obligar a los nuestros a dejar de adorar a Dios.
26 »Por eso levantamos un altar, no para presentar ofrendas, 27 sino como una señal para ustedes y para nosotros, para que nuestros hijos sepan que servimos a nuestro Dios, y que a él presentamos nuestras ofrendas. De esta forma los hijos de ustedes no podrán decirles a los nuestros: “Ustedes no tienen nada que ver con nuestro Dios”.
28 »Si esto ocurriera, pensamos que nuestros hijos podrían responder: “Nuestros antepasados construyeron un altar igual al de Siló para que se vea que nosotros también lo adoramos, y no para presentar ofrendas”. 29 Por cierto que no nos rebelamos contra Dios, ni hemos construido un altar en donde ofrecerle sacrificios, ni queremos reemplazar al que está en Siló.
30 Cuando el sacerdote Finees y los diez jefes escucharon la explicación, quedaron satisfechos. 31 Entonces Finees les dijo:
—Ahora entendemos que ustedes no se estaban rebelando. Dios ha estado actuando entre nosotros, y no nos va a castigar.
32 Después de esto, Finees y los que habían ido con él dejaron a las tribus de Rubén y Gad que estaban en Galaad, y regresaron a Canaán para hablar con los israelitas y darles un informe. 33 A los israelitas les pareció bien la explicación de las otras tribus, y alabaron a Dios. Ya no hablaron de salir a pelear contra las tribus de Rubén y de Gad, ni de destruir sus tierras. 34 Esas tribus le pusieron al altar el nombre de «Testimonio» porque, según dijeron, sería para todos un testimonio de que nuestro Dios es el único Dios.
Footnotes
- Josué 13:12 Refaítas: Véase nota en 12.4.
- Josué 15:36 Catorce: Así en el texto hebreo. Las ciudades mencionadas son quince.
- Josué 19:6 Trece: Así en el texto hebreo. Las ciudades mencionadas son catorce.
- Josué 19:38 Diecinueve: Así en el texto hebreo. Las ciudades mencionadas son dieciséis.
- Josué 21:5 Manasés Occidental: Se denomina así a la media tribu de Manasés que se estableció al oeste del río Jordán.
- Josué 21:6 Manasés Oriental: Se denomina así a la media tribu de Manasés que se estableció al este del río Jordán.
- Josué 21:19 Trece: Así en el texto hebreo. Las ciudades mencionadas son doce. Véanse vv. 13-16.
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