Add parallel Print Page Options

De inmediato el rey envió un anuncio a toda la gente de Nínive:

«Ésta es una orden del rey y de sus ministros: Que nadie coma nada. Se prohíbe que la gente, las vacas y las ovejas coman o beban. Todo el mundo está obligado a ponerse ropas ásperas, y deberán cubrir los animales con mantas ásperas.

»Además, les pedimos a todos ustedes que oren a Dios con todas sus fuerzas, que dejen de hacer lo malo, y que ya no se peleen ni maltraten a nadie. Si dejamos de hacer lo malo, tal vez a Dios se le pase el enojo, y no nos destruirá».

Read full chapter