Jonás 2
La Palabra (Hispanoamérica)
Jonás suplica al Señor y es salvado
2 El Señor dispuso, entonces que Jonás fuera tragado por un gran pez en cuyo vientre permaneció durante tres días y tres noches. 2 Desde el vientre del pez, Jonás suplicó al Señor, su Dios, 3 con estas palabras:
En mi angustia clamé al Señor
y fui atendido por él;
desde las profundidades
del reino de los muertos
pedí auxilio y tú me escuchaste.
4 Me arrojaste a las simas del mar,
sus corrientes me cercaron,
tu recio oleaje me arrolló.
5 Me dije: “He sido expulsado
lejos de tu presencia,
pero aún volveré a ver tu Templo santo”.
6 Las aguas me anegaron hasta el cuello,
el abismo me envolvía,
las algas se enredaban en mi cabeza.
7 Me hundí hasta el cimiento de los montes;
la tierra se cerraba tras de mí para siempre.
Sin embargo tú, Señor Dios mío,
me hiciste salir vivo de la tumba.
8 Estando ya sin aliento,
me acordé del Señor
y elevé hacia ti mi oración,
hacia tu santo Templo.
9 Los que adoran a ídolos vanos,
es que han olvidado tu amor.
10 Mas yo, con un canto agradecido,
te he de presentar sacrificios:
¡cumpliré lo que he prometido!
¡La salvación se halla en el Señor!
11 Entonces, el Señor dio instrucciones al pez y este vomitó a Jonás en tierra firme.
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España