Jesús, la luz del mundo

¹² Jesús les habló otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo^(A); el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz^(B) de la vida.

⁴⁶ Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo el que cree en mí no permanezca en tinieblas^(A).

¹⁷ librándote^(A) del pueblo judío y de los gentiles^(B), a los cuales yo te envío, ¹⁸ para que abras sus ojos^(C) a fin de que se vuelvan de la oscuridad a la luz^(D), y del dominio de Satanás a Dios^(E), para que reciban, por la fe en mí^(F), el perdón de pecados^(G) y herencia entre los que han sido santificados^(H)».

⁹ Pero vosotros sois linaje escogido^(A), real sacerdocio^(B), nación santa^(C), pueblo adquirido para posesión de Dios^(D), a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable^(E);

¹² dando gracias al Padre^(A) que nos ha capacitado para compartir^[a] la herencia^(B) de los santos en luz^(C).

La persona y la obra de Jesucristo

¹³ Porque Él nos libró del dominio^[b] de las tinieblas^(D) y nos trasladó al reino de su Hijo amado^[c](E),