Add parallel Print Page Options

Entonces Job maldijo el día en que nació. Él dijo:

«Que desaparezca el día en que nací.
    Que la noche en que se dijo:
    “¡Es un niño!” se elimine completamente.
Que haya tinieblas ese día,
    que Dios en las alturas no pregunte por él
    y que la luz del día no le resplandezca.
Que la sombra de la muerte lo reclame como suyo.
    Que nubes oscuras lo cubran,
    que la oscuridad se apodere de él.
Que la oscuridad arrebate esa noche,
    que esa fecha no aparezca en ese mes ni en ese año.
Que esa noche sea desolada
    y carezca de alegría.
Que la maldigan los que maldicen el día
    y los expertos en despertar a Leviatán.
Que no brillen las estrellas de esa mañana,
    que esa noche espere ansiosa la llegada de la luz,
    pero que no haya luz.
10 Que le caigan todas las maldiciones a esa noche,
    porque no cerró el vientre de mi mamá
    y no ocultó de mis ojos el desastre.

Read full chapter