Add parallel Print Page Options

«¡Me gustaría que todas mis desgracias
pudieran pesarse en una balanza!
¡Son tantas, que pesarían
más que toda la arena del mar!
¡No debiera sorprenderles
oírme hablar así!
El Dios todopoderoso me ha herido,
y eso me llena de miedo;
¡ya siento correr por mi cuerpo
el veneno de sus flechas!

Read full chapter