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¿Consentirá en que lo esclavices de por vida? ¿Podrás domesticarlo como a un pájaro y dárselo a tus hijas para que jueguen? ¿Lo llevarán los pescadores para que lo pongan a la venta en la pescadería? ¿Será su piel vulnerable a los dardos, o su cabeza al arpón?

»Si llegaras a agarrarlo jamás olvidarías aquella lucha, ni querrías repetirla. No, vano es querer atraparlo. El solo pensarlo asusta. 10 Nadie se atreve a provocarlo; mucho menos a capturarlo. Y si ante él nadie se mantiene, ¡quién se mantendrá delante de mí!

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