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Dios retribuye

Elifaz de Temán respondió así:
¿Aguantarás si te dirigen la palabra?
¿Pero quién puede frenar una respuesta?
Tú, que a tantos dabas lecciones,
que fortalecías los brazos débiles,
que animabas al vacilante con tus consejos,
que robustecías las rodillas temblorosas,
¿ahora que te toca, flaqueas?
¿Te llega el turno y te asustas?
¿No ponías tu confianza en tu piedad?
¿No ponías la esperanza en tu honradez?
¿Recuerdas a un inocente destruido?
¿Has visto a algún justo exterminado?
Yo he visto que quien cultiva maldad
y siembra desgracia, eso cosecha.
Echa Dios su aliento y perecen,
los consume el resoplido de su cólera.
10 Ruge el león, gruñe la fiera,
pero a los cachorros les arrancan los dientes.
11 Muere el león cuando no tiene presa,
las crías de la leona se dispersan.
12 Me llegó una palabra furtiva,
escuché su suave susurro;
13 entre pesadillas y visiones nocturnas,
cuando el sopor rinde a los humanos,
14 el terror y la agitación me atenazaron,
se estremecieron todos mis huesos.
15 Un viento rozó mi rostro,
se erizó el vello de mi cuerpo.
16 Allí estaba, no lo reconocí,
pero su imagen permanecía ante mí.
Una voz rasgó el silencio:
17 ¿“Puede un mortal ser justo ante Dios,
un ser humano ser puro ante su Hacedor”?
18 Si ni siquiera confía en sus siervos,
y hasta en sus mensajeros ve defectos,
19 ¿qué decir de los que moran entre adobes,
en casas construidas sobre barro?
¡Se los aplasta igual que a la polilla!
20 De la mañana al atardecer se derrumban,
desaparecen sin que a nadie le importe;
21 les arrancan los vientos de su tienda
y mueren por falta de sabiduría.

Primera serie de diálogos(A)

Elifaz

Seguramente, Job, te será molesto
que alguien se atreva a hablarte,
pero no es posible quedarse callado.
Tú, que dabas lecciones a muchos
y fortalecías al débil;
tú, que animabas a levantarse al que caía
y sostenías al que estaba por caer,
¿te acobardas y pierdes el valor
ahora que te toca sufrir?
Tú, que eres un fiel servidor de Dios,
un hombre de recta conducta,
¿cómo es que no tienes plena confianza?
Piensa, a ver si recuerdas un solo caso
de un inocente que haya sido destruido.
La experiencia me ha enseñado
que los que siembran crimen y maldad
cosechan lo que antes sembraron.
Dios, en su furor, sopla sobre ellos
y los destruye por completo.
10 Por más que gruñan y rujan como leones,
Dios los hará callar rompiéndoles los dientes.
11 Morirán como leones que no hallaron presa,
y sus hijos serán dispersados.

12 Calladamente me llegó un mensaje,
tan suave que apenas escuché un murmullo.
13 Por la noche, cuando el sueño cae sobre los hombres,
tuve una inquietante pesadilla.
14 El terror se apoderó de mí;
todos los huesos me temblaban.
15 Un soplo me rozó la cara
y la piel se me erizó.
16 Alguien estaba allí,
y pude ver su silueta
pero no el aspecto que tenía.
Todo en silencio... Luego oí una voz:
17 «¿Puede el hombre ser justo ante Dios?
¿Puede ser puro ante su creador?
18 Ni aun sus servidores celestiales
merecen toda su confianza.
Si hasta en sus ángeles encuentra Dios defectos,
19 ¡cuánto más en el hombre, ser tan débil
como una casa de barro construida sobre el polvo,
y que puede ser aplastado como la polilla!
20 Entre la mañana y la tarde es destruido;
muere para siempre, y a nadie le importa.
21 Su vida acaba como un hilo que se corta;
muere sin haber alcanzado sabiduría.»

Primera respuesta de Elifaz

Elifaz le dijo a Job:

«Puede ser que no te guste
lo que tengo que decirte,
pero no puedo quedarme callado.
Si bien recuerdo,
tú fuiste maestro de muchos
y animabas a los desanimados;
palabras no te faltaban
para alentar a los tristes
y apoyar a los débiles.
Pero ahora que sufres,
no lo soportas
y te das por vencido.
Según tú, no haces nada malo,
¿por qué entonces desconfías de Dios?

»¡No me vayas a decir
que quien hace lo bueno
sufre y acaba mal!
He podido comprobar
que quien mal anda mal acaba.

»Cuando Dios se enoja,
con un soplo destruye al malvado,
10-11 y aunque ruja o gruña como león,
Dios le romperá los dientes.
Como no podrá comer,
se morirá de hambre,
y sus hijos tendrán que huir.

12 »Alguien me confió un secreto,
que apenas pude escuchar.
13 Mientras todo el mundo dormía,
tuve un sueño, y perdí la calma.
14 ¡Fue tanto el miedo que sentí,
que todo el cuerpo me temblaba!
15 Sentí en la cara un viento helado,
y se me erizaron los pelos.
16 ¡Sabía que alguien estaba allí,
pero no podía verlo!
Todo alrededor era silencio.
De pronto oí que alguien decía:

17 “Nadie es mejor que su creador.
¡Ante él, no hay inocentes!
18 Dios ni en sus ángeles confía,
pues hasta ellos le fallan;
19 ¡mucho menos va a confiar
en nosotros los humanos!
Estamos hechos de barro,
y somos frágiles como polillas.

20-21 ”En esta vida estamos de paso;
un día nacemos
y otro día morimos.
¡Desaparecemos para siempre,
sin que a nadie le importe!
¡Morimos sin llegar a ser sabios!”

Then Eliphaz the Temanite answered and said,

If we assay to commune with thee, wilt thou be grieved? but who can withhold himself from speaking?

Behold, thou hast instructed many, and thou hast strengthened the weak hands.

Thy words have upholden him that was falling, and thou hast strengthened the feeble knees.

But now it is come upon thee, and thou faintest; it toucheth thee, and thou art troubled.

Is not this thy fear, thy confidence, thy hope, and the uprightness of thy ways?

Remember, I pray thee, who ever perished, being innocent? or where were the righteous cut off?

Even as I have seen, they that plow iniquity, and sow wickedness, reap the same.

By the blast of God they perish, and by the breath of his nostrils are they consumed.

10 The roaring of the lion, and the voice of the fierce lion, and the teeth of the young lions, are broken.

11 The old lion perisheth for lack of prey, and the stout lion's whelps are scattered abroad.

12 Now a thing was secretly brought to me, and mine ear received a little thereof.

13 In thoughts from the visions of the night, when deep sleep falleth on men,

14 Fear came upon me, and trembling, which made all my bones to shake.

15 Then a spirit passed before my face; the hair of my flesh stood up:

16 It stood still, but I could not discern the form thereof: an image was before mine eyes, there was silence, and I heard a voice, saying,

17 Shall mortal man be more just than God? shall a man be more pure than his maker?

18 Behold, he put no trust in his servants; and his angels he charged with folly:

19 How much less in them that dwell in houses of clay, whose foundation is in the dust, which are crushed before the moth?

20 They are destroyed from morning to evening: they perish for ever without any regarding it.

21 Doth not their excellency which is in them go away? they die, even without wisdom.