Add parallel Print Page Options

20 ¿Le haré saber que estoy pidiendo la palabra?
    ¿Quién se atreve a hablar y ser destruido?
21 No hay quien pueda mirar al sol brillante
    después de que el viento ha despejado los cielos.
22 Un dorado resplandor viene del norte;
    ¡viene Dios, envuelto en terrible majestad!

Read full chapter