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Que la maldigan los que maldicen el día
    y los expertos en despertar a Leviatán.
Que no brillen las estrellas de esa mañana,
    que esa noche espere ansiosa la llegada de la luz,
    pero que no haya luz.
10 Que le caigan todas las maldiciones a esa noche,
    porque no cerró el vientre de mi mamá
    y no ocultó de mis ojos el desastre.

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