Add parallel Print Page Options

¿Será porque eres bueno que te castiga? De ningún modo. ¡Es por tu maldad! Tus pecados son innumerables.

»Por ejemplo, seguramente te habrás negado a prestarle dinero a tus amigos menesterosos a menos que te dejaran su ropa en prenda. ¡Los habrás dejado desnudos!

Read full chapter