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18 Nunca se ha visto que el viento
se los lleve como a la paja.
19 ¡No me vengan con que el castigo
va a ser sólo para sus hijos!
Mejor que Dios los castigue a ellos,
para que aprendan una lección.
20 ¡Que sufran los malvados
su propia destrucción!
¡Que sufran en carne propia
el enojo del Todopoderoso!

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