Add parallel Print Page Options

»Dios mío, ¡ten la bondad de ser mi fiador!
Si tú no respondes por mí, ¿quién más podría hacerlo?
Has ofuscado la inteligencia de éstos,
y no permitirás que salgan triunfantes.
El que traiciona a su amigo por ganancia,
verá desfallecer de hambre a sus hijos.

Read full chapter