Add parallel Print Page Options

Tú dices: Mi doctrina es pura, y yo soy limpio delante de tus ojos.

Mas ¡oh, quién diera que Dios hablara, y abriera sus labios contigo,

y que te declarara los secretos de la sabiduría! Porque mereces dos tantos según lo establecido; y sabe que Dios te ha olvidado por tu iniquidad.

Read full chapter

Bible Gateway Recommends