Job 1:6-2:10
Reina Valera Actualizada
Satanás cuestiona la integridad de Job
6 Aconteció cierto día que vinieron los hijos de Dios para presentarse ante el SEÑOR, y entre ellos vino también Satanás. 7 Y el SEÑOR le preguntó a Satanás:
—¿De dónde vienes?
Satanás respondió al SEÑOR diciendo:
—De recorrer la tierra y de andar por ella.
8 Y el SEÑOR le preguntó a Satanás:
—¿No te has fijado en mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra: un hombre íntegro y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?
9 Y Satanás respondió al SEÑOR diciendo:
—¿Acaso teme Job a Dios de balde? 10 ¿Acaso no le has protegido a él, a su familia y a todo lo que tiene? El trabajo de sus manos has bendecido, y sus posesiones se han aumentado en la tierra. 11 Pero extiende, por favor, tu mano y toca todo lo que tiene, ¡y verás si no te maldice en tu misma cara!
12 Y el SEÑOR le respondió a Satanás:
—He aquí, todo lo que él tiene está en tu poder. Solamente no extiendas tu mano contra él.
Entonces Satanás salió de la presencia del SEÑOR.
Satanás arruina la casa de Job
13 Aconteció cierto día, cuando sus hijos y sus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa de su hermano, el primogénito, 14 que un mensajero llegó a Job y le dijo:
—Estando los bueyes arando, y las asnas paciendo cerca de ellos, 15 cayeron de sorpresa los sabeos y se los llevaron. Y a los criados mataron a filo de espada. Solo yo escapé para darte la noticia.
16 Todavía estaba este hablando, cuando llegó otro y le dijo:
—¡Cayó del cielo fuego de Dios, y quemó las ovejas y consumió a los criados! Solo yo escapé para darte la noticia.
17 Todavía estaba este hablando, cuando llegó otro y le dijo:
—Los caldeos formaron tres escuadrones, arremetieron contra los camellos y se los llevaron. Mataron a los criados a filo de espada. Solo yo escapé para darte la noticia.
18 Todavía estaba este hablando, cuando llegó otro y le dijo:
—Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa de su hermano, el primogénito. 19 Y he aquí que vino un fuerte viento del otro lado del desierto y golpeó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes y murieron. Solo yo escapé para darte la noticia.
20 Entonces Job se levantó, rasgó su manto y se rapó la cabeza; se postró a tierra y adoró. 21 Y dijo:
—Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. El SEÑOR dio, y el SEÑOR quitó. ¡Sea bendito el nombre del SEÑOR!
22 En todo esto Job no pecó ni atribuyó a Dios despropósito alguno.
Satanás arruina la salud de Job
2 Aconteció cierto día que vinieron los hijos de Dios para presentarse ante el SEÑOR, y entre ellos vino también Satanás para presentarse ante el SEÑOR. 2 El SEÑOR preguntó a Satanás:
—¿De dónde vienes?
Y Satanás respondió al SEÑOR:
—De recorrer la tierra y de andar por ella.
3 El SEÑOR preguntó a Satanás:
—¿No te has fijado en mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra: un hombre íntegro y recto, temeroso de Dios y apartado del mal; y que todavía se aferra a su integridad a pesar de que tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin motivo?
4 Y Satanás respondió al SEÑOR diciendo:
—¡Piel por piel! Todo lo que el hombre tiene lo dará por su vida. 5 Pero extiende, pues, tu mano y toca sus huesos y su carne, y verás si no te maldice en tu misma cara.
6 Y el SEÑOR respondió a Satanás:
—He aquí, él está en tu poder; pero respeta su vida.
7 Entonces Satanás salió de la presencia del SEÑOR e hirió a Job con llagas malignas desde la planta de sus pies hasta su coronilla. 8 Tomaba un pedazo de tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de las cenizas. 9 Entonces su mujer le dijo:
—¿Todavía te aferras a tu integridad? ¡Maldice a Dios y muérete!
10 Pero él le respondió:
—¡Has hablado como hablaría cualquiera de las mujeres insensatas! Recibimos el bien de parte de Dios, ¿y no recibiremos también el mal?
En todo esto Job no pecó con sus labios.
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