Add parallel Print Page Options

Segunda respuesta de Zofar a Job

20 Entonces Zofar el naamatita respondió:

«Debo responder
    porque estoy muy molesto.
He tenido que soportar tus insultos,
    pero ahora mi espíritu me mueve a responder.

»¿No te das cuenta que desde el principio del tiempo,
    desde que el hombre fue puesto sobre la tierra por primera vez,
el triunfo de los malos ha durado poco
    y la alegría de los que viven sin Dios ha sido pasajera?
Aunque el orgullo de los incrédulos llegue hasta los cielos
    y toquen las nubes con la cabeza,
aun así, ellos desaparecerán para siempre
    y serán desechados como su propio estiércol.
Sus conocidos preguntarán:
    “¿Dónde están?”.
Se desvanecerán como un sueño y nadie los encontrará;
    desaparecerán como una visión nocturna.
Quienes alguna vez los vieron, no los verán más;
    sus familias nunca volverán a verlos.
10 Sus hijos mendigarán de los pobres
    porque tendrán que devolver las riquezas que robaron.
11 A pesar de ser jóvenes,
    sus huesos yacerán en el polvo.

12 »Ellos disfrutaron del dulce sabor de la maldad,
    dejando que se deshiciera bajo su lengua.
13 La saborearon,
    dejándola mucho tiempo en la boca;
14 pero de repente, la comida en su estómago se vuelve ácida,
    un veneno en su vientre.
15 Vomitarán la riqueza que se tragaron;
    Dios no permitirá que la retengan.
16 Chuparán el veneno de cobras
    y la víbora los matará.
17 Nunca más disfrutarán de las corrientes de aceite de oliva
    ni de los ríos de leche y miel.
18 Devolverán todo lo que consiguieron con tanto esfuerzo;
    su riqueza no les traerá alegría.
19 Pues oprimieron a los pobres y los dejaron sin nada;
    se adueñaron de sus casas.
20 Estuvieron siempre llenos de avaricia y nunca quedaron satisfechos;
    no queda nada de todo lo que soñaron.
21 Comen hasta hartarse, pero después no les queda nada;
    por eso, su prosperidad no perdurará.

22 »En medio de la abundancia, caerán en dificultades
    y el sufrimiento se apoderará de ellos.
23 Que Dios les llene la vida de problemas;
    que Dios haga llover su enojo sobre ellos.
24 Cuando intenten escapar de un arma de hierro,
    una flecha de bronce los atravesará.
25 Cuando les arranquen la flecha de la espalda,
    la punta brillará con sangre.[a]
El terror de la muerte los invade.
26     Sus tesoros serán lanzados a la más densa oscuridad.
Un fuego descontrolado devorará sus bienes,
    y consumirá todo lo que les queda.
27 Los cielos pondrán al descubierto su culpa,
    y la tierra testificará contra ellos.
28 La inundación arrasará con su casa;
    el enojo de Dios descenderá en torrentes sobre ellos.
29 Esa es la recompensa que Dios da a los malvados;
    es la herencia decretada por Dios».

Footnotes

  1. 20:25 En hebreo con hiel.

Segunda reprensión de Sofar a Job

20 Entonces Sofar el naamatita le dijo:

«Creo que estoy obligado a responderte.
No me puedo quedar callado.
Te he escuchado censurar mis reprensiones,
y mi inteligencia me obliga a responderte.
¿Acaso no sabes que esto siempre ha sido así,
desde que hubo el primer hombre en la tierra?
La alegría del malvado no dura mucho.
El gozo del impío es sólo momentáneo.
Aunque su orgullo lo eleve hasta el cielo,
y crea alcanzar las nubes levantando la cabeza,
será, como basura, destruido para siempre,
y quienes lo hayan visto no volverán a verlo.
Se disipará, se esfumará como un sueño,
como una visión nocturna que nadie vuelve a tener.
Quienes lo conocieron, nunca más vuelven a verlo,
y en su pueblo natal nadie lo podrá reconocer.
10 Sus hijos pedirán la compasión de los pobres,
y devolverán lo que su padre haya robado.
11 Aunque ahora sea un hombre lleno de vigor,
en la tumba quedará convertido en polvo.
12 Solía deleitarse con la miel de su maldad,
que su lengua paladeaba con deleite;
13 si su maldad le parecía bien, no la dejaba,
sino que la saboreaba con fruición.
14 ¡Pero luego de comerla, le cambiará el sabor!
¡Será en sus entrañas como veneno de víboras!
15 ¡Se hartó de riquezas, y tendrá que devolverlas!
¡Dios hará que las arroje de su vientre!
16 ¡Absorberá el veneno mortal de áspides!
¡Una serpiente venenosa lo morderá,
17 y no volverá a ver los ríos ni los arroyos,
ni los torrentes de leche y miel!

18 »No disfrutará de sus riquezas injustas,
sino que todas ellas tendrá que devolverlas,
19 porque a los pobres los dejó en el desamparo,
y se adueñó de casas que él nunca construyó.
20 Por eso, nunca podrá vivir tranquilo,
pues en su ambición nada dejaba escapar.
21 Nunca nada se libró de su voracidad;
por eso su prosperidad no será duradera.
22 Su extremada abundancia le causará dolor,
y todo el poder del mal recaerá sobre él.
23 Cuando se siente a la mesa, dispuesto a comer,
Dios descargará todo el ardor de su ira
sobre él y sobre todo lo que coma.
24 Aunque huya de las armas de hierro,
caerá víctima de un arco de bronce:
25 una flecha le atravesará el cuerpo,
la punta de acero le perforará el hígado,
y le sobrevendrán terribles temores.
26 Una terrible oscuridad le está reservada;
un fuego no atizado lo consumirá,
y acabará con lo que aún quede de su casa.
27 Los cielos dejarán ver sus injusticias,
y la tierra se levantará para acusarlo.
28 El día que Dios tiene señalado para su ira,
sus hijos serán llevados al destierro y esparcidos.
29 Así castiga Dios a la gente malvada;
ésa es la herencia que Dios les ha asignado.»