Quinto discurso de Job

16 A esto Job contestó:

«Muchas veces he escuchado cosas semejantes;
    ¡el consuelo de ustedes es un desastre![a]
¿No habrá fin a sus discursos inútiles?
    ¿Qué les irrita tanto que siguen contendiendo?
También yo podría hablar del mismo modo
    si estuvieran ustedes en mi lugar.
También yo pronunciaría bellos discursos en su contra,
    meneando con sarcasmo la cabeza.
Les infundiría nuevos bríos con la boca;
    les daría consuelo con los labios.

»Si hablo, mi dolor no disminuye;
    si me callo, tampoco se me calma.
Ciertamente Dios me ha destruido;
    ha exterminado[b] a toda mi familia.
Me tiene acorralado[c] y da testimonio contra mí;
    mi deplorable estado se levanta y me condena.
En su enojo Dios me desgarra y me persigue;
    rechina los dientes contra mí;
    mi adversario me clava la mirada.
10 La gente se mofa de mí abiertamente;
    burlones, me dan de bofetadas,
    y todos juntos se ponen en mi contra.
11 Dios me ha entregado en manos de gente injusta;
    me ha arrojado en las garras de los malvados.
12 Yo vivía tranquilo, pero él me destrozó;
    me agarró por el cuello y me hizo pedazos;
    me hizo blanco de sus ataques.
13 Sus arqueros me rodearon.
    Sin piedad me perforaron los riñones
    y mi hígado se derramó por el suelo.
14 Abriéndome herida tras herida,
    se lanzó contra mí como un guerrero.

15 »He cosido la ropa de luto en mi piel;
    en el polvo tengo enterrada la frente.[d]
16 De tanto llorar tengo enrojecida la cara
    y profundas ojeras tengo en torno a los ojos;
17 pero mis manos están libres de violencia
    y es pura mi oración.

18 »¡Ah, tierra, no cubras mi sangre!
    ¡No dejes que se acalle mi clamor!
19 Ahora mismo tengo en los cielos un testigo;
    en lo alto se encuentra mi abogado.
20 Mi intercesor es mi amigo[e]
    y ante Dios me deshago en lágrimas
21 para que interceda ante Dios en favor mío,
    como quien apela por su amigo.

22 »Pasarán solo unos cuantos años
    antes de que yo emprenda el viaje sin regreso.

Footnotes

  1. 16:2 el consuelo … desastre. Lit. son consoladores de calamidad.
  2. 16:7 ha exterminado; Lit. tú has exterminado.
  3. 16:8 me tiene acorralado; Lit. tú me tienes acorralado.
  4. 16:15 enterrada la frente. Lit. enterrado mi cuerno.
  5. 16:20 Mi intercesor es mi amigo. Alt. Mis amigos me tratan con burlas.

Segunda respuesta de Job a Elifaz

16 Y Job le respondió:

«¡Ya he escuchado esto muchas veces!
¡Valiente consuelo me resultan sus palabras!
¿No tienen fin sus palabras huecas?
¿Qué los lleva a no dejar de hablar?
Si ustedes estuvieran en mi lugar,
¡también yo les hablaría del mismo modo!
Les lanzaría fuertes acusaciones,
y me burlaría de ustedes y les haría muecas.
Pero si yo estuviera en su lugar, les daría ánimo
y con palabras de consuelo mitigaría su dolor.

»Si hablo, mi sufrimiento aumenta;
si guardo silencio, el dolor no me abandona.
Tú, Dios mío, has acabado con mis fuerzas;
¡me has dejado completamente abandonado!
Testigo de ello es mi piel reseca;
mi rostro lleno de arrugas delata mi dolor.
Tú, Dios mío, me persigues con encono;
como fiera, rechinas los dientes contra mí.
¡Me clavas la mirada, como un enemigo!

10 »Mis enemigos se ponen de acuerdo,
y hablan contra mí y me dan de bofetadas;
todos a una me humillan y me golpean.
11 Tú, Dios mío, me has abandonado;
¡me has dejado caer en manos de gente malvada!
12 Yo era un hombre de bien, y me arruinaste;
me tomaste por el cuello y me sacudiste;
¡me pusiste como blanco de tus ataques!
13 Tus arqueros me rodearon,
y sin compasión me horadaron los riñones,
y la hiel se derramó por el suelo.
14 Tú, Dios mío, me heriste una y otra vez;
me atacaste con la saña de un guerrero.
15 Cubrí con ropa áspera mi cuerpo,
y humillado me postré hasta el suelo.
16 Tengo la cara hinchada de tanto llorar,
y en mis ojos pueden verse grandes ojeras,
17 aun cuando no he cometido actos violentos
y a Dios dirijo oraciones sinceras.

18 »¡Tierra, no te bebas mi sangre!
¡No dejes impune mi dolor!
19 Pongo por testigo al que habita en los cielos;
el que está en las alturas es mi defensor.
20 Si mis amigos disputan contra mí,
yo espero que Dios escuche mi llanto.
21 ¡Cómo quisiera yo discutir con Dios,
como lo hacemos con nuestros semejantes!
22 Pero tengo contados los días,
y voy camino al sepulcro, del cual no volveré.

Job se queja contra Dios

16 Respondió Job, y dijo:

Muchas veces he oído cosas como estas;

Consoladores molestos sois todos vosotros.

¿Tendrán fin las palabras vacías?

¿O qué te anima a responder?

También yo podría hablar como vosotros,

Si vuestra alma estuviera en lugar de la mía;

Yo podría hilvanar contra vosotros palabras,

Y sobre vosotros mover mi cabeza.

Pero yo os alentaría con mis palabras,

Y la consolación de mis labios apaciguaría vuestro dolor.

Si hablo, mi dolor no cesa;

Y si dejo de hablar, no se aparta de mí.

Pero ahora tú me has fatigado;

Has asolado toda mi compañía.

Tú me has llenado de arrugas; testigo es mi flacura,

Que se levanta contra mí para testificar en mi rostro.

Su furor me despedazó, y me ha sido contrario;

Crujió sus dientes contra mí;

Contra mí aguzó sus ojos mi enemigo.

10 Abrieron contra mí su boca;

Hirieron mis mejillas con afrenta;

Contra mí se juntaron todos.

11 Me ha entregado Dios al mentiroso,

Y en las manos de los impíos me hizo caer.

12 Próspero estaba, y me desmenuzó;

Me arrebató por la cerviz y me despedazó,

Y me puso por blanco suyo.

13 Me rodearon sus flecheros,

Partió mis riñones, y no perdonó;

Mi hiel derramó por tierra.

14 Me quebrantó de quebranto en quebranto;

Corrió contra mí como un gigante.

15 Cosí cilicio sobre mi piel,

Y puse mi cabeza en el polvo.

16 Mi rostro está inflamado con el lloro,

Y mis párpados entenebrecidos,

17 A pesar de no haber iniquidad en mis manos,

Y de haber sido mi oración pura.

18 ¡Oh tierra! no cubras mi sangre,

Y no haya lugar para mi clamor.

19 Mas he aquí que en los cielos está mi testigo,

Y mi testimonio en las alturas.

20 Disputadores son mis amigos;

Mas ante Dios derramaré mis lágrimas.

21 ¡Ojalá pudiese disputar el hombre con Dios,

Como con su prójimo!

22 Mas los años contados vendrán,

Y yo iré por el camino de donde no volveré.