Add parallel Print Page Options

50 ¡Adelante, los que escaparon a las heridas de las espadas! ¡No se queden para mirar; huyan mientras sea tiempo! ¡Acuérdense del Señor y vuelvan a la lejana Jerusalén! 51 «Estamos llenos de vergüenza porque el templo del Señor ha sido profanado por extranjeros de Babilonia».

52 Sí, dice el Señor, pero ya les llegó la hora a los ídolos de Babilonia. Por todo el país se oirá gemir a los heridos. 53 Aunque Babilonia fuera tan poderosa como el cielo, aunque aumentara su fortaleza sin medida, morirá, destruida por los ejércitos enemigos que le enviaré, dice el Señor.

Read full chapter