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La infidelidad de Israel

Este comunicado del Señor me llegó durante el reinado del rey Josías:

¿Has visto lo que hace Israel? Se comporta como esposa infiel que se entrega a otros hombres cada vez que puede, pues es semejante lo que hace Israel al rendirle homenaje a otros dioses en cualquier colina, debajo de cada árbol frondoso.

Yo pensaba que algún día retornaría a mí y volvería a ser mía; pero no regresó. Y su infiel hermana Judá vio la permanente rebelión de Israel, pero no puso atención aunque vio que yo me divorcié de la infiel Israel. Ahora también Judá me ha dejado y se ha entregado a la prostitución, pues ha acudido a otros dioses para adorarlos. No le dio ninguna importancia al asunto; para ella no era nada adorar ídolos de madera y piedra, y así la tierra se contaminó y se corrompió grandemente como consecuencia de estas conductas reprobables. 10 Luego, más tarde, esta infiel «regresó» a mí, pero su «arrepentimiento» era fingido, dice el Señor.

11 En realidad la infiel Israel es menos culpable que la traidora Judá.

12 Por lo tanto ve y dile a Israel: ¡Oh Israel, pueblo mío pecador, vuelve a mí, pues soy misericordioso; no estaré eternamente enojado contigo, dice el Señor, porque mi capacidad de perdonar es muy grande! 13 Basta con que reconozcas tu culpa, reconoce que te rebelaste contra el Señor tu Dios y cometiste adulterio contra él, adorando ídolos debajo de cada árbol; confiesa que te negaste a seguir mis instrucciones, dice el Señor.

14 ¡Oh hijos que se han alejado de mí, regresen, pues yo soy su Señor y quiero llevarlos de regreso a la tierra de Israel, uno de aquí, otro de allá, en dondequiera que estén esparcidos, 15 y les daré líderes bien probados que los guíen con sabiduría y comprensión!

16 Entonces, cuando su tierra esté nuevamente poblada, dice el Señor, ya no suspirarán por «los buenos tiempos que fueron» cuando tenían el cofre del pacto de Dios. No echarán de menos aquellos días y ni siquiera pensarán en ellos, y el cofre no será reconstruido, 17 porque el Señor mismo estará entre ustedes, y toda la ciudad de Jerusalén será conocida como el Trono del Señor, y todas las naciones acudirán a él allá y no seguirán empecinadas en sus malos propósitos.

18 En aquel tiempo los pueblos de Judá e Israel volverán juntos de su cautiverio desde el norte a la tierra que yo di a sus antepasados como herencia para siempre.

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