Jeremías 31:34-36
Reina Valera Contemporánea
34 »Nadie volverá a enseñar a su prójimo ni a su hermano, ni le dirá: “Conoce al Señor”, porque todos ellos, desde el más pequeño hasta el más grande, me conocerán. Y yo perdonaré su maldad, y no volveré a acordarme de su pecado.»(A)(B)
—Palabra del Señor.
35 Así ha dicho el Señor, cuyo nombre es el Señor de los ejércitos; el que ha puesto al sol la ley de alumbrar durante el día, y a la luna y las estrellas la ley de alumbrar de noche; el que agita el mar y hace que rujan sus olas:
36 «Mientras estas leyes sigan vigentes, Israel y sus descendientes serán también ante mí una nación para siempre.»
—Palabra del Señor.
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Jeremías 31:34-36
La Biblia de las Américas
34 Y no tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo(A) y cada cual a su hermano, diciendo: «Conoce al Señor», porque todos me conocerán(B), desde el más pequeño de ellos hasta el más grande —declara el Señor— pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado(C).
35 Así dice el Señor,
el que da el sol para luz del día,
y las leyes[a] de la luna y de las estrellas para luz de la noche(D),
el que agita el mar para que bramen sus olas;
el Señor de los ejércitos es su nombre(E):
36 Si se apartan estas leyes[b](F)
de mi presencia —declara el Señor—
también la descendencia de Israel dejará
de ser nación en mi presencia para siempre[c](G).
Footnotes
- Jeremías 31:35 Lit., los estatutos
- Jeremías 31:36 Lit., los estatutos
- Jeremías 31:36 Lit., todos los días
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