Add parallel Print Page Options

18 Voces de duelo llegan desde Sión:
“¡Qué desolados estamos,
qué terrible decepción!
Hemos abandonado el país,
nos echaron de nuestras moradas”.
19 Oigan, mujeres, la palabra del Señor,
escuchen sus oídos la palabra de su boca.
Enseñen una endecha a sus hijas,
cada una a su amiga esta elegía:
20 “La muerte subió por nuestras ventanas,
se metió dentro de nuestros palacios;
exterminó a los niños en las calles,
a los jóvenes en medio de las plazas”.

Read full chapter