Jeremías 6:1-8
Nueva Versión Internacional
Jerusalén es sitiada
6 »¡Huyan a un lugar seguro, benjamitas!
¡Huyan de Jerusalén!
¡Toquen la trompeta en Tecoa!
¡Levanten señal en Bet Haqueren!
Porque una desgracia, una gran destrucción,
nos amenaza desde el norte.
2 Estoy por destruir a Sión,
tan hermosa y delicada.
3 Los pastores y sus rebaños vienen contra ella:
acampan a su alrededor,
y cada uno escoge su pastizal».
4 «¡Prepárense para pelear contra ella!
¡Ataquémosla al mediodía!
Pero ¡ay de nosotros, que el día se acaba
porque se extienden las sombras del anochecer!
5 ¡Vamos, ataquémosla de noche
y destruyamos sus fortalezas!».
6 Así dice el Señor de los Ejércitos:
«¡Talen árboles
y levanten una rampa contra Jerusalén!
Esta ciudad debe ser castigada,
pues en ella no hay más que opresión.
7 Como un pozo que hace brotar agua,
así Jerusalén hace brotar su maldad.
En ella se oye de violencia y destrucción;
no veo otra cosa que enfermedades y heridas.
8 ¡Escarmienta, Jerusalén,
para que no me aparte de ti!
De lo contrario, te dejaré devastada,
en una tierra inhabitable».
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