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»Mi pueblo ha sido como un rebaño perdido;
    sus pastores lo han descarriado,
    lo han hecho vagar por las montañas.
Ha ido de colina en colina,
    y se ha olvidado de su redil.
Todos los que lo encuentran lo devoran;
    “No somos culpables —decían sus enemigos—,
porque ellos pecaron contra el Señor;
    ¡él es morada de justicia,
    esperanza de sus antepasados!”

»¡Huid de Babilonia;
    abandonad ese país!
Sed como los machos cabríos
    que guían a las ovejas.

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