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27 ni siquiera su ganado! ¡Ay de ellos también! ¡Mueran todos, porque ha llegado la hora de que Babilonia sea devastada!

28 Pero mi pueblo será librado; escaparán para regresar a su patria y contar cómo el Señor Dios suyo se lanzó furioso contra quienes destruyeron su templo.

29 Manda a llamar arqueros que vengan contra Babilonia; rodea la ciudad para que nadie pueda escapar. Haz con ella como ella hizo con otros, pues envalentonada desafió al Señor, al Santo de Israel.

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