Jeremías 42:7-22

La Biblia de las Américas

⁷ Y sucedió que al cabo de diez días, vino la palabra del Señor^(A) a Jeremías. ⁸ Entonces llamó a Johanán, hijo de Carea, y a todos los capitanes^[a] de las tropas que estaban con él, y a todo el pueblo desde el menor hasta el mayor, ⁹ y les dijo: Así dice el Señor, Dios de Israel, a quien me enviasteis^(B) para presentar delante de Él vuestra súplica: ¹⁰ «Si os quedáis en esta tierra, entonces os edificaré y no os derribaré, os plantaré y no os arrancaré^(C), porque estoy arrepentido del^[b] mal que os he hecho^(D). ¹¹ No temáis al rey de Babilonia^(E), a quien teméis; no le temáis» —declara el Señor— «porque yo estoy con vosotros para salvaros y libraros de su mano^(F). ¹² También tendré compasión de vosotros^(G), para que él tenga compasión de vosotros y os restaure a vuestra tierra. ¹³ Pero si decís: “No nos quedaremos en esta tierra”, no obedeciendo así la voz del Señor vuestro Dios^(H), ¹⁴ diciendo: “No, sino que iremos a la tierra de Egipto^(I), donde no veremos guerra, ni oiremos el sonido de la trompeta, ni tendremos hambre de pan^(J), y allí nos quedaremos”; ¹⁵ en este caso^[c], oíd la palabra del Señor, remanente de Judá. Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: “Si os obstináis en^[d] entrar en Egipto, y entráis para residir allí^(K), ¹⁶ entonces sucederá que la espada que vosotros teméis, os alcanzará allí en la tierra de Egipto, y el hambre que os preocupa^(L), os seguirá de cerca allí en Egipto, y allí moriréis. ¹⁷ Así pues, todos los hombres que se obstinen en^[e] ir a Egipto para residir allí, morirán a espada, de hambre y de pestilencia^(M); no les quedará sobreviviente^(N) ni quien escape del mal que voy a traer sobre ellos”».

¹⁸ Porque así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Como se derramó mi ira y mi furor sobre los habitantes de Jerusalén^(O), así se derramará mi furor sobre vosotros cuando entréis en Egipto. Y seréis motivo de maldición, de horror, de imprecación y de oprobio^(P); y no veréis más este lugar^(Q). ¹⁹ El Señor os ha hablado^(R), remanente de Judá: No entréis en Egipto. Sabedlo bien^(S), que hoy lo he declarado contra vosotros^(T). ²⁰ Porque os engañáis a vosotros mismos^[f], pues fuisteis vosotros los que me enviasteis al Señor vuestro Dios, diciendo^(U): Ruega por nosotros al Señor nuestro Dios, y lo que el Señor nuestro Dios diga, nos lo haces saber y lo haremos. ²¹ Y hoy os lo he declarado, pero no habéis escuchado la voz del Señor vuestro Dios^(V), ni en cosa alguna de lo que Él me ha enviado a deciros^(W). ²² Ahora pues, sabedlo bien, que moriréis^(X) a espada, de hambre y de pestilencia^(Y) en el lugar adonde deseáis ir a residir.